Portugal teme la ampliaci¨®n
El nuevo Gobierno tendr¨¢ que tomar medidas impopulares y r¨¢pidas para superar su estancamiento econ¨®mico
La crisis econ¨®mica de Portugal no admite aplazamientos. La ampliaci¨®n europea y la reducci¨®n de fondos comunitarios a partir de 2006 obligan a sus autoridades a resolver de forma urgente el atraso estructural del pa¨ªs e implantar las reformas necesarias. El aumento del gasto p¨²blico, la crisis financiera y la falta de productividad requieren medidas impopulares para sacar al pa¨ªs del atolladero.
El aumento del d¨¦ficit p¨²blico hasta el 2,2% estuvo a punto de provocar la 'alerta r¨¢pida' de la Comisi¨®n Europea
El Gobierno ha perdido la oportunidad de reducir el gasto y reformar la Administraci¨®n y las leyes laborales en los a?os de bonanza
El gobernador del Banco de Portugal, V¨ªtor Constancio, reconoc¨ªa recientemente que la econom¨ªa lusitana se enfrenta a tres graves problemas: 'Una dif¨ªcil situaci¨®n presupuestaria, una desaceleraci¨®n del crecimiento econ¨®mico y un d¨¦ficit estructural de competitividad'. Ante esa situaci¨®n, Constancio recomienda nuevas estrategias empresariales para 'vencer los desaf¨ªos que impondr¨¢ la ampliaci¨®n europea'.
A esas dificultades b¨¢sicas, el gobernador del banco central a?ad¨ªa otro c¨²mulo de vulnerabilidades: 'La existencia de un sistema de negociaci¨®n salarial fragmentado y de corto horizonte, el peso de una burocracia asfixiante y un sistema judicial ineficaz; un r¨¦gimen deficiente del encuadramiento presupuestario e insuficiencias en el sistema pol¨ªtico con la dificultad de obtener mayor¨ªas de gobierno y con la necesidad de un Estado con m¨¢s prestigio y autoridad'. A su juicio, son necesarias profundas reformas en la esfera p¨²blica y privada para vencer los retos de los pr¨®ximos a?os, dado que 'no volveremos a beneficiarnos de reducciones sustanciales de los tipos de inter¨¦s, no ser¨¢n posibles depreciaciones monetarias para reponer temporalmente la competitividad de los productos nacionales y las transferencias de la Uni¨®n Europea tender¨¢n a disminuir en porcentajes del PIB'.
Un deterioro evidente
La situaci¨®n no admite dudas y los datos son elocuentes. Las previsiones de crecimiento fueron reducidas progresivamente a lo largo de 2001, hasta situarse en el entorno del 2% para el pasado a?o, frente a algo m¨¢s del 4% en el ejercicio anterior. La deuda p¨²blica asciende al 55,9%, la inflaci¨®n ha pasado del 2,7% previsto para el a?o 2001 al 4,4% final y el endeudamiento alcanza el 93% del rendimiento disponible, seg¨²n los datos del Banco de Portugal.
El aumento del d¨¦ficit p¨²blico hasta el 2,2% estuvo a punto de provocar la 'alerta r¨¢pida' de la Comisi¨®n Europea, y el ministro de Finanzas, Guilherme D'Oliveira Martins, reconoci¨® recientemente que ser¨¢ 'muy dif¨ªcil' mantener el Pacto de Estabilidad europeo que reclama el d¨¦ficit cero para el ejercicio 2004.
El Gobierno socialista en funciones aprob¨® el pasado verano un dr¨¢stico plan para reducir el gasto p¨²blico en los pr¨®ximos tres a?os, pero su iniciativa se encuentra ahora a la espera de la formaci¨®n de un nuevo Gobierno. El plan preve¨ªa una reforma completa de la gesti¨®n en la sanidad p¨²blica, la reestructuraci¨®n de las empresas estatales, la extinci¨®n de varios servicios e institutos p¨²blicos, limitar los subsidios, congelar la compra de edificios y material de transporte e iniciar un exhaustivo control del gasto en todos los ministerios.
?Qu¨¦ ocurrir¨¢? Las elecciones generales de hoy, adelantadas por la dimisi¨®n de Ant¨®nio Guterres tras el fracaso socialista en las municipales de diciembre, no anticipan un periodo de estabilidad. La mayor¨ªa de las encuestas no prev¨¦n una mayor¨ªa absoluta a las dos grandes fuerzas pol¨ªticas (socialistas y conservadores), lo que abre el camino a la incertidumbre econ¨®mica en un momento decisivo para el pa¨ªs.
El conservador An¨ªbal Cavaco Silva, ex primer ministro de Portugal, asegura a este peri¨®dico que la situaci¨®n no admite nuevos fallos de Gobierno ni aplazamientos: 'Es necesario un Gobierno con mucho coraje para tomar medidas impopulares en los primeros seis meses de legislatura y luego disponer de dos o tres a?os para recuperarse. Tiene que tomar esas medidas sin pensar en las reacciones de la opini¨®n p¨²blica a corto plazo sino en sus efectos futuros. No hay posibilidad de aumentar los salarios si la productividad no crece en Portugal. El resto es fantas¨ªa. Lleg¨® el momento de la verdad. No hay dinero para ilusiones. Ahora hay que resolver los problemas'.
Economista de prestigio y gestor riguroso, Cavaco Silva ofrece un an¨¢lisis claro: 'La econom¨ªa portuguesa adolece de grandes desequilibrios. El primero es el descontrol del gasto p¨²blico, el mayor de la UE. El desequilibrio externo es muy grande, lo que ha provocado un gran endeudamiento externo y hemos perdido competitividad, adem¨¢s de tener serias dificultades para atraer la inversi¨®n extranjera. Todo ello ha provocado una falta de confianza en el pa¨ªs. Por tanto, no hay m¨¢s margen de maniobra. El pr¨®ximo Gobierno no puede fallar, tiene que tener ¨¦xito. En caso contrario y ante la ampliaci¨®n europea y la progresiva reducci¨®n de fondos comunitarios, la situaci¨®n podr¨ªa llevarnos a un estancamiento prolongado y, entonces, habr¨¢ razones muy serias para preocuparse'.
Uno de los grandes problemas de Portugal es la productividad. En este sentido, el presidente de la Asociaci¨®n Portuguesa de Bancos (APB), Jo?o Salgueiro, explica que el pa¨ªs 'tendr¨ªa un producto interior bruto (PIB) un 50% superior al actual si la productividad alcanzase la media espa?ola'. A su juicio, 'el baj¨ªsimo nivel de productividad' es la causa de la crisis econ¨®mica, lo que, unido a la falta de eficacia de los servicios p¨²blicos, provoca grandes dificultades para la inversi¨®n extran-jera.
El ex ministro socialista de Econom¨ªa Daniel Bessa afirma que las finanzas p¨²blicas sufren 'un problema grave' que s¨®lo es posible solucionar con 'un frenazo en las cuatro ruedas', puesto que constituye 'la madre de todos los vicios'. A su juicio, 'Portugal perdi¨® una gran oportunidad para reducir el aumento del gasto y reformar la Administraci¨®n p¨²blica y las leyes laborales en los ¨²ltimos cinco o seis a?os con una econom¨ªa en alza y cuando todo eso hubiera sido mucho m¨¢s f¨¢cil que ahora'.
Por su parte, el candidato del centro-derecha al cargo de primer ministro, Jos¨¦ Manuel Durao Barroso, afirma que la econom¨ªa portuguesa necesita 'un cambio de rumbo', aunque sus promesas electorales no acaban de convencer a la mayor¨ªa de los especialistas. De entrada ha propuesto una reducci¨®n de impuestos para las personas con mayores rendimientos y las empresas sin aclarar de d¨®nde saldr¨¢n los ingresos compensatorios.
Una reforma fiscal urgente
El coordinador de la reforma fiscal que fue semiparalizada en el a?o 2000, el abogado Ricardo S¨¢ Fernandes, afirma que Portugal necesita una mejora urgente del sistema tributario y reclama medidas eficaces contra 'el fraude y la evasi¨®n fiscal, el gran problema del pa¨ªs'. El ex secretario de Estado para los Asuntos Fiscales reconoce que el Gobierno socialista cedi¨® ante las presiones de algunos grupos de intereses econ¨®micos que paralizaron la tributaci¨®n de patrimonios ('son un caos y una injusticia') y la reforma del impuesto de veh¨ªculos. A su juicio, es necesario levantar el sigilo bancario para los asuntos fiscales, autorizar la tributaci¨®n de los beneficios en Bolsa e impulsar un r¨¦gimen m¨¢s severo para los dafraudadores. Diversos especialistas portugueses reconocen que un cuarto de la econom¨ªa est¨¢ sumergida, un n¨²mero significativo de empresas nunca han pagado a Hacienda, s¨®lo cinco compa?¨ªas (aun participadas por el Estado) pagaron un tercio del total de las sociedades, y los bancos no superaron el 10% de la tributaci¨®n total. S¨®lo el a?o pasado se estima que fueron defraudados, al menos, 7.000 millones de euros, una cifra que bastar¨ªa para sanear los grandes problemas financieros del pa¨ªs. S¨¢ Fernandes reconoce que, para resolver estos problemas, son necesarios 'medios, eficacia, disciplina y, sobre todo, educaci¨®n y sentido de la ciudadan¨ªa', unas cualidades que no suelen ser frecuentes. El abogado, que ahora apoya al Bloque de Izquierdas, reconoce que la 'marcha atr¨¢s del Gobierno en materias fiscales fue grav¨ªsima, porque vino a reconocer que el Ejecutivo presidido por Ant¨®nio Guterres cedi¨® ante la presi¨®n de algunos lobbies; y ¨¦sa fue una se?al muy negativa para la econom¨ªa y, en general, para todo el pa¨ªs'. El ex secretario de Estado afirma que 'la incompetencia de la Administraci¨®n fiscal es evidente, la contribuci¨®n aut¨¢rquica (municipal) es simplemente an¨¢rquica y la ausencia de tributaci¨®n de patrimonios es incomprensible'. A su juicio, toda esta situaci¨®n viene a demostrar 'la debilidad de un Estado que permite el funcionamiento sin control de algunos grupos de intereses'.
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