Enciso analiza las bibliotecas del XVIII en su ingreso en la Academia
El catedr¨¢tico centr¨® parte de su discurso en la historia de los libros
Luis Miguel Enciso Recio (Valladolid, 1930), presidente de la Sociedad Estatal Espa?a Nuevo Milenio desde junio de 1999, tom¨® ayer posesi¨®n de su plaza como acad¨¦mico de la Historia. En su discurso, Luis Miguel Enciso plantea c¨®mo en el siglo XVIII, como en cualquier otra ¨¦poca, la calidad literaria, el m¨¦rito art¨ªstico, el valor cient¨ªfico de los libros y su estado de conservaci¨®n pueden ser s¨ªntomas de la condici¨®n de su due?o.
En su discurso Barroco e Ilustraci¨®n en las bibliotecas privadas espa?olas del siglo XVIII, Enciso realiza un minucioso an¨¢lisis sobre el enorme inter¨¦s que ha suscitado en todas las ¨¦pocas y para todos los eruditos la Historia del Libro. Habla de la relaci¨®n del due?o con su biblioteca y hace un recorrido por distintas teor¨ªas que hablan de hasta qu¨¦ punto los libros son o no un reflejo de la mentalidad de quien los posee. Para algunos historiadores los libros pod¨ªan ser el retrato de un individuo y una ¨¦poca y las lecturas elementos esclarecedores de su personalidad; para otros, la moda es la que influye en el contenido de las bibliotecas.
En un discurso en el que abundaron las citas, el nuevo acad¨¦mico hizo un an¨¢lisis de las diferencias entre las bibliotecas del barroco y las de la Ilustraci¨®n. En las del barroco se advierte un predominio de los contenidos religiosos, de Derecho e Historia. Los libros de Pol¨ªtica se concentran, sobre todo, en autores como Maquiavelo y sus detractores, los escritos sobre la raz¨®n de Estado, el absolutismo, los tacitistas, moralistas y autores de emblemas y empresas. El gusto por las Bellas Artes tambi¨¦n qued¨® reflejado por t¨ªtulos y tratados de arquitectura, pintura, m¨²sica, arte ecuestre y descripciones de monumentos. Por el contrario, en las bibliotecas de la Ilustraci¨®n hay un descenso notable de los temas religiosos. La Ciencia, la Filosof¨ªa y la Educaci¨®n fueron otros temas claves en el modelo ilustrado, que recog¨ªan los avances de los novatores y la nueva ciencia, el racionalismo filos¨®fico, el empirismo y el criticismo.
Otro de los temas que trat¨® Enciso es el estudio de la sociograf¨ªa de las bibliotecas, es decir, conocer, por ejemplo, qu¨¦ sectores sociales eran m¨¢s aficionados a la lectura en el siglo XVIII. En general, los eclesi¨¢sticos, la nobleza, contaban sobre todo con importantes fondos religiosos y los profesionales liberales ten¨ªan preferencia por su especialidad.
La candidatura de Miguel Enciso fue presentada por los acad¨¦micos Vicente Palacio Artaud, Felipe Ruiz Mart¨ªn y Jos¨¦ Alcal¨¢ Zamora y ocupar¨¢ la vacante de Fernando de la Granja, fallecido en 1999. En nombre de la Academia, le contest¨® ayer Vicente Palacio Atard.
Enciso es desde 1979 catedr¨¢tico de Historia Moderna de la Universidad Complutense de Madrid. Adem¨¢s, ha sido comisario de Espa?a en la Exposici¨®n Universal de Lisboa de 1998 y presidente de la Sociedad Estatal Lisboa'98 (1996-1998), entre otros cargos. Ha desempe?ado tambi¨¦n distintas tareas acad¨¦micas: catedr¨¢tico de Historia Moderna y Contempor¨¢nea de la Universidad de Valladolid y en la misma universidad vicerrector y decano de la Facultad de Filosof¨ªa y Letras.
Enciso forma parte del Consejo de Direcci¨®n de diversas revistas y del comit¨¦ directivo de la Sociedad de Estudios del XVIII y otras entidades cient¨ªficas. Y posee las siguientes distinciones: Encomienda con placa de la Orden de Alfonso X el Sabio, Gran Cruz de la Orden del M¨¦rito Civil y la Medalla al M¨¦rito Constitucional. En la transici¨®n ocup¨® diferentes cargos en el Partido Dem¨®crata Liberal y en la UCD. En las elecciones generales de 1977 fue elegido senador por Valladolid.
Babelia
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