Euforia econ¨®mica y tensi¨®n pol¨ªtica en el Sal¨®n del Libro de Par¨ªs
Un subsecretario representa al Gobierno italiano en la inauguraci¨®n
La 22? edici¨®n del Sal¨®n del Libro que se celebra en Par¨ªs se abri¨® ayer en medio de un contexto complicado, en el que se mezclan la euforia econ¨®mica por la buena marcha del sector en Francia y en Italia -pa¨ªs que este a?o es invitado de honor- y la tensi¨®n pol¨ªtica derivada de la actitud de la ministra francesa de Cultura, Catherine Tasca, que dej¨® bien claro que no acudir¨ªa a la inauguraci¨®n de la feria si acud¨ªa Silvio Berlusconi. Finalmente, fue el subsecretario de Bienes Culturales, Nicol¨¢s Bono, el representante italiano.
En Italia, las palabras de Tasca fueron utilizadas para avivar la fibra patri¨®tica y criticar a 'unos franceses que siempre quieren dar lecciones a los dem¨¢s'. El ministro de Cultura transalpino, Giuliano Urbani, puso como condici¨®n a su presencia el 'recibir excusas de personas autorizadas' tras la 'grave ofensa' lanzada por Tasca. Los subsecretarios de Estado Vittorio Sgarbi y Nicolas Bono llegaron a la capital francesa con la consigna de 'no avivar el fuego' y no responder a las declaraciones antiberlusconianas de la gran mayor¨ªa de escritores italianos presentes, m¨¢s de sesenta.
2001 ha sido para las editoriales galas un a?o de crecimiento de su volumen de negocio -un 6% m¨¢s respecto a 2000, que ya conoci¨® un aumento del 4,3%-, al tiempo que se alcanzaba la inquietante cifra de 44.618 t¨ªtulos publicados. En Italia, 2001 tambi¨¦n fue excelente, con un montante global del sector que conoci¨® una alza del 0,49% y super¨® los 3.460 millones de euros. En los dos pa¨ªses gobiernan dos gigantes de la edici¨®n, Vivendi Universal Publishing y Lagard¨¨re Media, en Francia; Mondadori y Rizzoli, en Italia, pero tambi¨¦n hay lugar para independientes como Gallimard, Flammarion, Albin Michel, Seuil, Feltrinelli y Adelphi.
La televisi¨®n, la radio y la prensa prestan una gran atenci¨®n a este sal¨®n del libro. Por ejemplo, en las televisiones p¨²blicas, a partir de las 11 de la noche, ayer se dedicaba una emisi¨®n de hora y media a un Especial Italia centrado en sus escritores, mientras las distintas cadenas de radio acogen a algunos de los narradores viajeros, ya sean Andrea Camilleri, Vicenzo Consolo, Claudio Magris o Alessandro Baricco. Las ¨²ltimas obras de Umberto Eco y Antonio Tabucchi han sido ampliamente comentadas por las 11 emisiones literarias televisivas que, en siete canales distintos, compiten por convertirse en herederas de los Apostrophes y Bouillon de Culture de Bernard Pivot. La prensa diaria ha dedicado muchas p¨¢ginas a un sal¨®n que esta vez tiene la virtud de hablar de un pa¨ªs por el que la mayor¨ªa de franceses siente admiraci¨®n y por el que se inquietan.
El sal¨®n, que se abre hoy al p¨²blico, no descansa s¨®lo en la presencia de escritores. Claudia Cardinale intervendr¨¢ en un espacio destinado a la edici¨®n de obras de teatro y prestar¨¢ su voz a la lectura de algunas de ellas, y el inmenso pabell¨®n italiano es una reproducci¨®n elegante y estilizada de la biblioteca palatina de Parma y por s¨ª solo ya merece la visita, los debates period¨ªsticos sobre Afganist¨¢n prometen ser muy animados y contar¨¢n con la presencia del excelente narrador afgano Atiq Rahimi, mientras la fuerza de la delegaci¨®n asi¨¢tica -40 quioscos- prefigura, para dentro de dos ediciones, un especial dedicado a China. Para acabar, un dato que rompe la imagen de progreso: en Italia, en 1998, el 41,9% de los ciudadanos dec¨ªa haber le¨ªdo al menos un libro al a?o; en 2000, el porcentaje se ha reducido a un 38,3%.
El escritor y la guerra
El Parlamento Internacional de Escritores lanz¨® el 6 de marzo un llamamiento a favor de la paz en Palestina. Hoy, desde Par¨ªs y su sal¨®n, organiza un viaje de escritores a dicho territorio, viaje en el que el estadounidense Russell Banks, el espa?ol Juan Goytisolo, el chino Bei Dao, el nigeriano Wole Soyinka, el italiano Vincenzo Consolo, el surafricano Breyten Breytenbach, el portugu¨¦s Jos¨¦ Saramago y el franc¨¦s Christian Salmon actuar¨¢n como embajadores de la paz.
Para Banks, 'es importante ver con los propios ojos y o¨ªr con los propios o¨ªdos lo que es vivir en Palestina e Israel para quienes viven ah¨ª, mujeres y ni?os, todos los que no son pol¨ªticos. Quiero ver c¨®mo es su vida cotidiana'. El escritor est¨¢ cansado 'de la representaci¨®n as¨¦ptica que hacen del horror y de la conciencia los medios de comunicaci¨®n'. Goytisolo tiene la experiencia de haber descubierto que 'el escritor puede decir cosas que el periodista no dice', sobre todo gracias a que su 'background de conocimientos supuestamente literarios es mucho m¨¢s duradero que el del corresponsal'. Los Nobel Saramago y Soyinka viajan por otros motivos. El primero para comprender 'lo incomprensible en ese conflicto, que es la incapacidad de los israel¨ªes para sacar consecuencias de los terribles sufrimientos que ha conocido el pueblo jud¨ªo a lo largo de la historia. Sufri¨® la segregaci¨®n y hoy la practica. Fue sometido a la tortura, y hoy tortura. Las v¨ªctimas de ayer, hoy se portan como verdugos'. Soyinka viaja por amistad y respeto. 'Respondo a la invitaci¨®n de un colega prisionero, Mahmoud Darwish. En dos ocasiones deb¨ªa viajar a EE UU para recibir un premio de una universidad y ver a otros escritores. La primera fecha fue aplazada por el 11 de septiembre y luego definitivamente anulada. Esa anulaci¨®n es una traici¨®n inmensa: perdemos una oportunidad de borrar las fronteras. Como ¨¦l no ha podido venir hacia nosotros, nosotros vamos hacia ¨¦l'.
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