La falta de profesionales lastra a Europa

Espa?a tiene cientos de trabajadores no cualificados en paro, pero le falta mano de obra en el sector agr¨ªcola y pesquero. En B¨¦lgica sobran los profesionales de la tierra y el mar, aunque pocos son los que se atreven a emigrar hacia el sur y cubrir esas vacantes en Espa?a. El mercado laboral europeo presenta enormes desajustes, aunque hasta el momento ninguna instituci¨®n comunitaria ha hecho mucho m¨¢s que enunciar el problema. Sin embargo, el Banco Central Europeo (BCE) ha publicado un inusitado informe en el que se?ala de forma muy concreta los d¨¦ficit y super¨¢vit profesionales que registran algunos pa¨ªses de la zona euro.

A la vista de los datos, resulta dif¨ªcil trazar un perfil del profesional m¨¢s demandado en Europa. Cada pa¨ªs presenta sus propias peculiaridades y ni siquiera el volumen de vacantes corresponde exactamente con el nivel de cualificaci¨®n requerido. En casi todos los pa¨ªses que comparten el euro escasean los expertos en nuevas tecnolog¨ªas, pero cada vez es m¨¢s com¨²n la b¨²squeda denodada de personas que puedan salir a faenar barcos o servir men¨²s en un restaurante. En algunas regiones de la zona euro, se?ala el banco, el 50% o m¨¢s de las vacantes exige un nivel bajo de educaci¨®n. 'Esto puede indicar la ausencia de incentivos para los trabajadores con poca formaci¨®n en algunos pa¨ªses', a?ade el BCE.

Empleos sin incentivos

La experiencia, al menos en Espa?a, corrobora esta tesis, ya que en muchas ocasiones las condiciones que ofrecen estos trabajos no son lo suficientemente atractivas. 'Los empleados del hogar, por ejemplo, est¨¢n muy mal remunerados. Eso provoca una carencia de mano de obra estable que se cubre con inmigrantes', asegura Luis Sebasti¨¢n de Erice, de la consultora de recursos humanos William Mercer.

Aparte del papel que la inmigraci¨®n pueda desempe?ar en el mercado laboral europeo, el BCE considera imprescindible corregir esos desajustes entre la oferta y la demanda comunitarias. El banco recomienda medidas generales, como reformas laborales, adecuaci¨®n de los salarios a la productividad, cambios en la prestaci¨®n por desempleo... Sin embargo, otros expertos creen que incrementar la movilidad geogr¨¢fica requiere medidas diferentes; la primera de ellas, la informaci¨®n.

La persona que busca empleo necesita conocer dos elementos clave: qu¨¦ tipo de profesionales sobran en un determinado lugar y cu¨¢les faltan en otro. Es la conclusi¨®n de Javier Romeo, responsable en Espa?a del proyecto Eures, la red europea de b¨²squeda de empleo que informa sobre ofertas y demandas en 18 pa¨ªses (los 15 de la Uni¨®n Europea m¨¢s Noruega, Islandia y Lietchenstein). Este proyecto, que funciona desde 1993, pretende garantizar el derecho europeo a la libre circulaci¨®n de trabajadores entre los pa¨ªses comunitarios. Su uso, de momento, es bastante minoritario, a pesar de que dispone permanentemente de ofertas de trabajo. No obstante, la evoluci¨®n es ascendente. De 20.000 ofertas de que dispon¨ªa el sistema en 1997, en 2000 el n¨²mero sobrepasaba ya las 200.000. En Espa?a, la repercusi¨®n es aun menor que en otros pa¨ªses comunitarios. Y, hasta ahora, los demandantes de empleo espa?oles que se interesan por conseguir un puesto en el extranjero superan a los empresarios que difunden sus ofertas en la red europea, seg¨²n Encarna Abenojar, euroconsejera de la red Eures.

No obstante, algunas experiencias recientes demuestran que una buena campa?a informativa es el mejor remedio contra las barreras laborales. En poco m¨¢s de un a?o, Espa?a ha exportado cientos de enfermeras y dem¨¢s personal m¨¦dico a diferentes pa¨ªses comunitarios. Mientras que aqu¨ª muchas tienen que esperar a que salgan convocatorias p¨²blicas, Reino Unido, Francia, Holanda y Suecia, entre otros pa¨ªses, tienen urgencia por cubrir vacantes sanitarias.

Algo similar se intent¨® a la inversa, sin demasiado ¨¦xito. Para paliar la escasez de trabajadores de la tierra en Espa?a, los responsables de Eures firmaron un acuerdo con Portugal para importar mano de obra. La acogida fue muy t¨ªmida y, en la pr¨¢ctica, los puestos se cubrieron con trabajadores provenientes de pa¨ªses ajenos a la Uni¨®n Europea.

La falta de inter¨¦s a la hora de solicitar un puesto de este tipo obedece en gran medida a la temporalidad que lleva asociada. Normalmente se requieren trabajadores para hacer frente a las campa?as de recogida de determinados productos. Esto a?ade a la oferta de trabajo una estacionalidad que desanima al ciudadano europeo que se desplace desde otro pa¨ªs.

El d¨¦ficit de trabajadores para campa?as agr¨ªcolas afecta precisamente a los tres pa¨ªses europeos con m¨¢s actividad del campo y principales perceptores de los fondos europeos: Francia, Alemania y Espa?a. Sin embargo, al margen de las campa?as agr¨ªcolas, la actividad por cuenta propia en este sector disminuye a un ritmo vertiginoso. En Espa?a, el a?o pasado 140 peque?os agricultores y ganaderos dejaron de trabajar cada d¨ªa en esta actividad, seg¨²n datos del sindicato agrario Uni¨®n de Peque?os Agricultores.

Recursos fiscales

Fomentar la movilidad entre pa¨ªses requiere tambi¨¦n ofrecer incentivos econ¨®micos, y no s¨®lo referentes al salario. 'Seguro que el tema fiscal es una herramienta potente', argumenta el experto de William Mercer, que lanza la idea de ciertas reducciones de impuestos a quienes se decidan por trabajar m¨¢s all¨¢ de sus fronteras. Tambi¨¦n que las condiciones de vida en el pa¨ªs de destino sean atractivas para el trabajador.

Pero, por debajo de todos los razonamientos t¨¦cnicos, subyacen razones culturales que determinan la permanencia en el lugar de origen. Mientras que en Estados Unidos la movilidad es algo inherente al trabajador, en Europa, y en particular, en Espa?a, el empleado es mucho m¨¢s proclive a quedarse en la empresa donde comenz¨® su carrera. En los ¨²ltimos a?os se perciben cambios en esta tendencia, aunque normalmente asociados a sectores como la inform¨¢tica, con mucha demanda de mano de obra y menos profesionales de los requeridos, lo que implica que las condiciones para cambiar de trabajo suelen ser estimulantes.

Para facilitar la movilidad entre pa¨ªses, muchas empresas, en especial multinacionales, elaboran lo que se denomina una pol¨ªtica para expatriados. Consiste en estudiar las condiciones de vida y de trabajo en otros pa¨ªses para que la compa?¨ªa conozca cu¨¢nto le va a costar mandar un trabajador all¨ª y el empleado cuente con una mejor informaci¨®n del lugar al que emigra. El plan incluye desde aspectos jur¨ªdicos y fiscales hasta factores de calidad de vida. En Espa?a, estas pr¨¢cticas a¨²n est¨¢n poco desarrolladas.