Italia declara el estado de emergencia para combatir la inmigraci¨®n ilegal
Roma amenaza con sanciones econ¨®micas a los pa¨ªses emisores de clandestinos
La conmoci¨®n por el asesinato, la noche del martes, del profesor Marco Biagi, asesor del Ministerio de Trabajo, no impidi¨® ayer al Gobierno italiano mantener firme el pulso al firmar una declaraci¨®n de estado de emergencia para hacer frente a la inmigraci¨®n clandestina. La medida, anunciada el lunes por el ministro del Interior, Claudio Scajola, a ra¨ªz del ¨²ltimo desembarco de clandestinos en Sicilia -casi mil kurdos-, prev¨¦, como hab¨ªa reclamado el n¨²mero tres del Gobierno, Umberto Bossi, nombrar un comisario extraordinario para coordinar la pol¨ªtica anticlandestinos.
La declaraci¨®n del estado de emergencia prev¨¦ tambi¨¦n una revisi¨®n del derecho de asilo, que en Italia, no est¨¢ recogido en una ley org¨¢nica.
No es la primera vez que Italia adopta medidas de emergencia para frenar, siquiera temporalmente, la llegada masiva de inmigrantes irregulares. En 1997, lo hizo el Gobierno de Romano Prodi, y en 1999, volvi¨® a adoptar la medida el Ejecutivo presidido por Massimo D'Alema. Pero en ninguna de estas ocasiones, la amplitud de las medidas fue tan grande ni su tono tan beligerante.
Todo apunta a que el Ejecutivo de centroderecha, presidido por Silvio Berlusconi, ha querido contentar en la medida de lo posible al ministro para las Reformas y l¨ªder de la Liga Norte, Umberto Bossi, uno de los m¨¢s radicales del Gobierno, que en diversas entrevistas el lunes y el martes se expres¨® violentamente contra la ineficacia de la pol¨ªtica italiana en esta materia.
Bossi hab¨ªa pedido, por ejemplo, que la coordinaci¨®n de todas las medidas de control de la inmigraci¨®n quedara en manos de un ¨²nico ministro, y Berlusconi ha accedido a nombrar un comisario extraordinario. M¨¢s prudente, Il Cavaliere ha dejado, de momento, en suspenso la cuesti¨®n de autorizar a la Armada a abordar a los barcos de inmigrantes en alta mar, medida exigida por Bossi, pero contra la que se hab¨ªan pronunciado, entre otros, el ministro de Defensa, Antonio Martino.
Coordinaci¨®n europea
'El aumento del fen¨®meno que se registra en los ¨²ltimos meses', declar¨® Berlusconi para justificar el Estado de emergencia, 'impone una acci¨®n inmediata y coordinada a escala europea'.
Pero en tanto llega un acuerdo comunitario para hacer frente a la situaci¨®n, Il Cavaliere considera la necesidad de 'adoptar medidas urgentes' que requieren el Estado de emergencia, propuesto por el ministro Scajola. Berlusconi subray¨® que las fronteras de Italia deben ser defendidas como las 'fronteras de Europa' frente a la amenaza que representa la inmigraci¨®n descontrolada. Los sat¨¦lites detectaron ayer cuatro barcos que presumiblemente se dirig¨ªan a Italia.
El Gobierno italiano acord¨® adem¨¢s llamar a consultas a todos sus embajadores en los pa¨ªses en los que se originan los flujos migratorios hacia Italia, y amenaz¨® a las autoridades de ¨¦stos ¨²ltimos con tomar eventuales medidas econ¨®micas de penalizaci¨®n si no controlan el fen¨®meno.
El decreto aprobado por el Ejecutivo puso punto final a una agria pol¨¦mica interna desatada a ra¨ªz de la llegada el lunes del barco Monica con 960 inmigrantes clandestinos al puerto de Catania. Por una parte, Bossi enarbol¨® la bandera de la intransigencia. Denunci¨® a su propio Gobierno y a la Uni¨®n Europea. El l¨ªder de la Liga Norte se refiri¨® incluso a la conveniencia de 'ca?onear si es necesario' los barcos que transportan a los inmigrantes clandestinos, una vez desalojados los pasajeros. Por otra, algunos de sus colegas en el Ejecutivo, como Scajola y Martino, calificaron de 'injustificadas' tales acusaciones y subrayaron la complejidad del problema.
El presidente de la Rep¨²blica, Carlo Azeglio Ciampi, intervino en la disputa dentro del Ejecutivo para recordar que las situaciones de emergencia requieren una actuaci¨®n humanitaria. La declaraci¨®n del Estado de Emergencia fue criticada duramente por la opositora federaci¨®n de Los Verdes, que forma parte de El Olivo, por considerar que las medidas aprobadas 'borran de un plumazo la cultura de la hospitalidad' italiana hacia los necesitados.
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