El asesino confeso de Virginia Acebes se sentar¨¢ en el banquillo antes de este verano
La defensa pide la absoluci¨®n y alega que la declaraci¨®n fue realizada con intimidaci¨®n
Tres a?os despu¨¦s de la comisi¨®n del crimen, Luis Gabriel Mu?oz, asesino confeso de Virginia Acebes, la estudiante de 19 a?os a quien viol¨® y asest¨® m¨¢s de 40 pu?aladas en la madrugada del 20 de noviembre de 1999 en Bilbao, se sentar¨¢ en el banquillo de los acusados antes de verano. La fecha de la vista se determinar¨¢ en las pr¨®ximas semanas y se celebrar¨¢ en la Secci¨®n Primera de la Audiencia Provincial de Vizcaya. Sorpresivamente, dada la acumulaci¨®n de pruebas, la defensa pide la libre absoluci¨®n y alega que la declaraci¨®n fue arrebatada al acusado con intimidaci¨®n.
El autor del crimen, de 26 a?os, apenas 1,60 de estatura, delgado, pelo casta?o y mirada baja, fue detenido en noviembre de 2000 en Bilbao. La clave que permiti¨® a la Ertzaintza cercar al sospechoso fueron los pelos de perro encontrados en su veh¨ªculo, que correspond¨ªan con los hallados en el cuerpo de la v¨ªctima en el monte Artxanda. Las pesquisas comenzaron a centrarse en Mu?oz cuando otra joven, Iratxe C., de 18 a?os, denunci¨® en junio de 1999 que hab¨ªa sido v¨ªctima de un intento de violaci¨®n en la Plaza de Unamuno, de Bilbao. Precisamente, en la boca del metro de esta zona del Casco Viejo de la capital vizca¨ªna, fue donde, siete meses antes, Mu?oz hab¨ªa divisado a Virginia Acebes y la eligi¨® como v¨ªctima.
Iratxe C. tuvo m¨¢s suerte y logr¨® desasirse de su agresor y huir. La Ertzaintza logr¨® arrestarle despu¨¦s y el juez le envi¨® a prisi¨®n por intento de retenci¨®n ilegal. Un mes m¨¢s tarde fue puesto en libertad, pero la polic¨ªa sigui¨® su pista hasta que pudo arrestarle por el crimen de Acebes. En el juicio por el intent¨® de violaci¨®n celebrado en julio del pasado a?o, en el que se le conden¨® a tres a?os de c¨¢rcel, Mu?oz, reconoci¨® que intent¨® meter a la joven en la furgoneta porque su intenci¨®n era violarla. Lo mismo que, presuntamente, hab¨ªa hecho meses antes con Acebes.
En el juicio, Mu?oz tendr¨¢ que enfrentarse a una petici¨®n fiscal de 32 a?os de c¨¢rcel; 12 por un delito de violaci¨®n, 20 por asesinato. Adem¨¢s, de una indemnizaci¨®n de 120.200 euros para los padres de la v¨ªctima y 30.000 por cada hermano. La Fiscal¨ªa se basa fundamentalmente en la confesi¨®n del acusado ante el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 2 de Bilbao, que investig¨® el caso, y en la prueba de ADN que se le practic¨®. El resultado de la autopsia concuerda minuciosamente con la declaraci¨®n del imputado.
A pesar de estas pruebas irrefutables, la defensa de Mu?oz, que act¨²a en turno de oficio, ha sorprendido al pedir la libre absoluci¨®n. Y es que el procesado niega ahora que ¨¦l fuera el autor del crimen. Se ha desdicho de su confesi¨®n fr¨ªa y detallada ante la Ertzaintza y ante el Juzgado y asegura que le fue arrancada con intimidaci¨®n, seg¨²n se ha informado en medios del caso.
Sin embargo, Mu?oz relat¨® con todo lujo de detalles como hab¨ªa elegido su v¨ªctima al azar. Cont¨® que a las tres de la madrugada del 20 de noviembre le traslad¨® al monte Artxanda, 'el primer sitio que se le ocurri¨®'. Una vez all¨ª, transcurridos unos minutos, viol¨® a Virginia. Cuando ¨¦sta se dispon¨ªa a vestirse le dijo que no lo hiciera porque iba a violarla de nuevo. El acusado cont¨® ante la juez que se puso encima de la muchacha y la apu?al¨® sin que ella se resistiera. Cuando se desmay¨®, crey¨® que hab¨ªa fallecido.
En su confesi¨®n, se?al¨® que despu¨¦s se alej¨® del lugar unos metros durante diez minutos, pero regres¨® porque le pareci¨® que la joven se mov¨ªa. Y la mala suerte se conjur¨® de nuevo contra la universitaria. Acebes pidi¨® a su violador que le llevase al m¨¦dico y ¨¦ste 'se ceg¨® con ella' porque se sent¨ªa enga?ado, ya que pens¨® que se hab¨ªa muerto. As¨ª que, primero le abofete¨® y luego comenz¨® a asestarle cuchilladas hasta matarla.
Horas m¨¢s tarde, el asesino volvi¨® al lugar del crimen para ver si aparec¨ªa el cad¨¢ver, ya que en los medios de comunicaci¨®n se dec¨ªa que no se encontraba. Mu?oz regres¨® a Artxanda meses despu¨¦s con la que entonces era su novia y, seg¨²n la declaraci¨®n del acusado ante la juez, le cont¨® que all¨ª hab¨ªan hallado el cuerpo sin vida de una chica. Lo que no le revel¨® es que el era el asesino. La joven tuvo que recibir tratamiento cuando se detuvo a Mu?oz.
La acusaci¨®n particular, que representa a la familia Acebes, pide 40 a?os de prisi¨®n; 15 por violaci¨®n y 25 por asesinato con alevos¨ªa y ensa?amiento, la pena m¨¢xima que contempla el C¨®digo Penal por estos delitos, y una indemnizaci¨®n. La acusaci¨®n popular, representada por la asociaci¨®n Clara Campoamor, coincide con la petici¨®n de la acusaci¨®n particular y adem¨¢s solicita que cuando salga de prisi¨®n, con permisos o definitivamente, el procesado no se acerque durante cinco a?os a Bilbao, donde reside la familia de la v¨ªctima.
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