A Abelardo se le va la mano
El Barcelona, por una vez, lo ten¨ªa todo de cara. Cocu hab¨ªa dado la vuelta al marcador hac¨ªa s¨®lo un suspiro cuando a Abelardo se le reaparecieron todos sus fantasmas: en un bal¨®n que Luis Garc¨ªa iba a controlar sin problemas, el defensa lleg¨® pasado de vueltas y con los tacos al viento para llevarse por delante la pierna del delantero. La jugada no ten¨ªa peligro aparente pero a Abelardo se le fue la mano y el ¨¢rbitro, Losantos Omar, no dud¨® ni un instante que el color de la tarjeta que tocaba era el rojo.
Abelardo corri¨® detr¨¢s del ¨¢rbitro y lo primero que hizo fue pedir perd¨®n, sin m¨¢s. Ped¨ªa el cambio de color de la tarjeta con todos sus compa?eros y cuando se iba al vestuario tuvo tiempo para volver a pedir perd¨®n a alg¨²n compa?ero, al propio Luis Garc¨ªa y, por qu¨¦ no, a s¨ª mismo. Y luego, concluido el partido y ya vestido de calle, el defensa asturiano invadi¨® el c¨¦sped para besar uno a uno a sus compa?eros. Otra especie de mea culpa.
Abelardo hab¨ªa regresado al f¨²tbol despu¨¦s de un a?o lesionado y sentado en el grader¨ªo del Camp Nou. Y estaba siendo una pieza clave en la resurrecci¨®n de la ¨²ltima semana de su equipo. En Estambul fue una de los responsables de la limpieza de imagen de su equipo.
Rexach no reaccion¨® de inmediato, se tom¨® todo el descanso y los tres primeros minutos de la segunda mitad para adivinar a qu¨¦ renunciaba. Y la soluci¨®n fue, como siempre, la menos arriesgada: quit¨® del campo al eje sobre el que gira el f¨²tbol de ataque blaugrana, esto es, a Xavi, y a?adi¨® seguridad en su defensa con la entrada de Fran de Boer. El Bar?a ech¨® en falta a su reaparecido defensa central inmediatamente porque justo despu¨¦s de su expulsi¨®n el Valladolid le peg¨® en cinco segundos dos veces al palo. El cambio de papeles fue tan radical que el Bar?a se fue haciendo peque?o y el Valladolid cada vez m¨¢s grande.
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