Un espect¨¢culo contrarreloj

Retransmitir los Oscar es uno de los trabajos m¨¢s ingratos para un productor de televisi¨®n de Los ?ngeles. Para empezar, los protagonistas de su programa son estrellones que se creen con derecho a pronunciar discursos interminables o seudoestrellas (maquilladores, montadores...) sin inter¨¦s alguno para el gran p¨²blico. Por encima de todo, los productores luchan contra el reloj, no porque anden escasos de tiempo, sino porque casi nunca consiguen que la ceremonia avance con un m¨ªnimo ritmo audiovisual.

En Espa?a, la ceremonia de la 74? edici¨®n de los Oscar ser¨¢ retransmitida en directo y en exclusiva por Canal +. Antes de que se enciendan los focos en el Kodak Theatre, la cadena de pago ofrecer¨¢ en abierto (0.15) el reportaje Camino a los Oscar: La cuenta atr¨¢s. Y desdesde Los ?ngeles llegar¨¢ (1.15) el especial La alfombra roja, en el que Ana Garc¨ªa Si?eriz y Jaume Figueras comentar¨¢n la entrada de los asistentes a la gala. Desde un estudio habilitado junto al coliseo relatar¨¢n (a partir de las 2.00 y en emisi¨®n codificada) la ceremonia. Para quienes trasnochen, Canal + emitir¨¢ ma?ana un resumen con los momentos cumbre (22.00).

Canal + ofrece en directo y en exclusiva para Espa?a la gran fiesta del cine

La retransmisi¨®n de este a?o aprende de los errores anteriores y promete algo para cada p¨²blico. Para no espantar a los espectadores m¨¢s j¨®venes con un despliegue de arrugas y cirug¨ªas, los productores de la ceremonia cerraron hace semanas la participaci¨®n de Jennifer L¨®pez, cuya presencia es indispensable como cantante, como actriz y como consumidora de vestidos minimalistas. Junto a ella estar¨¢n los adolescentes del momento: Tobey Maguire (el nuevo Spiderman) y el musculoso Josh Hartnett. Para quienes todav¨ªa se creen j¨®venes, la ABC ha contratado a Sting y Paul McCartney.

La franja superior de edad, entregada de partida, espera la presencia de 'estrellas de verdad'. Para ellos se contrata a Mel Gibson, Tom Hanks y compa?¨ªa. Laura Zalkin, la primera mujer que produce sola la ceremonia por televisi¨®n en la historia de los Oscar, sabe que todo esto no sirve de nada si despu¨¦s los ganadores hunden el espect¨¢culo con sus peroratas: 'La gente que va ganando los premios es la que hace que la gala sea buena o mala. Yo puedo prepararlo todo y hacerlo todo bien, pero si luego suben al escenario con una lista interminable de agradecimientos, el espect¨¢culo ser¨¢ aburrido', asegura Zalkin.

La productora tiene una capacidad envidiable para declinar toda responsabilidad en el producto final: 'Si los ganadores son buenos en sus discursos, el espect¨¢culo ser¨¢ bueno haga yo lo que haga', reconoce. A cada ganador se le conceden 45 segundos de gloria, lo que en segundos televisivos puede convertirse en una tortura inacabable. Zalkin garantiza que se pueden pronunciar 137 palabras en 45 segundos, que son muchas, pero recomienda decir s¨®lo seis: 'Doy las gracias a la Academia'.

El nuevo local de la ceremonia, el Kodak Theater, ofrece una distribuci¨®n en palcos que permite tambi¨¦n perspectivas m¨¢s agradables para las c¨¢maras. Sydney Poitier y Robert Redford, entre otros, tienen entradas de palco, lo que este a?o les dar¨¢ un aspecto casi presidencial. El local es de menor tama?o, lo cual recortar¨¢ el recorrido de los ganadores entre sus butacas y el estrado. Son estas peque?as cosas las que, seg¨²n Zalkin, pueden salvar su cabeza para lograr que la contraten el a?o que viene.

Todo esto acumula una preocupaci¨®n que desestabiliza el bienestar de los ejecutivos de la ABC, conscientes de que la ceremonia del a?o pasado dio los peores ¨ªndices de audiencia de la historia de la televisi¨®n en EE UU. S¨®lo fue seguida por 43 millones de espectadores, un 7% menos que el a?o anterior. En televisi¨®n, la retransmisi¨®n de los Oscar se conoce tradicionalmente como 'la Super Bowl de las mujeres'. Hay una acumulaci¨®n de audiencia garantizada y mayoritariamente femenina.

Aunque la gala suele ocupar el segundo puesto en audiencia del a?o despu¨¦s de la final de f¨²tbol americano, el precio de los anuncios est¨¢ lejos de ser equiparable: costaron 2 millones de d¨®lares por 30 segundos en la ¨²ltima Super Bowl y apenas llegan a 1,2 millones en la gala de hoy. Y lo que es peor, se ha bajado el precio un 7% con respecto a la ¨²ltima edici¨®n.

La presentadora, Whoopi Goldberg, es un valor casi tan seguro como Billy Crystal porque gusta a casi todo el mundo. El gui¨®n, por decimotercera vez consecutiva, lo escribe el c¨®mico Bruce Vilanch, que promete bucear en la actualidad 'para buscar cosas de las que podamos re¨ªrnos', cuenta en el USA Today.