'Bin Laden no es el ¨²nico que quisiera tener armas nucleares'
El historiador brit¨¢nico Eric Hobsbawm habla sobre el dominio global estadounidense y sus l¨ªmites tras los atentados del 11 de septiembre, sobre la ¨¦poca de los extremos y una inminente guerra contra Irak.
Pregunta. Profesor Hobsbawm, usted ha calificado al siglo XX como el m¨¢s sangriento de la historia de la humanidad. Tras los atentados terroristas del 11-S y la inminente proliferaci¨®n de las armas de destrucci¨®n masiva, ?debemos esperar otras reca¨ªdas a¨²n peores en la barbarie?
Respuesta. No. Aunque se esperan nuevas guerras en este siglo, en las que quienes m¨¢s sufrir¨¢n ser¨¢n los civiles, las guerras mundiales son bastante improbables.
P. ?No existe una nueva amenaza en potencia, que los terroristas est¨¦n en posesi¨®n de armas biol¨®gicas y qu¨ªmicas o que puedan emplear una bomba at¨®mica?
Ya no valen las viejas ideas que imperaban en Europa sobre una relaci¨®n familiar con EE UU. Es un residuo de la guerra fr¨ªa. Europa debe desarrollar su propia pol¨ªtica
La idea de que Estados Unidos est¨¦ amenazado por el 'eje del mal' es rid¨ªcula. En Washington nadie est¨¢ realmente preocupado por Corea del Norte, Ir¨¢n o Irak
Los atentados del 11-S han conseguido que cristalice en Washington una pol¨ªtica cuyo objetivo es establecerse como la potencia hegem¨®nica del mundo
R. Los comandos de Al Qaeda secuestraron los aviones sirvi¨¦ndose de cuchillos. Los terroristas s¨®lo poseen una nueva t¨¢ctica: el suicidio.
P. Alguien que se suicida de esa manera podr¨ªa emplear tambi¨¦n armas qu¨ªmicas o nucleares.
R. Seguro, pero, ?qu¨¦ tiene que ver el peligro de su proliferaci¨®n con el 11-S? Ese peligro existe desde los a?os noventa, sobre todo porque cada vez sal¨ªa m¨¢s material nuclear de los arsenales de la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica. El mundo est¨¢ repleto de armas.
P. Osama Bin Laden quer¨ªa hacerse con una bomba at¨®mica.
R. No es el ¨²nico al que le encantar¨ªa tener una bomba at¨®mica. Pero no hab¨ªa por qu¨¦ esperar al 11-S para preocuparse por eso.
P. Desde los atentados, Estados Unidos practica una pol¨ªtica exterior agresiva contra los posibles impulsores del terrorismo.
R. Los atentados han conseguido que cristalizase una pol¨ªtica en Washington que ya se ven¨ªa desarrollando desde el final de la guerra fr¨ªa: una pol¨ªtica cuyo objetivo es establecerse como la potencia hegem¨®nica en el mundo.
P. De todos modos, desde la ca¨ªda de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, ?no es EE UU la ¨²nica superpotencia y autoridad mundial que puede controlar y regular un conflicto?
R. La ¨²nica autoridad global es la ONU y no tiene ning¨²n poder. Depende de un Consejo de Seguridad en el que EE UU y otros pa¨ªses pueden imponer su veto. Es curioso que la globalizaci¨®n avance en el campo econ¨®mico, cient¨ªfico, t¨¦cnico e incluso en el cultural, pero no en el pol¨ªtico. Los Estados nacionales son las ¨²nicas unidades pol¨ªticas eficaces que quedan. Una cifra de 200 aproximadamente, aunque s¨®lo cuenta una mano: la de EE UU, como potencia aplastante.
P. Y el presidente de esta potencia dominante ha localizado ahora un eje del mal. Los estadounidenses a menudo tienden a llevar a cabo cruzadas maniqueas.
R. El pensamiento maniqueo en blanco y negro. En la pol¨ªtica de Estados Unidos, el mal y el bien ya estaban profundamente delimitados. Existe una expresi¨®n alemana, 'primac¨ªa de la pol¨ªtica interior', que se puede aplicar especialmente a EE UU con su publicidad democr¨¢tica. Para alcanzar prop¨®sitos en pol¨ªtica exterior hay que apoyarse en la pol¨ªtica interior estadounidense. Tambi¨¦n se dice que Estados Unidos est¨¢ amenazado por una potencia inmoral y casi sat¨¢nica. Es lo que sucedi¨® en la guerra fr¨ªa y ahora vuelve a suceder.
P. ?Qu¨¦ opina usted sobre los planes del Pent¨¢gono: poner en juego peque?as armas at¨®micas, si las circunstancias lo requieren, tambi¨¦n contra China y Rusia?
R. Hasta ahora se part¨ªa de la idea de que las armas at¨®micas ten¨ªan la misi¨®n de disuadir el uso de armas at¨®micas. Desde la p¨¦rdida de su monopolio nuclear durante la guerra fr¨ªa, EE UU nunca se ha planteado en serio su uso. En mi opini¨®n, las ofensivas con armas at¨®micas contra otras potencias nucleares u otros pa¨ªses que no tengan armas at¨®micas son totalmente inaceptables. S¨®lo una potencia que aspire a la hegemon¨ªa absoluta del mundo puede tomarlo en consideraci¨®n.
P. Los estadounidenses se ponen l¨ªmites con frecuencia. ?Buscan la seguridad de las materias primas, entre las que el petr¨®leo ocupa el primer lugar?
R. Quieren m¨¢s. Estados Unidos quiere la hegemon¨ªa mundial. Ha perseguido este objetivo desde la II Guerra Mundial. Pero en los pa¨ªses occidentales nadie se ha preocupado por ello; al fin y al cabo, se unieron a la guerra fr¨ªa contra la Uni¨®n Sovi¨¦tica. S¨®lo los franceses se dieron cuenta de que bajo otras circunstancias los estadounidenses podr¨ªan representar un serio problema.
P. Conseguir la hegemon¨ªa mundial sin tropas de tierra es bastante dif¨ªcil, ya sea en Afganist¨¢n o en Irak.
R. No, sin tropas de tierra no es posible. Y ha desaparecido una de las mayores ventajas de las superpotencias del siglo XIX, es decir, que un Gobierno leg¨ªtimo y poderoso necesita la obediencia civil. Los Habsburgo pudieron gobernar sin problemas Bosnia y Herzegovina durante 40 a?os, mientras que hoy se necesitan 10.000 soldados extranjeros para evitar que todo se haga pedazos. Esto plantea un gran problema para EE UU: quieren dominar el mundo a trav¨¦s de la alta tecnolog¨ªa, con las m¨ªnimas repercusiones para la vida estadounidense. Y eso no puede ser.
P. Sin embargo, EE UU quiere arremeter ahora contra el eje del mal, contra Corea del Norte, Ir¨¢n e Irak.
R. La idea de que EE UU est¨¦ amenazado por estos tres pa¨ªses es rid¨ªcula. Estoy seguro de que en Washington nadie est¨¢ realmente preocupado por Corea del Norte, Ir¨¢n o Irak.
P. ?Es ahora el islam militante el enemigo m¨¢s peligroso de EE UU?
R. El islam no representa ning¨²n peligro para EE UU porque es un fen¨®meno del Tercer Mundo y EE UU puede destruir cualquier pa¨ªs del Tercer Mundo con sus bombas. Es as¨ª de sencillo. Hoy por hoy, el verdadero problema de la pol¨ªtica exterior estadounidense es Israel. Tambi¨¦n aqu¨ª aparece la primac¨ªa de la pol¨ªtica interior en la forma del poderoso grupo de presi¨®n israel¨ª en Norteam¨¦rica. Pero una buena relaci¨®n pol¨ªtica con los Estados ¨¢rabes va contra los intereses nacionales de EE UU, ya que ahora quiere atacar Irak e Israel es su ¨²nico aliado.
P. Olvida al primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, aunque en el Partido Laborista est¨¢ armando mucho jaleo al respecto.
R. S¨ª, claro, Tony Blair. Si hay un posible Estado sat¨¦lite de EE UU, ese es el Reino Unido. ?ste es el verdadero punto d¨¦bil de los europeos: tener a alguien entre ellos que asegure que har¨¢ lo mismo que hagan los estadounidenses.
P. ?Qu¨¦ posici¨®n deben tomar los europeos ante una posible guerra contra Irak?
R. La guerra contra Irak ser¨¢ una prueba definitiva.
P. Si Sadam Husein es derrotado, se quedar¨¢ en el pa¨ªs como inspector de armas de la ONU.
R. La situaci¨®n me recuerda al comienzo de la I Guerra Mundial, en 1914. En aquel momento, Austria dio un ultim¨¢tum a los serbios que ¨¦stos no pudieron aceptar. Los estadounidenses dar¨¢n a Sadam un ultim¨¢tum similar. Entonces veremos si los estadounidenses, al contrario que en la guerra del Golfo, lo intentan pr¨¢cticamente solos y consiguen derrotar a Sadam.
P. ?Deben participar los europeos?
R. No hay ninguna raz¨®n sensata por la que los europeos tengan que comprometerse con los estadounidenses.
P. Entonces los estadounidenses nos reprochar¨¢n que somos unos cobardes que no hacemos nada ante el peligro de la proliferaci¨®n de las armas de destrucci¨®n masiva.
R. ?Vaya! No hay ning¨²n gran peligro que vaya a ser superado con la ca¨ªda de Sadam. Sin embargo, si es derrotado, toda la regi¨®n puede caer en el caos y en la guerra.
P. ?Puede un conflicto as¨ª romper la amistad transatl¨¢ntica?
R. Creo que ya no valen las viejas ideas que imperaban en Europa sobre una relaci¨®n familiar con EE UU. Es un residuo de la guerra fr¨ªa, pero la guerra fr¨ªa termin¨® hace mucho tiempo. Europa deber¨ªa desarrollar su propia pol¨ªtica.
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