De sentires y de seres
He le¨ªdo estos d¨ªas la larga entrevista realizada por el periodista Javier Ortiz al lehendakari Ibarretxe. En un momento de la conversaci¨®n cuenta el lehendakari que desde muy joven asumi¨® el mestizaje cultural con enorme naturalidad a trav¨¦s de su abuelo materno, desterrado en Galicia tras la Guerra Civil, que a menudo le repet¨ªa estas palabras: 'En esta vida, no hay problema para vivir en ning¨²n sitio. Basta con que nunca olvides en d¨®nde vives y tampoco de d¨®nde vienes'.
Dice Ibarretxe que esta misma actitud es la que ha encontrado en sus visitas a la di¨¢spora vasca, cuando en los distintos lugares de Am¨¦rica le dec¨ªan: 'Nosotros aqu¨ª nos hemos dado cuenta de que para ser buenos vascos tenemos que ser buenos argentinos, o buenos norteamericanos, o buenos venezolanos, o buenos uruguayos...'. Cuando he le¨ªdo estas palabras he escrito al margen del libro: Y para ser buenos vascos en Espa?a, ?habremos de ser buenos espa?oles? ?o es que la ¨²nica manera de ser buenos vascos consiste en no ser espa?oles?
Distinguir y articular lo que sentimos o somos en el sentido identitario y lo que somos en el sentido institucional-pragm¨¢tico: he ah¨ª el nudo gordiano de la pol¨ªtica vasca. Distinci¨®n relacional esta, por cierto, que parece estar resuelta para la mayor¨ªa de la sociedad vasca. Seg¨²n el ¨²ltimo Euskobar¨®metro, un 69 por ciento de los ciudadanos de Euskadi compatibilizan, en grados diversos, las identidades vasca y espa?ola, destacando ese 34 por ciento que afirma sentirse 'tan vasco como espa?ol'. El 21 por ciento se manifiestan 's¨®lo vascos' y un raqu¨ªtico 4 por ciento sostiene ser 's¨®lo espa?ol'.
Quiero llamar la atenci¨®n sobre este ¨²ltimo dato, que echa por tierra todos esos relatos mitoman¨ªacos sobre una supuesta espa?olizaci¨®n de Euskadi: la inmensa mayor¨ªa de los ciudadanos y las ciudadanas que votan al PP y al PSE hacen suya, con la mayor naturalidad, esa actitud que Ibarretxe tanto admira de los vascos de la di¨¢spora: asumen que para ser buenos espa?oles en Euskadi hay que ser buenos vascos. Entre mis papeles guardo un anuncio del PP con motivo de las elecciones municipales de 1998 en el que, junto a la foto de su candidato a alcalde de Labastida, puede leerse en euskera y castellano el siguiente mensaje: 'Soy de Labastida. Soy vasco. Todo lo que amo, mi familia, mis amigos, est¨¢ aqu¨ª y por ellos trabajo cada d¨ªa. Recogiendo lo mejor que llevamos dentro para que esta tierra sea nuestro mejor futuro. Nuestra ra¨ªz m¨¢s profunda'. Por cierto, en la versi¨®n en euskera 'soy vasco' se ha escrito euskalherritarra naiz, sin ning¨²n temor a utilizar la referencia a Euskalherria, tan denostada en otros momentos por un PP empecinado en confrontar sentires y seres.
Leo en el diario Deia una entrevista con Richard Irazusta, portavoz de la organizaci¨®n nacionalista vascofrancesa Abertzaleen Batasuna. En Iparralde, dice, 'la gente se siente vasca, pero transformar ese sentimiento en conciencia pol¨ªtica no es f¨¢cil. Si se pone en oposici¨®n a lo franc¨¦s, est¨¢ claro que la gente elige ser franc¨¦s'. Por eso, sostiene que hay que convencer a la gente de las ventajas de instituciones de autogobierno como el departamento vasco. ?Quiere esto decir que ve posible y necesario compatibilizar la identidad nacional vasca con el hecho de ser 'buenos franceses'? Si es as¨ª, yo me pregunto: ?por qu¨¦ lo que en Venezuela o en Idaho, incluso en Francia, puede ser armon¨ªa, en Euskadi s¨®lo puede ser conflicto? Es cierto que todo el problema no est¨¢ en el nacionalismo vasco pues, como se?ala Baumann, cuanto m¨¢s utilicen las ¨¦lites estatales la carta nacional, m¨¢s recurrir¨¢n las minor¨ªas nacionales a la autoafirmaci¨®n secesionista (no veo a Mayor Oreja diciendo euskalherritarra naiz).
Escrib¨ªa Charles Taylor en 1970: 'Canad¨¢ est¨¢ entre el peque?o n¨²mero de pa¨ªses que pueden ense?ar al mundo c¨®mo hacer de la diversidad una fuente de riqueza, partiendo de la diversidad existente entre los franc¨®fonos y los angl¨®fonos y, tambi¨¦n, de la, menos evidente, que encontramos entre los canadienses de origen y cultura diferentes. Canad¨¢ constituye un medio natural para hacer la experiencia de una sociedad basada en el di¨¢logo'. ?No puede decirse lo mismo de estos nuestros Pa¨ªses Vasco-Navarros, de esta Euskal Herria nuestra? Distinguir y sin embargo articular lo que sentimos o somos en el sentido identitario y lo que somos en el sentido institucional-pragm¨¢tico: aqu¨ª est¨¢ el nudo gordiano de la pol¨ªtica vasca.
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