Piqu¨¦: 'Hoy se podr¨¢ decir que el Consejo de Barcelona ha sido un ¨¦xito'
La presidencia espa?ola presenta con euforia los logros de la cumbre de los Quince
M¨¢s que de optimismo, habr¨ªa que hablar de euforia. Los portavoces espa?oles no escatimaron ayer entusiasmo para presentar bajo una luz absolutamente positiva los trabajos del Consejo Europeo de Barcelona. Incluso las decisiones m¨¢s controvertidas. Y en esa tarea, que comenz¨® cuando los l¨ªderes de los Quince apenas hab¨ªan iniciado su reuni¨®n, destac¨® el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqu¨¦, quien declar¨®: 'Yo creo, y quiz¨¢s sea imprudente, que ma?ana [por hoy] vamos a poder decir que el Consejo de Barcelona ha sido un ¨¦xito'.
El m¨¢s madrugador fue, sin embargo, el ministro portavoz, P¨ªo Cabanillas. Reci¨¦n concluida su participaci¨®n en Los desayunos de RTVE, donde sustituy¨® inesperadamente a Javier Solana, baj¨® a la sala de prensa para reiterar que hab¨ªa apreciado 'un acuerdo un¨¢nime para relanzar el proceso de Lisboa', un optimismo general sobre la posibilidad de consolidar mediante las reformas 'el inicio de recuperaci¨®n' de la econom¨ªa y una 'satisfacci¨®n de todos' por el compromiso alcanzado la v¨ªspera de llevar a la cumbre de Monterrey la promesa de que, para 2006, cada pa¨ªs de la UE dedicar¨¢ a la ayuda al desarrollo un m¨ªnimo del 0,33% de su producto interior bruto (PIB).
Piqu¨¦ retom¨® estos mismos argumentos tres horas m¨¢s tarde, y con mayor vehemencia. El consenso sobre la necesidad de relanzar la estrategia de modernizaci¨®n de las econom¨ªas europeas era, para el ministro de Exteriores, 'general y entusiasta'. 'Todas las delegaciones, y subrayo lo de todas', a?adi¨®, 'han insistido en la necesidad de profundizar' en la estrategia de Lisboa.
Pero fue en el compromiso para financiaci¨®n del desarrollo donde Piqu¨¦ carg¨® m¨¢s las tintas. 'Me atrever¨ªa a llamarlo el acuerdo de Barcelona', se?al¨® para prestar car¨¢cter hist¨®rico a una decisi¨®n que, en su opini¨®n, 'supone que la UE asume una condici¨®n de liderazgo mundial en la ayuda al desarrollo'.
El compromiso que los europeos llevar¨¢n la semana que viene a la cumbre sobre financiaci¨®n del desarrollo organizada por la ONU en Monterrey (M¨¦xico) es, sin embargo, un compromiso de m¨ªnimos alcanzado a ¨²ltima hora por los Quince, urgidos por el temor de la presidencia espa?ola a que una pol¨¦mica sobre este punto, muy sensible para los movimientos antiglobalizaci¨®n, pudiera arruinar la imagen de la cumbre. En su virtud, la ayuda europea al desarrollo subir¨¢, como media, en cuatro a?os, al 0,39% del PIB de la UE, lejos del objetivo del 0,7% fijado por la ONU hace casi 30 a?os.
Espa?a ha sido uno de los pa¨ªses m¨¢s reticentes a incrementar su cuota actual, del 0,24%, frente al 1,06% de Dinamarca o al 0,82% de Holanda, hasta que entendi¨® que el tema podr¨ªa acarrear un fracaso en Barcelona. Piqu¨¦ esgrimi¨® para apoyar sus afirmaciones sobre la importancia del acuerdo el dato de que 'la UE es ya el primer donante de ayuda al desarrollo, y aporta m¨¢s de la mitad de la ayuda total mundial'.
El caso m¨¢s notable de cambio de presentaci¨®n, literalmente de la noche a la ma?ana, fue, sin embargo, el del acuerdo alcanzado el jueves por los ministros de Finanzas de crear una l¨ªnea de cr¨¦dito del Banco Europeo de Inversiones para los pa¨ªses del sur del Mediterr¨¢neo, en lugar del Banco Euromediterr¨¢neo que ped¨ªa Espa?a. El ministro de Econom¨ªa, Rodrigo Rato, reconoci¨® al finalizar el Ecofin que el resultado 'no estaba a la altura de lo que hubiera deseado' la presidencia espa?ola. En la ma?ana de ayer, el secretario de Estado de Comercio, Juan Costa, explic¨®, en cambio, que el Ecofin adopt¨® la v¨ªa 'm¨¢s r¨¢pida y menos costosa para lograr lo que quer¨ªa la presidencia'.
Seg¨²n Costa, el acuerdo adoptado para financiar directamente y mediante inversiones de capital-riesgo a las empresas de los pa¨ªses meridionales, con hasta 2.000 millones anuales de euros en 2006, permite una gesti¨®n conjunta con los beneficiarios y la localizaci¨®n de oportunidades de negocio, a trav¨¦s de la oficina permanente que tendr¨¢ el programa. ?sos eran los objetivos espa?oles, afirm¨® el secretario de Estado, que ¨²nicamente reconoci¨® que esta f¨®rmula de la facility tiene 'menos visibilidad' que las del banco o la filial del BEI que propon¨ªa la Comisi¨®n Europea. En cualquier caso, a?adi¨®, dentro de un a?o los Quince volver¨¢n a plantearse el tema. Entretanto, como dijo Piqu¨¦, 'la presidencia espa?ola no descansa nunca'.
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