Amigo

'A Mariano Pe?alver, espejo de humanidad y maestro de humanismo'. As¨ª comienza uno de los 20 estudios de profesores compa?eros y amigos que escriben en Otra voz, otras razones. Studia in honorem Mariano Pe?alver Sim¨®, con motivo de su jubilaci¨®n acad¨¦mica. Se trata de una edici¨®n del Servicio de Publicaciones de la Universidad de C¨¢diz, donde lo valoran y lo quieren por la cantidad y calidad de las horas que all¨ª ha dejado de su vida.

Nada m¨¢s leer la presentaci¨®n, el pr¨®logo y la introducci¨®n me qued¨¦ abobada, con la mirada perdida en el vac¨ªo porque, aunque ya sabemos que hay gente de mucha val¨ªa a nuestro alrededor, no es f¨¢cil hacerte de repente a la idea de que un amigo, brillante por supuesto pero ni pedante ni pretencioso, aparentemente normal, tenga 'con lo mejor de la instituci¨®n universitaria una afinidad que no concierne al talante sino al cuerpo. Una encarnaci¨®n plena de lo m¨¢s excelente que evoca la palabra Universitas en todos los escenarios de la vida universitaria, como docente y como gobernante, como investigador y como intelectual'. Es s¨®lo una peque?a muestra de las alabanzas que le prodigan en el libro.

A veces, y aunque sea por pura torpeza, es dif¨ªcil conocer de verdad a las personas, sobre todo cuando, tal como dice el Magn¨ªfico Rector en la presentaci¨®n del libro tras una cita del homenajeado sobre las cosas disfrazadas de s¨ª mismas para no ser descubiertas, 'el disfraz del profesor Pe?alver oculta muchas cosas de s¨ª mismo'...

Claro que siempre hay detalles evidentes que no pueden escapar al m¨¢s torpe, como ocurre, en este caso, con la inteligencia, el saber escuchar, el provocar el inter¨¦s por cualquier cosa y hacer disfrutar su an¨¢lisis de raz¨®n a raz¨®n. Pocas personas pueden hacerlo ameno y divertido. A pesar de todo, algunos amigos est¨¢bamos lejos de su vida acad¨¦mica y no conoc¨ªamos el verdadero alcance de su trayectoria profesional y docente. Es una pena. Jugamos tan fr¨ªvolamente con el tiempo, avasall¨¢ndolo sin ton ni son, que se nos escapa lo mejor y despu¨¦s lamentamos haber dejado pasar las oportunidades que nos han llegado sin haberlas sabido aprovechar. Afortunadamente aqu¨ª tenemos de nuevo a Mariano con ganas de escuchar y de hablar hasta cansarnos, aun tenemos tiempo de aprender lo que nos hayamos perdido.