Siglo y medio sobre dos ra¨ªles

La antigua estaci¨®n valenciana de la calle del Sagrario de San Francisco fue el punto de partida del primer viaje ferroviario de la Comunidad Valenciana, entre Valencia y el Grao. Rodaba el 21 de marzo de 1852, y aunque tanto la v¨ªa hacia el puerto como la estaci¨®n valenciana hace muchos a?os que desaparecieron (la del Grao sigue en su lugar), el evento supuso el disparo de salida en tierras valencianas para que un medio de transporte en auge, el ferrocarril, comenzara a distribuir traviesas y ra¨ªles a lo largo de todo el territorio.

Siglo y medio despu¨¦s, el tren, en sus versiones de v¨ªa estrecha y normal, o en las de tranv¨ªa y metro, mueve millones de toneladas de mercanc¨ªas y cientos de millones de viajeros cada a?o. Para conmemorar la efem¨¦ride, el presidente de Renfe, Miguel Corsini, y el consejero de Obras P¨²blicas, Jos¨¦ Ram¨®n Garc¨ªa Ant¨®n, presentaron hace d¨ªas el libro 150 a?os de ferrocarril en la Comunidad Valenciana 1852-2002, que hace un repaso a un siglo y medio de f¨¦rreo progreso, por la solidez de los avances tecnol¨®gicos. Un progreso paralelo como sus v¨ªas al crecimiento econ¨®mico, y totalmente encarrilado al futuro, ya que tiene la vista puesta, seg¨²n destacaron los responsables pol¨ªticos, con ambiciosos proyectos de alta velocidad para los principales corredores de la Comunidad.

Valencia se dio prisa. El 28 de octubre de 1848 Barcelona se uni¨® a Matar¨® con dos rieles paralelos que constituyeron la primera l¨ªnea de ferrocarril espa?ola (s¨®lo peninsular, porque en Cuba se inaugur¨® en 1937 la l¨ªnea La Habana-G¨¹imes). Y Madrid le sigui¨® el paso el 9 de febrero de 1851 al conectarse con Aranjuez. Pero Valencia no quiso perder el tren del progreso y poco m¨¢s de un a?o despu¨¦s que los madrile?os inaugur¨® su propio trayecto. Modesto, de apenas cinco kil¨®metros, pero al que r¨¢pidamente le sigui¨® la l¨ªnea Grao-X¨¤tiva, de 56 kil¨®metros, el aut¨¦ntico salto al futuro. En apenas unas d¨¦cadas, los ra¨ªles se extendieron como una red de ara?a por los pasos naturales que durante siglos constituyeron los caminos tradicionales entre las tierras valencianas y el resto de la pen¨ªnsula. Entre 1852-1868 se puso en marcha la l¨ªnea Almansa-Valencia-Tarragona, quiz¨¢ el corredor m¨¢s importante. A ¨¦ste le sigui¨® la l¨ªnea Almansa-Alicante (1858); la Alicante-Murcia y el ramal Albatera-Torrevieja (en 1884); y Valencia-Utiel (1885). Incluso se enlaz¨® con Arag¨®n con dos l¨ªneas: v¨ªa ancha (1900) y estrecha (1907). El boom del ferrocarril, en tiempos en los que el carro era el ¨²nico medio terrestre al alcance de los valencianos se puede medir en el n¨²mero de, kil¨®metros de v¨ªas: desde los 188 de 1860 hasta los 727 de 1890 o los 1.273 de 1920.

Este auge, adem¨¢s de transformar el paisaje, tambi¨¦n acarre¨® el de un elemento arquitect¨®nico, tambi¨¦n tratado en el libro del aniversario y fundamental en muchas ciudades, las estaciones, que en muchos casos evolucionaron conforme a la industria del hierro. Algunas, como la estaci¨®n del Norte de Valencia o la de Alicante mantienen todav¨ªa su esplendor. Otras, como la estaci¨®n Central de Arag¨®n, en Valencia, que fue derribada en 1974, desaparecieron del patrimonio en ¨¦pocas recientes. Y otras, como la valenciana de Santa M¨®nica, tambi¨¦n llamada del Trenet o del Pont de Fusta, han perdido su primitiva funci¨®n para dar paso a otro tipo de nuevos medios ferroviarios.

De hecho, otros cap¨ªtulos del libro-homenaje hacen referencia a los tranv¨ªas, tanto los modelos tirados en sus or¨ªgenes por mulas, inaugurados en 1876 en Valencia, como los ya electrificados a partir de 1900, e incluso los modernos de su renacimiento de 1994, cuando se inaugur¨® la l¨ªnea T-4 de Valencia. Los tranv¨ªas, hasta 1877, en que se describieron como trenes en cascos urbanos, se consideraban en principio ferrocarriles de tracci¨®n animal. Y en Alicante se mantuvieron as¨ª hasta 1924. Pero los el¨¦ctricos tampoco duraron. Acosados por los coches, y considerados peligrosos, inc¨®modos e insalubres, desaparecieron en 1969 en Alicante y en 1970 en Valencia.

Tambi¨¦n el metro, que se inaugur¨® en Valencia el 8 de octubre de 1988 con 7,4 kil¨®metros de trazado subterr¨¢neo, forma parte de la historia ferroviaria valenciana. Transporte de futuro, las previsiones del Consell para 2011 son que la red cuente con 144 kil¨®metros, 123 estaciones y 80 millones de viajeros al a?o.

Pero, sin duda, el gran reto del ferrocarril en tierras valencianas, a tenor de las manifestaciones de los pol¨ªticos, es la implantaci¨®n de una red de alta velocidad. El AVE Madrid-Comunidad Valenciana y el Corredor Mediterr¨¢neo son de momento una promesa de trenes a 250 kil¨®metros por hora, un abismo respecto a los 20 kil¨®metros de principios de siglo XX. Lejos de quedar obsoleto, una vez que el Libro Blanco del Transporte de la UE se consagra a eliminar coches y camiones de la carretera en favor del tren, el futuro de las comunicaciones pasa por seguir encarrilado.