Otra Europa es posible
No es casualidad que ante la celebraci¨®n del Consejo Europeo de Barcelona se produzcan dos movimientos sociales de primera magnitud. La movilizaci¨®n de la Confederaci¨®n Europea de Sindicatos, exigiendo m¨¢s Europa y m¨¢s social, y los actos del Foro Social de Barcelona, movimiento social alternativo, unitario y estable que quiere desempe?ar un papel activo en las propuestas y las movilizaciones frente a la globalizaci¨®n ultraliberal.
Ambos movimientos responden a la necesidad de reconstruir formas que permitan a la sociedad organizada recuperar la iniciativa y conseguir as¨ª una incidencia en las relaciones econ¨®micas, acabando con la dictadura del mercado como valor absoluto. En este contexto, reforzar pol¨ªticamente la UE y construir un modelo social europeo son dos objetivos que se expresan en los esl¨®ganes: M¨¢s Europa y m¨¢s social y Otra Europa es posible. Desde la ¨®ptica de Comisiones Obreras, esto significa conseguir que la Convenci¨®n Europea no se limite a una mera reforma institucional, sino que suponga el reconocimiento de los derechos de ciudadan¨ªa europea. Derechos sociales y colectivos b¨¢sicos de la Carta de Derechos Fundamentales. Una pol¨ªtica de inmigraci¨®n construida no sobre la nacionalidad, sino sobre la ciudadan¨ªa. Avanzar en esa l¨ªnea de constitucionalizaci¨®n de la Uni¨®n Europea facilita un segundo objetivo, el de exigir un mayor gobierno econ¨®mico de la UE. Con medidas como la aprobaci¨®n de un marco regulador europeo de los procesos de reestructuraci¨®n empresarial o una nueva directiva sobre derechos de informaci¨®n y participaci¨®n de los trabajadores, entre otras. M¨¢s gobierno econ¨®mico es sobre todo armonizaci¨®n fiscal, la ¨²nica manera de que la regulaci¨®n fiscal no la fije exclusivamente la competitividad a la baja entre Estados, y ah¨ª la izquierda est¨¢ a la defensiva y jugando en el terreno de la derecha. No hay modelo social europeo sin una pol¨ªtica fiscal armonizada.
Estos principios b¨¢sicos son ¨²tiles para abordar los objetivos del Consejo de Barcelona. Mientras algunos pretenden consolidar un modelo de competitividad basado en la desregulaci¨®n de las relaciones laborales y la precariedad como estrategia competitiva, el sindicalismo europeo apuesta por la educaci¨®n y los derechos sociales como el principal motor del desarrollo. Aparentemente, todos coinciden en que debe mejorarse la movilidad de las personas para facilitar la b¨²squeda de trabajo. Pero mientras unos apuestan por reducir los derechos del desempleo o la desregulaci¨®n del despido y as¨ª obligar a las personas paradas a entrar en el circuito cerrado de la precariedad y la rotaci¨®n contractual, otros pensamos que el camino de la movilidad funcional o geogr¨¢fica pasa por facilitar la promoci¨®n profesional de las personas a partir de la formaci¨®n, incrementar los servicios comunitarios dirigidos a los ni?os o las personas en situaci¨®n de dependencia. O sencillamente, incrementar la pol¨ªtica de vivienda social para evitar que el cambio de residencia se convierta en una aventura con costes insuperables para los trabajadores. Algo parecido sucede con las pol¨ªticas dirigidas a la inmigraci¨®n, donde existe un fuerte conflicto entre quienes consideran a la inmigraci¨®n ¨²nicamente como un mecanismo para ajustar las necesidades de mercado laboral de las empresas y otros creemos en la necesidad de atender tambi¨¦n a las nuevas necesidades sociales que comporta incorporar a nuestra sociedad personas con carencias econ¨®micas y sociales importantes.
En el marco de la presidencia espa?ola se apuntar¨¢n tambi¨¦n -aunque no se decidan definitivamente- algunos de los grandes movimientos de futuro de la UE. C¨®mo se produce la ampliaci¨®n a 10 pa¨ªses del este europeo y cu¨¢l es el papel del espacio euromediterr¨¢neo en la futura UE. Comisiones Obreras apuesta por que no se produzca ning¨²n atraso ni entorpecimiento de la ampliaci¨®n, aun a sabiendas de las dificultades institucionales que comporta una UE con 25 Estados. Las excusas del poco pedigr¨ª comunitario de los pa¨ªses aspirantes -'acervo' se dice en la jerga- no pueden ocultar las razones reales de incremento de la competencia industrial y agraria o la redistribuci¨®n de los fondos estructurales para los pa¨ªses miembros. Hay que ser conscientes de que la ampliaci¨®n obligar¨¢ a muchas empresas y pa¨ªses a modificar sus estrategias de competitividad de bajos costes laborales. Esta dificultad de estructuraci¨®n institucional, lejos de paralizar el proceso de construcci¨®n pol¨ªtica de la UE, debe aprovecharse para avanzar a¨²n m¨¢s en su autorreforma. Y desde la perspectiva de Catalu?a podemos aportar una reflexi¨®n propia. La ampliaci¨®n puede comportar un riesgo cierto de aumento de las desigualdades de car¨¢cter regional en t¨¦rminos econ¨®micos y sociales. En Espa?a sabemos del importante papel que las instituciones regionales han desempe?ado en la reducci¨®n del d¨¦ficit de las regiones menos desarrolladas. Por ello, la reforma institucional debiera abordar elementos de descentralizaci¨®n pol¨ªtica -seg¨²n la caracter¨ªstica de cada pa¨ªs y Estado-. Por ¨²ltimo, es imprescindible que 2002 sea el a?o de la consolidaci¨®n de una apuesta fuerte de la UE por el desarrollo econ¨®mico y social de los pa¨ªses del mediterr¨¢neo, y no s¨®lo por razones solidarias. De la misma manera que resulta impensable concebir una Europa estable sin la incorporaci¨®n de los pa¨ªses del Este, no parece posible que Europa se pueda sentir segura con un Mediterr¨¢neo lleno de desigualdades e injusticias. Para que todos estos objetivos sean posibles es imprescindible una movilizaci¨®n de la sociedad. Este es nuestro inter¨¦s en el momento de convocar las movilizaciones. Pero ser¨ªa imprescindible para ello que el futuro de la UE adquiera en el debate pol¨ªtico y medi¨¢tico -que a menudo son lo mismo- la centralidad que se merece por los intereses que tenemos en juego.
Joan Coscubiela es secretario de la Comissi¨® Obrera Nacional de Catalunya (CONC).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.