La hora de la reforma municipal
Justo con la entrada de la primavera nos llega la noticia de que la Federaci¨®n Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) ha acordado la creaci¨®n de una comisi¨®n paritaria FAMP-Junta de Andaluc¨ªa para actualizar el pacto local que le propuso el a?o pasado la Consejer¨ªa de Gobernaci¨®n.
Tanto en el seno de la FAMP, como fuera de ella, todos los partidos pol¨ªticos andaluces coinciden -al margen de diferencias secundarias- en que ha llegado la hora de incrementar las competencias de los municipios porque, al ser las Administraciones m¨¢s cercanas a los ciudadanos, ellos pueden gestionar m¨¢s eficazmente los servicios p¨²blicos.
La verdad es que este argumento, en su elegante sencillez, es de una fuerza tal que es imposible no compartirlo, sin necesidad de a?adirle otros argumentos, como la tradici¨®n de la democracia local, el principio de subsidiariedad y la baja participaci¨®n en el gasto p¨²blico total de los entes locales (el 14% aproximadamente, frente al 41% de las CCAA y 45% del Estado), que nos diferencia de otros Estados democr¨¢ticos, tanto federales (el 20% en Suiza, el 25% en EE.UU) como unitarios (27% del Reino Unido, 48% en Dinamarca), etc¨¦tera. Por eso, no es de extra?ar que las diferencias entre los partidos radiquen no en la conveniencia derealizar una 'segunda descentralizaci¨®n', sino en la forma de financiarla: mientras los ediles del PSOE reclaman que el Estado las pague, los del PP piden que lo haga la Junta e Izquierda Unida, PA y PSA demandan que las financien ambas Administraciones.
Sin embargo, y quiz¨¢s por culpa de esta maravillosa primavera que tanto transtorna, no estoy seguro de que la mejor forma de incrementar la eficacia de las Administraciones p¨²blicas andaluzas en su conjunto sea la de aumentar las competencias locales, con independencia de qui¨¦n deba hacer el correspondiente traspaso de recursos econ¨®micos. Mi discrepancia de la un¨¢nime opini¨®n pol¨ªtica dominante se basa tanto en un an¨¢lisis de la situaci¨®n actual como, sobre todo, si hago un razonamiento especulativo del futuro. As¨ª, los datos comparativos de distribuci¨®n del gasto no terminan de convencerme bien porque en algunos casos se comparan cosas muy heterog¨¦neas (en Gran Breta?a y en los Estados Unidos el tama?o de los entes locales es muy superior al espa?ol, comenzando por Nueva York, Londres y otras grandes ciudades que tienen m¨¢s poblaci¨®n que Andaluc¨ªa), o en otros no hay tanta diferencia (el gasto local en Alemania es del 16% y en Francia el 19%). Igualmente, no acabo de ver con claridad que los municipios est¨¦n gestionando con una eficacia excepcional las competencias que ahora tienen asignadas,como demuestran sus dificultades a la hora de resolver problemas tan cotidianos como los aparcamientos ilegales, las casas en ruinas y los botellones, a pesar de que en Espa?a hay m¨¢s de 460.000 funcionarios locales, el 20% del total de funcionarios p¨²blicos.
Pero, como digo, mis reticencias sobre las transferencias de competencias a los municipios son, sobre todo, puramente especulativas, acerca de lo que puede pasar en el futuro. Tomo el ejemplo m¨¢s reciente,el caso de las pol¨ªticas activas de empleo: la FAMP reclama por unanimidad que, despu¨¦s de que el Estado traspase a la Junta esta competencia, ¨¦sta a su vez las traspase 'en su totalidad o en el porcentaje que se estime a las Corporaciones Locales'. Sin embargo, los ciudadanos a la hora de buscar empleo no atendemos tanto al municipio donde vivimos, como a la distancia que razonablemente podemos recorrer para ir y volver de nuestro domicilio al lugar de trabajo, lo que hace que el 'radio laboral' de la mayor¨ªa de los andaluces abarque, por lo menos, diez municipios. Por eso, ?qu¨¦ l¨®gica tiene que sean los Ayuntamientos los que se encarguen de las pol¨ªticas de empleo? Lo mismo se puede decir del medio ambiente, las infraestructuras, la protecci¨®n civil y casi todas las competencias cuyo traspaso se est¨¢ estudiando.
As¨ª las cosas, me parece que la tarea m¨¢s urgente que debemos plantearnos en relaci¨®n con la Administraci¨®n local deber¨ªa ser la de adecuar la estructura de nuestros 769 municipios a la realidad social actual, m¨¢s que transferirles competencias. No tiene mucha l¨®gica que al mismo tiempo que defendemos que todas las empresas andaluzas -comenzando por las Cajas de Ahorros- deben aumentar su tama?o para servir mejor a Andaluc¨ªa, mantengamos y reforcemos un mapa local que es, poco m¨¢s o menos, el trazado por el Arreglo Provisional de los Ayuntamientos del Reino de 23 de julio de 1835. Por decirlo de forma un tanto rotunda: hay que plantearse la conveniencia de seguir el camino de Alemania y Francia, que han fusionado m¨¢s de dos mil municipios cada una en los ¨²ltimos treinta a?os; eso y crear ?reas metropolitanas, Mancomunidades y Comarcas como alternativas a unas Administraciones locales concebidas cuando el principal medio de comunicaci¨®n eran los pies de los hombres y s¨®lo algunos privilegiados pod¨ªan moverse a caballo. Entonces, cuando tengamos unos entes locales en consonancia con la sociedad moderna, s¨ª que me parecer¨¢ estupendo incrementar su haz de competencias.
Agust¨ªn Ruiz Robledo es profesor titular de Derecho Constitucional de la Universidad de Granada
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