Modelos para amar y morir
Tras exhibirse en Barcelona y antes de que lo haga en Bilbao, se presenta ahora en la Biblioteca Nacional de Madrid, la exposici¨®n titulada Del amor y la muerte. Dibujos y grabados de la Biblioteca Nacional, que ha sido organizada por esta instituci¨®n y por la Fundaci¨®n Caixa Catalunya. Habiendo contado con el cualificado comisariado de Elena de Santiago, esta muestra re¨²ne 101 piezas, entre dibujos y grabados, relacionados con el sugerente tema propuesto, el del amor y la muerte. Como explica su comisaria en el bello cat¨¢logo que acompa?a la exposici¨®n, no era tarea f¨¢cil decidir c¨®mo afrontar una selecci¨®n antol¨®gica de entre los abrumadores fondos que atesora la Biblioteca Nacional, que no en balde cuenta con m¨¢s de 40.000 dibujos, 150.000 estampas sueltas y hasta medio mill¨®n de encuadernadas en libros, sin olvidarnos de que el m¨¦todo m¨¢s socorrido al respecto, el de hacer la criba por autores famosos, ya hab¨ªa sido empleado antes y con artistas de la altura de Goya o Durero. Por todo ello, decidieron, a mi juicio, con acierto, emplear un criterio tem¨¢tico y que el asunto en cuesti¨®n fuera, desde un punto de vista hist¨®rico, de lo m¨¢s representativo, como lo es, sin duda, el del amor y la muerte, de perenne actualidad. En realidad, su alcance y vigencia son tan obvios que plantearon de inmediato el problema de su acotaci¨®n, que finalmente se resolvi¨® mediante una serie de apartados en funci¨®n de las muy diversas perspectivas, sagradas y profanas, con que ha sido tratado el tema.
DEL AMOR Y LA MUERTE. DIBUJOS Y GRABADOS DE LA BIBLIOTECA NACIONAL
Biblioteca Nacional de Madrid Paseo de Recoletos, 20. Madrid Hasta el 12 de mayo
Plantear una exposici¨®n mediante un criterio tem¨¢tico no es s¨®lo una opci¨®n leg¨ªtima y, seg¨²n el caso, directamente apasionante, sino en especial muy ¨²til cuando se trata de obra gr¨¢fica. No olvidemos que las estampas fueron usadas por los artistas como modelo orientador no s¨®lo de sus composiciones y los elementos t¨¦cnicos que las configuran, sino precisamente como fuentes hist¨®ricas, o, lo que es lo mismo, correas de transmisi¨®n ideol¨®gicas. En este sentido, no creo que pueda haber un mejor ejemplo que el de la exposici¨®n que comentamos, donde hay un aluvi¨®n de pistas y sugerencias para, al margen de la calidad art¨ªstica de cada pieza, adentrarse a fondo dentro de la cultura occidental, cuya religi¨®n, filosof¨ªa y literatura han girado constantemente sobre el amor y la muerte.
Nos encontramos, por tanto, en esta ocasi¨®n, con dos formas complementarias de recorrer y sacar provecho de esta exposici¨®n: la de apreciar, desde un punto de vista art¨ªstico, las obras exhibidas, y la de descifrar el contenido de lo que representan. En el primero de los casos, basta con citar el nombre de algunos de los autores de los dibujos y las estampas seleccionados para percatarse de su importancia, porque all¨ª est¨¢n una buena parte de los mejores maestros de todos los tiempos, como, entre otros, cito al azar, Parmigianino, Giulio Romano, Tiziano, Caravaggio, Goltzius, Miguel ?ngel, Durero, Veron¨¦s, Rubens, Rembrandt, Ribera, Boucher, Fragonard, Hogarth, Goya, Ingres, etc¨¦tera. Como se ve, un impresionante conjunto de los mejores de todas las escuelas y ¨¦pocas de la historia del arte occidental.
En cuanto al inter¨¦s cultural de las
estampas, la otra posible perspectiva para analizar el contenido de la muestra, aumenta su complejidad y su inter¨¦s, porque aqu¨ª literalmente no se pueden establecer l¨ªmites, dada la amplitud y versatilidad del asunto elegido. Para no caer en el caos e indiscriminaci¨®n, la comisaria ha optado por encauzar nuestra mirada de la forma menos restrictiva o, si se quiere, m¨¢s abierta, una dif¨ªcil tarea que hay que agradecer, porque exige un criterio no s¨®lo erudito, sino tambi¨¦n did¨¢ctico. En todo caso, el resultado conseguido es sobresaliente, se mire como se mire la exposici¨®n, la cual estoy convencido no defraudar¨¢ ni al visitante cultivado, ni al simple curioso, algo que ocurre en muy pocas ocasiones.
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