Un italiano reserv¨®n

Est¨¢ en Espa?a desde 1993, pero todav¨ªa hay un mont¨®n de expresiones que no es capaz de decir en castellano con la rapidez con la que le gusta hacer las cosas. Para Gabriele Burgio, nacido en 1954 en Florencia, al d¨ªa le faltan horas.

Burgio pilota la cadena hotelera NH desde junio de 1999, tras una convivencia en la gesti¨®n que result¨® imposible con el fundador de la firma, Antonio Catal¨¢n, que decidi¨® abandonar la marca. Desde entonces, NH ha seguido una pol¨ªtica de crecimiento sin cara ni ojos, alejada de los personalismos. 'Es injusto personificar el ¨¦xito empresarial que est¨¢ teniendo NH en alguien, porque tras el mismo hay muchos talentos', dice.

Si por Burgio fuera, ni su nombre, ni su imagen, saldr¨ªan en los medios de comunicaci¨®n. Es algo que le horroriza, y se le nota, pese a que comprende que aparecer en p¨²blico de vez en cuando forma parte de las obligaciones del presidente ejecutivo de una empresa que cotiza en Bolsa y que se ha convertido en una peque?a multinacional. En los ¨²ltimos cinco a?os, NH ha iniciado un fuerte proceso de expansi¨®n internacional que la ha llevado a estar presente en 18 pa¨ªses, a emplear a 10.000 personas y a facturar 940 millones de euros. Ese proceso de internacionalizaci¨®n llena de orgullo a Burgio, que todav¨ªa recuerda el d¨ªa en que NH decidi¨® dar el paso al exterior. 'Emprender ese camino fue muy importante y en ¨¦l nos hemos ido encontrando con buenos socios'. Uno de los que se han incorporado recientemente a la cadena ha sido Amancio Ortega, due?o de Inditex.

La internacionalizaci¨®n, emprendida al principio con cautelas, ha tenido tres hitos importantes. El primero, cuando NH compra en 1999 la cadena holandesa Krasnapolsky, con 60 hoteles; la compra en junio de 2001 de la mexicana Krystal, con 14 hoteles, y la reciente adquisici¨®n de la alemana Astron, con 53 hoteles. En total, NH tiene ya 237 establecimientos abiertos y 34 proyectos en construcci¨®n.

Burgio dice que le gustar¨ªa tener m¨¢s tiempo para ocuparse de todos los detalles de los hoteles, pero le es imposible. Antes, cuando se alojaba en alguno de ellos, lo hac¨ªa de inc¨®gnito, 'pero ahora es una estrategia que ya no vale', comenta 'porque me conocen'. Viaja unos 90 d¨ªas al a?o. Si donde se encuentra hay alg¨²n hotel de la cadena, pernocta en ¨¦l. Si no hay, va cambiando de cadena 'para coger cultura hotelera', dice, 'porque lo peor en un negocio es pensar que se sabe todo y se tienen las claves del ¨¦xito'.