El Ateneo se pertrecha para los nuevos tiempos
La veterana instituci¨®n cultural madrile?a moderniza su l¨®brego edificio incorporando un ascensor y salas de exposiciones y yoga
El Ateneo de Madrid cambia de imagen. Una de las pioneras entre las instituciones culturales de la ciudad, cuyo prestigio ha estado empa?ado durante d¨¦cadas por la l¨®brega vetustez de sus instalaciones, acomete ahora una innovaci¨®n de gran calado. Con ella, el presidente de la entidad cultural, Jos¨¦ Luis Abell¨¢n, persigue implicar al Ateneo en una transformaci¨®n m¨¢s profunda. Sus socios ascienden a 3.500; son, se?aladamente, estudiantes, opositores en muchos casos, y gentes de cierta edad amantes de la vida intelectual.
En principio, las imponentes escaleras de acceso al palacio del n¨²mero 21 de la calle del Prado, con sus 17 pelda?os de gran pendiente, han sido mitigadas mediante una rampa que permitir¨¢ a los discapacitados acceder al edificio por un ascensor situado en la planta baja del solar contiguo. Junto a esta entrada se construye ya la estructura de una futura cafeter¨ªa con dos alturas, provista en la primera de ellas de una zona abierta al p¨²blico y en la superior de otra de encuentro entre p¨²blico y socios, en un ambiente que estimule la comunicaci¨®n y la tertulia. Mediante una tarjeta magn¨¦tica y un torno, socios o visitantes podr¨¢n acceder desde este establecimiento hasta el interior de las instalaciones.
Adentro, el antiguo bar del Ateneo, que ocupaba un espacio columnado considerablemente amplio de la planta baja, ser¨¢ destinado a sala de exposiciones temporales, fundamentalmente de artes pl¨¢sticas. Es conocida la riqueza patrimonial art¨ªstica del Ateneo de Madrid. Los muros de sus principales salas, Cacharrer¨ªa y Manuel Aza?a, entre otras, se ven esmaltados por cuadros de pintores como Joaqu¨ªn Sorolla y la legendaria pintora conocida como Madame Anselma: una dama vanguardista decimon¨®nica, casada con un pr¨ªncipe ruso y afincada en C¨¢diz. Ella fue exponente del estilo neogriego, raramente presente en Madrid, si bien el magn¨ªfico teatro atene¨ªsta, hoy en proceso de restauraci¨®n con ayuda de la Uni¨®n Europea, alberga frescos de aquel ex¨®tico estilo.
El Ateneo de Madrid ha sido, desde hace d¨¦cadas, destinatario de ricas donaciones pict¨®ricas, sobre todo retratos de personalidades que desfilaron por su presidencia o su directiva, como ?ngel Saavedra, Miguel de Unamuno, Manuel Aza?a, Gregorio Mara?¨®n o el escritor Ram¨®n Mar¨ªa del Valle Incl¨¢n. Por cierto, el escritor gallego, que presidi¨® la instituci¨®n madrile?a en 1932, a consecuencia de los graves quebrantos econ¨®micos sufridos durante aquella etapa se vio obligado a residir en el interior del edificio del Ateneo; precisamente en una estancia del ¨¢tico, llamada la Casa de Fidel, de cuatro habitaciones, que durante las obras ha sido transformada en vestuario de empleados y socios.
En todos los pisos del edificio, con acceso a la calle de Santa Catalina, se distribuyen distintas salas de lectura. En una pieza de la planta superior acaba de ser enmoquetada una espaciosa sala de yoga y de relajaci¨®n. 'Es bueno que los opositores que estudian a lo largo de duras jornadas encuentren aqu¨ª mismo un lugar donde hacer ejercicio reparador', dice Jos¨¦ Luis Abell¨¢n, que explica sus planes: 'Dej¨¦ un sustancioso contrato docente que me ofrec¨ªa la Universidad estadounidense de Virginia para dedicarme en cuerpo y alma al Ateneo, cosa que pienso hacer hasta que culmine mi mandato electoral', se?ala.
Para aplicar su programa de obras y transformaciones, Abell¨¢n cuenta con tres grandes partidas de subvenciones: una de 600.000 euros de la Comunidad de Madrid y otras dos del Ayuntamiento -una de 90.000 euros para un ciclo ciudadano y otra de 300.000 euros para rehabilitaci¨®n de los edificios-. Con una sonrisa, el presidente atene¨ªsta recuerda la visita, el pasado 1 de agosto, de la primera teniente de alcalde, Mercedes de la Merced. 'Le mostr¨¦ el estado en el que se hallaba el cableado el¨¦ctrico', explica. 'Al verlo, no par¨® hasta que esa misma ma?ana consigui¨® los cinco millones de pesetas que se necesitaban'.
Riqueza en libros, ideas plurales
El Ateneo Cient¨ªfico, Art¨ªstico y Literario de Madrid ha sido, durante siglo y medio, expresi¨®n suprema de la vitalidad intelectual. Con raz¨®n alberga en sus s¨®tanos hasta 500.000 libros, se?aladamente de trasunto cient¨ªfico. Tras la Biblioteca Nacional, la suya rivaliza por el segundo puesto de entre las magnas librer¨ªas espa?olas. Su tesoro bibliogr¨¢fico pudo ser conservado gracias a Jos¨¦ Prat, presidente atene¨ªsta tras la instauraci¨®n de la democracia. '?l trajo a los s¨®tanos del Ateneo incluso excavadoras para albergar los libros en condiciones', reconoce su presidente, Jos¨¦ Luis Abell¨¢n. Otra de sus joyas es la colecci¨®n de discursos pol¨ªticos y de ponencias. 'Posiblemente, la m¨¢s completa de Espa?a', se?ala Abell¨¢n.
Tiene tambi¨¦n fama el Ateneo de ser escenario de vivas discusiones, sobre todo en fases electorales. Buena parte de sus miembros admite que los logros cosechados a lo largo de la historia atene¨ªsta han sido patrimonio del esfuerzo conjugado de directivos predecesores y actuales.
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