El consumo, disparado

El pasado jueves se conocieron los resultados de la Encuesta Continua de Presupuestos Familiares (ECPF) del cuarto trimestre del pasado a?o, estad¨ªstica que realiza el INE para conocer la naturaleza y el destino de los gastos de consumo, as¨ª como diversas caracter¨ªsticas relativas a las condiciones de vida de los hogares. Con anterioridad a 1997, los resultados eran muy err¨¢ticos y, en muchas ocasiones, poco coherentes con el resto de indicadores de consumo, lo que hac¨ªa a esta encuesta muy poco ¨²til para el an¨¢lisis de la coyuntura. Tampoco era apropiada para conocer con el suficiente detalle la estructura de ingresos y gastos familiares, informaci¨®n necesaria, entre otras muchas finalidades, para obtener las ponderaciones del IPC; para ello se hac¨ªa una encuesta de mucho mayor volumen cada ocho o diez a?os. En 1997 se renov¨® la metodolog¨ªa de la encuesta y se ampli¨® la muestra hasta 8.000 familias, con lo que se pretend¨ªa obtener resultados aptos para la estimaci¨®n coyuntural del consumo de los hogares y, al mismo tiempo, al agregar los datos de todo un a?o, tener informaci¨®n estructural similar a la que se obten¨ªa con las macroencuestas anteriores y con periodicidad anual. Ello va a permitir actualizar cada a?o las ponderaciones del IPC, de manera que ¨¦ste va a recoger la evoluci¨®n de la inflaci¨®n con mayor precisi¨®n y fiabilidad que lo hac¨ªa hasta ahora.

En los ¨²ltimos meses se ha moderado el fuerte crecimiento del consumo de los hogares

Sin embargo, a pesar de estas mejoras, la utilidad de esta encuesta para fines coyunturales sigue siendo escasa. Por un lado, los resultados se publican con bastante retraso, de manera que cuando se conocen ya se ha publicado la contabilidad nacional trimestral (CNTR) y, por tanto, una estimaci¨®n del consumo de los hogares acorde con el resto de informaci¨®n sobre este agregado, el mayor, con mucho, de los que conforman el PIB. Por otro lado, las tasas de variaci¨®n intertrimestral o interanual del gasto en consumo que se deducen de la encuesta siguen teniendo una erraticidad elevada y no se adecuan a las estimaciones de la contabilidad nacional. Como se ve en el gr¨¢fico izquierdo, durante 1998 y 1999 el crecimiento del gasto en consumo, seg¨²n la ECPF, se situ¨® notablemente por debajo del estimado por la CNTR, mientras que durante 2000 y 2001 evoluciona bastante por encima y muy lejos del principal determinante del mismo, el empleo. Como mucho, la encuesta recoge, una vez suavizados los datos trimestrales, la tendencia de este agregado.

En este sentido, los resultados de los ¨²ltimos trimestres ponen de manifiesto la desaceleraci¨®n del consumo de los hogares, aunque conservando tasas de crecimiento elevadas. En cuanto al ¨²ltimo trimestre, se observa, al igual que en el resto de indicadores, un repunte notable, que puede atribuirse en buena parte al efecto euro. La contrapartida del fuerte ritmo de crecimiento del consumo es que, como se ve en el gr¨¢fico derecho, la tasa de ahorro familiar no deja de disminuir desde 1995, hasta situarse en m¨ªnimos hist¨®ricos. La necesaria recuperaci¨®n del ahorro y los datos de las encuestas sobre el clima de confianza de los consumidores hacen pensar en una moderaci¨®n del consumo en los pr¨®ximos trimestres, lo que llevar¨ªa aparejada la continuidad de la fase de desaceleraci¨®n de la econom¨ªa espa?ola.

?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros Confederadas para la Investigaci¨®n Econ¨®mica y Social (FUNCAS).