El Gobierno catal¨¢n fuerza a Miquel Puig a dimitir y desata una grave tormenta pol¨ªtica
Puig poetiz¨® su salida de TV-3: 'Yo, como Antonio Machado, me voy ligero de equipaje', sentenci¨®
La izquierda parlamentaria le ha hecho, sin querer, un flaco favor a Miquel Puig. Su apoyo ha contribuido a hundir al director general de la Corporaci¨®n Catalana de Radio y Televisi¨®n (CCRTV). Desde su primera comparecencia ante la comisi¨®n de control del organismo, la l¨®gica parlamentaria no ha existido. Mientras que los diputados de CiU -y eventualmente los del PP- cuestionaban la gesti¨®n de Puig, el bloque de izquierdas la aplaud¨ªa. Una situaci¨®n que evidenciaba el arrepentimiento de los nacionalistas por haber aceptado el nombramiento del director general por consenso. CiU, que siempre hab¨ªa controlado los medios audiovisuales de la Generalitat, asist¨ªa a rega?adientes a la p¨¦rdida de poder en TV-3, pieza clave -consideran- para ganar unas elecciones.
Las desavenencias pol¨ªticas entre la plaza de Sant Jaume y Sant Joan Desp¨ª han sido frecuentes. ?sta es la cr¨®nica de una crisis paso a paso.
- Dimisi¨®n de Llu¨ªs Oliva. El anterior director de TV-3 fue el primer ejecutivo de la CCRTV que cay¨®, en septiembre de 2000, tras el nombramiento de Miquel Puig. ?ste se atrevi¨® a forzar la salida de un hombre muy pr¨®ximo a Jordi Pujol.
- Autonombramiento como director de TV-3. Puig se autonombra director de TV-3 en sustituci¨®n de Oliva, a la espera de que el Parlament apruebe de forma inmediata la nueva ley de la CCRTV. El grupo de CiU paraliza dicha reforma al no conseguir consenso por su intenci¨®n de que sea el Gobierno, y no el Parlament, el que designe al director general de los medios p¨²blicos.
- Dimisi¨®n de Josep Maria Torrent. En noviembre de 2000, el director de informativos, Josep Maria Torrent, un profesional de la ¨®rbita convergente, se ve obligado a dimitir por la p¨¦sima cobertura informativa del asesinato por ETA del ex ministro socialista Ernest Lluch. Lo sustituye Ramon Rovira, que no se incorpora hasta casi un a?o despu¨¦s.
- Conferencia en Tribuna Barcelona. Miquel Puig, en una conferencia pronunciada en diciembre de 2001, manifiesta que en estos momentos Catalu?a no necesita m¨¢s autogobierno. Estas palabras, procedentes de uno de los impulsores de la Fundaci¨®n Barcelona -que agrupa al sector nacionalista m¨¢s moderado de CDC-, irritan a Presidencia, departamento dominado por la nueva hornada de soberanistas, con el conseller en cap, Artur Mas, a la cabeza.
- 'Caso Francino'. Los soberanistas exigen el relevo del editor y presentador del Telenot¨ªcies vespre, Carles Francino, convertido en s¨ªmbolo de la independencia informativa de la cadena. Durante las nevadas del pasado diciembre, Francino abri¨® un informativo recordando que Artur Mas se hallaba en una discoteca mientras media Catalu?a estaba bloqueada por el temporal.
- 'Set de nit'. El programa de humor de El Terrat, que incluye parodias de Artur Mas y del Rey, encrespa los ¨¢nimos del entorno del conseller en cap.
- Nombramiento de Joan Oliver. Fracasada la nueva ley de la CCRTV, Miquel Puig se ve obligado a nombrar un director para TV-3 y consensuarlo con el Gobierno catal¨¢n. Esto ocurre el pasado 4 de marzo. A cambio, el director general exige asumir el control econ¨®mico de TV-3 y Catalunya R¨¤dio. La izquierda acusa a Mas de injerencia.
- Destituci¨®n de Joan M. Clavaguera. Apenas 15 d¨ªas despu¨¦s de este pulso, Puig destituye al director de Catalunya R¨¤dio por oponerse a cederle el control econ¨®mico de la emisora. Esto le cuesta el cargo al director general y abre la crisis actual. Puig se despidi¨® ayer de sus colaboradores po¨¦ticamente: 'Yo, como Antonio Machado, me voy ligero de equipaje'.
La familia nunca le quiso
La familia convergente nunca ha considerado a Miquel Puig Raposo uno de los suyos, aunque milita en el partido desde hace casi 20 a?os. Su manera de actuar, pragm¨¢tica, sin atenerse a disciplinas partidistas, lo ha hecho inc¨®modo al poder establecido. Y su larga carrera al servicio de la Administraci¨®n auton¨®mica s¨®lo se justifica por su reconocida capacidad de gesti¨®n. Algo que tambi¨¦n ha demostrado estando al frente de la Corporaci¨®n Catalana de Radio y Televisi¨®n (CCRTV) durante los dos ¨²ltimos a?os, aunque, por lo visto, para este cargo eso no era suficiente. Nacido en Tarragona hace 47 a?os, hijo de catal¨¢n y madrile?a, se cri¨® en Tomelloso (Ciudad Real) y vivi¨® hasta los 19 a?os en Madrid. Se licenci¨® en Ciencias Econ¨®micas en la Universidad de Barcelona y ampli¨® estudios en Estados Unidos, en el prestigioso Instituto de Tecnolog¨ªa de Massachusetts. Empez¨® su vida profesional ejerciendo como profesor en su facultad, donde su jefe de departamento era el a la saz¨®n dirigente de Esquerra Republicana Joan Hortal¨¤ y sus compa?eros de tareas docentes los actuales ministros Josep Piqu¨¦ y Anna Birul¨¦s. Cuando, en 1984, Hortal¨¤ fue colocado por Jordi Pujol al frente del Departamento de Industria, el nuevo consejero reclut¨® a sus tres disc¨ªpulos m¨¢s aventajados. El relevo de Hortal¨¤, primero por Maci¨¤ Alavedra y luego por Antoni Subir¨¤, no afect¨® al ascenso de Puig, que lleg¨® a la secretar¨ªa general. Antes de ocupar la direcci¨®n general de la CCRTV, Puig fue comisionado de la Generalitat para la Sociedad de la Informaci¨®n, cargo en el que gan¨® una fama de pol¨ªtico dialogante y profesional flexible que ha mantenido estos dos ¨²ltimos a?os, en los que ha llevado la paz social a la convulsa TV-3. Uno de sus mayores logros, junto al contrato programa -que asegura la financiaci¨®n de la televisi¨®n y la radio p¨²blicas- y el liderazgo de las audiencias.
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