'Vivimos en la ¨¦poca del sonido, las voces no importan'

La d¨¦cima y ¨²ltima entrega de la colecci¨®n Un Pa¨ªs de M¨²sica 2 lleva por t¨ªtulo Voces de una d¨¦cada, y una de esas voces es la de Paloma San Basilio. La cantante y actriz, nacida en 1950, sac¨® el a?o pasado a la venta su disco n¨²mero 27, titulado Escorpio. Salt¨® a la fama en 1980 con la interpretaci¨®n del papel principal en la versi¨®n espa?ola del musical de Broadway Evita. Estuvo en cartel m¨¢s de dos a?os. Abandon¨® el g¨¦nero para dedicarse por completo a su carrera discogr¨¢fica, pero recientemente ha vuelto al musical. Primero con El hombre de La Mancha. Ahora, interpreta My fair Lady en el teatro Coliseum de Madrid. Dice que su pr¨®xima entrega discogr¨¢fica ser¨¢ un homenaje a las canciones que se han escuchado a lo largo de los a?os en los teatros de la calle 42 de Nueva York.

Pregunta. ?Por qu¨¦ decidi¨® dejar sus estudios de Filosof¨ªa y Psicolog¨ªa?

Respuesta. Pues porque siempre, desde muy peque?a, he sentido la llamada de los escenarios. Pero a¨²n sigo siendo bastante filos¨®fica. Me apetec¨ªa eso que te ofrece el teatro de ser varias personas al mismo tiempo. Pero siempre he sido muy curiosa y contin¨²o leyendo mucho, aunque eso de leer, como dec¨ªa Aranguren, no est¨¢ de moda y aburre.

P. Despu¨¦s de haber hecho el musical Evita durante m¨¢s de dos a?os, El hombre de La Mancha y ahora My fair Lady, ?no teme que le encasillen?

R. No. No tengo ning¨²n miedo en ese sentido. Siempre he intentado andar muy por libre en cada etapa de mi vida. Cuando termin¨¦ Evita, me desvincul¨¦ del musical, y eso que tuve ofertas muy jugosas. Pero en aquel momento necesitaba hacer giras, viajar, crecer como cantante. Y el mundo del teatro te exige mucho. Luego di marcha atr¨¢s con El hombre de La Mancha: quise parar de ese mundo tan competitivo, necesitaba otra vez aprender, pero esta vez como actriz. Si me encasillan, pues divinamente, porque ¨¦ste es un g¨¦nero que necesita un trabajo vocal e interpretativo completo.

P. Usted empez¨® enviando a una discogr¨¢fica una cinta grabada con dos canciones que cant¨® s¨®lo con su guitarra. ?Siempre ha sido tan echada p'alante?

R. S¨ª, siempre lo he sido. Adem¨¢s, ?por qu¨¦ le vas a tener miedo a una discogr¨¢fica? No es algo imposible, es como intentar cualquier otra cosa. Es cierto que es un trabajo sin sueldo fijo, pero te permite cumplir muchos sue?os. Yo envi¨¦ una cinta con un tema de Carole King y otro de Roberta Flack y fue bien.

P. ?Cree que esa situaci¨®n con las discogr¨¢ficas ha cambiado?

R. S¨ª, para peor. Antes por lo menos pod¨ªamos ser un poco rebeldes. Ahora tienes que ser como ellos quieren, y si no lo eres, te sustituyen, y punto.

P. Esta colecci¨®n que acaba ha sido un repaso por las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas del pop y rock espa?oles. ?Cu¨¢l de todas ellas le ha marcado m¨¢s?

R. En los setenta siempre estuvieron mis fantasmas. He hecho dos discos de homenaje a aquellos a?os, Perlas y Al este del Ed¨¦n, en los que inclu¨ªa grandes ¨¦xitos de aquella ¨¦poca. Son los que a m¨ª m¨¢s me gustan pero los que menos se han vendido.

P. Este disco se titula Voces de una d¨¦cada. Para usted, ?cu¨¢les son o han sido las mejores voces de Espa?a?

R. Yo me cri¨¦ en Sevilla y, aunque tengo influencias musicales de muy distinto g¨¦nero, creo que mi infancia me marc¨®. Para m¨ª, una de las grandes voces de Espa?a ha sido Concha Piquer. Tambi¨¦n, por supuesto, Montserrat Caball¨¦, que posee una voz que es de otro mundo. Y Roc¨ªo Jurado me parece que posee una fuerza excepcional. Tambi¨¦n me gusta Sole, de Presuntos Implicados.

P. ?En qu¨¦ nota usted que ha cambiado m¨¢s la m¨²sica?

R. Ahora, en el fondo, las voces no interesan. Vivimos en la ¨¦poca del sonido e importa bastante poco lo que hay por detr¨¢s de ese sonido. Ahora, con un ProTools puedes afinarle la voz a un cantante, corregir todo en un estudio.

P. Y el asunto de la crisis de las discogr¨¢ficas, para usted, ?en qu¨¦ reside?

R. Lo que les pasa a las discogr¨¢ficas es que est¨¢n sordas. S¨®lo les interesan los cl¨®nicos que funcionen. No tienen tiempo de pararse a escuchar. Las multinacionales tienen tal nivel de gastos e inversiones que asistimos a la mayor malversaci¨®n de fondos de artistas que hemos vivido en mucho tiempo. Como dir¨ªa Celia Cruz, aqu¨ª no hay cama para tanta gente. Los directivos de las casas de discos cogen el CD y no llegan a terminar de escuchar ni una sola canci¨®n. Es todo muy triste.