La espiral de la deuda externa

La envilecida dictadura militar argentina (1976-1983) asesin¨® a cerca de 30.000 compatriotas, enriqueci¨® a los servidores del potro y multiplic¨® la deuda externa desde 7.800 hasta 46.000 millones de d¨®lares La democracia posterior altern¨® la corrupci¨®n con la ineptitud, acumul¨® un endeudamiento superior a los 150.000 millones de d¨®lares, y la naci¨®n suramericana entr¨® en barrena. La cumbre de Monterrey explora f¨®rmulas para evitar que la deuda del Tercer Mundo, superior a los dos billones de d¨®lares, cause parecidas cat¨¢strofes.

La Conferencia Internacional sobre la Financiaci¨®n del Desarrollo, reunida en la ciudad mexicana, pretende profundizar el actual proceso hacia la reestructuraci¨®n de pagos y la eventual condonaci¨®n de la servidumbre de pr¨¦stamos concedidos en su d¨ªa a s¨¢trapas y a bandoleros con despacho de ministro. 'La carga es intolerable para Am¨¦rica Latina', dijo la mexicana Marta Barcena, miembro del Centro de Estudios de la Globalidad. Lo es tambi¨¦n para todo el subdesarrollo, que astilla m¨¢s de 200.000 millones de d¨®lares en vencimientos, liquid¨® la suma original en concepto de intereses y a¨²n boquea.

El economista Jaime Atienza, t¨¦cnico de C¨¢ritas Espa?ola, observa en Argentina el agotamiento de un modelo fundamentado 'en una apertura acelerada en lo externo y un ajuste permanente en los interno', sin capacidad para competir en la globalizaci¨®n. La Am¨¦rica Latina m¨ªsera, el ?frica agonizante o el Asia pordiosera sucumben ante la mundializaci¨®n y su deuda es pr¨¢cticamente impagable. 'Alg¨²n mecanismo debe implementarse para aliviar los compromisos', admiten funcionarios internacionales. La facultad de cada pa¨ªs para pagar sus deudas, seg¨²n el criterio m¨¢s generalizado, debe ser calculada en funci¨®n de su capacidad para cumplir los objetivos de la Cumbre del Milenio, que incluyen la reducci¨®n de la pobreza del mundo a la mitad para el a?o 2015.

Los gobiernos reclaman una mayor generosidad en la iniciativa de 1996 del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, que abri¨® el paso a las anulaciones de deuda, previas reformas estructurales en los pa¨ªses afectados. La mayor¨ªa aplaudir¨ªa la suspensi¨®n de pagos mientras acreedores, deudores y la sociedad civil debaten sobre las salidas posibles, y un arbitraje al amparo de la ONU. El FMI no parece ser el juez id¨®neo en esta f¨®rmula. 'No s¨®lo es un acreedor de peso, sino que adem¨¢s no es neutral', agrega Jaime Atienza.

El ex director del FMI Michel Camdessus, los Nobel de econom¨ªa, Joseph Stiglitz y Amartya Sen, o la directora de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Mary Robinson, son mencionados como algunos de los miembros de esa eventual mediaci¨®n, que decidir¨ªa sobre la insolvencia argentina y sentar¨ªa un precedente. El Consenso de Monterrey se limita a recomendar misericordia al FMI y al Banco Mundial y que aprecien en sus reglamentos de pago aquellas circunstancias que hayan alterado 'la sostenibilidad de la deuda de un pa¨ªs como consecuencia de cat¨¢strofes naturales, trastornos graves en la relaci¨®n de intercambio o conflictos'.

Los deudores m¨¢s agobiados se reclaman damnificados de coyunturas e imponderables, v¨ªctimas del dogal del FMI o de la avaricia de los bancos comerciales. Agrupados en comit¨¦s prestaron abundantemente, con tipos de inter¨¦s bajos, y decidieron a conveniencia los plazos de cobranza dando por sentado que un Estado no puede declararse insolvente. El realismo busca en M¨¦xico medidas m¨¢s audaces contra una deuda que, en buena medida, apuntal¨® dictaduras y populismos, enriqueci¨® a presidentes, funcionarios y empresarios c¨®mplices, fue transferida a cuentas suizas, o absorbida por el analfabetismo pol¨ªtico.

La contabilidad contin¨²a siendo perversa. 'Por cada d¨®lar que los pa¨ªses ricos destinan al apoyo de los pa¨ªses pobres, estos destinan seis al pago de su deuda', denuncia Alejandro Villamar, coordinador del Foro Global.