?Restos de un naufragio?

Hace tiempo que la teolog¨ªa de la liberaci¨®n (TL) viene siendo obsequiada con el silencio. Parece que ya no molesta ni a la curia romana. Incluso voces amigas se preguntan, con resignaci¨®n hist¨®rica, si no habr¨¢ naufragado por completo aquel movimiento teol¨®gico que tantas esperanzas suscit¨® en los setenta. Los m¨¢s viejos del lugar recordamos bien que se trat¨® de algo m¨¢s que de una fugaz moda teol¨®gica. La TL latinoamericana supuso una gran sacudida. Algunos vieron en ella una amenaza pol¨ªtica para el continente. Se trat¨® de una teolog¨ªa con consecuencias. Conten¨ªa avisos urgentes para las iglesias y sus jerarcas, para la econom¨ªa y la pol¨ªtica, para la sociedad. Propon¨ªa nuevas formas de ejercer el poder.

?Qu¨¦ queda de todo aquello? Es la pregunta que responden los 34 te¨®logos y te¨®logas que, invitados por Juan Jos¨¦ Tamayo y Juan Bosch, participan en esta obra. He le¨ªdo las casi 700 p¨¢ginas del libro con gran respeto y admiraci¨®n. Los hombres y mujeres que a ellas se asoman ofrecen 34 relatos en los que habla su vida y su teolog¨ªa. Constituye un gran acierto este encuentro entre lo biogr¨¢fico y lo teol¨®gico.

Figuran, naturalmente, algunos de los m¨¢s conocidos: G. Guti¨¦rrez, H. Assmann, E. Dussel, los hermanos Boff, Jon Sobrino, P. Richard... Dos grandes de la primera hora, I. Ellacur¨ªa y J. L. Segundo, no han podido ya tomar la palabra. Al primero se la arrebataron militares asesinos del Ej¨¦rcito de El Salvador; Segundo falleci¨® de c¨¢ncer hace unos a?os. Pero ninguno de ellos se ha quedado sin semblanza en este libro. Juan Jos¨¦ Tamayo ha recuperado las p¨¢ginas que les dedic¨® en su ya cl¨¢sica obra Para comprender la teolog¨ªa de la liberaci¨®n y las ha incluido aqu¨ª. Un gran acierto.

Pero hay nuevos nombres, nombres menos conocidos en Espa?a, pero de relieve en sus respectivos pa¨ªses. Me limito a citar a las ocho te¨®logas que colaboran en la obra: P. Aquino, I. Guevara, M. C. Bingemer de Luchetti, C. Navia, O. Ortega, V. Rocha, M. Ruiz y E. Tamez. Pertenecen a distintos pa¨ªses y a diferentes confesiones cristianas. Las mujeres, presentes desde el principio en los movimientos de liberaci¨®n, no se incorporaron a la reflexi¨®n teol¨®gica hasta bien entrados los a?os ochenta. Su presencia aporta nuevos matices, nuevas sensibilidades. Ellas son las impulsoras de la pujante teolog¨ªa feminista latinoamericana.

Tambi¨¦n hay nuevos temas: la ya indicada teolog¨ªa feminista, la teolog¨ªa ind¨ªgena, la teolog¨ªa negra, la teolog¨ªa ecol¨®gica y la relaci¨®n entre teolog¨ªa y econom¨ªa. El lector de estos 34 relatos se queda con una excelente panor¨¢mica de lo que fue y es la teolog¨ªa de la liberaci¨®n.

Dicha panor¨¢mica nos sale al paso desde el comienzo gracias a las introducciones de los editores. Juan Bosch titula la suya Introducci¨®n a la teolog¨ªa protestante latinoamericana. Son p¨¢ginas muy logradas en las que se nos ofrece una historia poco conocida. Tamayo, bajo el t¨ªtulo Cambio de paradigma teol¨®gico en Am¨¦rica Latina muestra, una vez m¨¢s, que es nuestro principal conocedor y cultivador de la teolog¨ªa de la liberaci¨®n.

?Restos de un naufragio? Los aciertos de la TL no deben vincularse a su perduraci¨®n en el tiempo. Las teolog¨ªas, como las filosof¨ªas, tienen caducidad. Todo es lo que un d¨ªa fue y lo que despu¨¦s ha llegado a ser. Lo que fue la TL es de dominio p¨²blico; lo que ha llegado se refleja en esta excelente obra. Juzgue el lector si contempla los restos de un naufragio. A no ser que, como Ortega y Gasset, 'a ser juez de las cosas vaya prefiriendo ser su amante'. Una opci¨®n que agradecer¨ªa la nueva TL.