La argentina Susana Rinaldi defiende la capacidad de denuncia social del tango

Susana Rinaldi, la cantante y actriz argentina que ha abierto espacios a otras mujeres en el mundo del tango, cree 'haber aportado la rebeld¨ªa y una manera diferente de observar'. La artista presenta un espect¨¢culo de voz y piano, El ayer, el hoy y el todav¨ªa, en Madrid (Sala Clamores, desde ma?ana, viernes, al domingo 17) y en Barcelona (Teatreneu, del mi¨¦rcoles 20 al domingo 24). En 1973, Julio Cort¨¢zar escribi¨®: 'No s¨¦ lo que hay detr¨¢s de tu voz, nunca te vi, vos sos los discos que pueblan, por la noche, este apartamento de Par¨ªs...'.

Lleg¨® a Par¨ªs a finales de 1975. 'El fot¨®grafo Pepe Fern¨¢ndez me invit¨® a comer tallarines en su buhardilla con la excusa de que un amigo suyo quer¨ªa conocerme. 'Va a traer los discos para que los firmes', me dijo. Yo me re¨ª porque pens¨¦ que era una broma. Llamaron al timbre y apareci¨® un gigante que no cab¨ªa por la puerta. Y, efectivamente, tra¨ªa unos discos. Cuando lo reconoc¨ª me qued¨¦ muda', recuerda. Y asegura que Julio Cort¨¢zar ha sido desde aquel d¨ªa un personaje determinante para muchas de sus actitudes. 'El ayer, el hoy y el todav¨ªa surgi¨® con idea de ser una charla ilustrada'. 'Una vez m¨¢s le rob¨¦ a Borges una de sus frases famosas', confiesa. 'Al tango canci¨®n le han querido quitar la fuerza de denuncia social que tiene. Y yo me he negado siempre, partiendo sobre todo de ese gran repertorio de los a?os setenta donde aparece la mujer como autora y compositora', cuenta. 'El descubrimiento de que el tango no es esa historia banal que cuenta nada m¨¢s que los lamentos de un cornudo'.

La rebeld¨ªa

Susana Rinaldi cree haberle aportado al tango 'una diferente manera de observar, lo que no es poco, y la rebeld¨ªa. No quedarse con que este c¨®digo es de esta manera y de ninguna otra. La m¨²sica es libertad', dice. 'Y la posibilidad a mucha muchacha joven de buscar desde la propia personalidad estilos diferentes que engrandezcan esta disciplina del canto popular'. Se le atribuye a Roberto Goyeneche la frase 'no me gusta que las nenas canten tango'. 'Es muy tremendo lo de nena', comenta. 'Un d¨ªa fuimos a un bar de Buenos Aires, unas amigas y yo, y el camarero nos pregunt¨®: '?Qu¨¦ van a tomar, chicas?'. Y yo le dije 'no s¨¦ chico, ?y usted qu¨¦ tomar¨ªa chico?'. Se qued¨® mir¨¢ndome con ganas de patearme la cabeza...'.

Ha vivido el machismo del mundo del tango y lo resolvi¨® '?mand¨¢ndolos a la mierda!', dice con una carcajada. 'Y por haberlo hecho a tiempo, y reiteradamente, me toman como una gran excepci¨®n. Piazzolla fue el primero que dijo que la historia del tango cambi¨® con la presencia de la mujer como compositora', se?ala quien se aventur¨® con autores como Eladia Bl¨¢zquez o Mar¨ªa Elena Walsh. A Susana Rinaldi, que act¨²a todos los a?os en Estocolmo y hasta tiene un disco grabado en directo en Finlandia, le duele 'no estar ac¨¢ en los escaparates de las tiendas. Despu¨¦s de 30 a?os de competir con la lengua sajona en el mundo industrializado de la m¨²sica, tengo que decir que soy una portadora de la lengua espa?ola, y que es dificil¨ªsimo obtener respuestas favorables de gente que est¨¢ con la oreja obstruida por la costumbre de escuchar ingl¨¦s. En Espa?a hay un viejo litigio con el tango, como de cosa baja que no tiene que ver con los espa?oles. Pienso que es un error porque la versificaci¨®n, la poes¨ªa que tiene, es a veces de una alt¨ªsima factura'.

La corrupci¨®n

La actriz y cantante, que colabora con la Unesco, se present¨® en las ¨²ltimas elecciones al Senado de su pa¨ªs. 'La corrupci¨®n llega a un punto que se hace necesario que intervenga gente que podemos imaginar la defensa de ciertos h¨¢bitos con una nobleza que no se ve'. Intuye aspectos positivos en la dif¨ªcil situaci¨®n: 'Es un buen momento para saber mandar a la mierda al Estado argentino, acorralado desde hace muchos a?os por manierismos y malversaciones. Lo que est¨¢ pasando es el triunfo de las distintas dictaduras. Aunque, antes, ya hubo un plan mejor para nivelar todo por abajo, que fue el peronismo'.

No se adapta al modelo de sumisi¨®n que tanto se lleva. 'La funci¨®n del artista es conmover, o sea, mover con lo de uno los mejores sentimientos del otro. Por presiones de esas corporaciones terribles que dominan la cultura, el artista ha pasado a ser un esclavo de pasiones que no le corresponden y que lo convierten en entretenedor. Y eso es lo peor que le puede pasar'.