El Tribunal de Cuentas halla 'demoras injustificadas' en las obras de la Comunidad

El informe del Tribunal de Cuentas relativo a los balances econ¨®micos y a la contrataci¨®n en 1999 de la Comunidad de Madrid observa 'significativas demoras no justificadas en la ejecuci¨®n de los contratos'. Los auditores denuncian que la Administraci¨®n regional, a la hora de encargar obras p¨²blicas, prefiere acudir a empresas que ofrecen rapidez en la ejecuci¨®n en menoscabo del precio. Luego, seg¨²n manifiesta el Tribunal, esta rapidez no se corresponde con la realidad, pues las obras se retrasan. IU recuerda que estas objeciones 'son las mismas a?o tras a?o'.

En las conclusiones del informe, los auditores p¨²blicos, encargados por ley de examinar los balances econ¨®micos de la Administraci¨®n regional, se?alan: 'Se han observado significativas demoras no justificadas en la ejecuci¨®n de los contratos de obras examinados, que ponen de manifiesto deficiencias en las actuaciones administrativas preparatorias'. Y prosigue argumentando que estas deficiencias son 'relevantes', debido a que los contratos en cuesti¨®n se adjudicaron por un m¨¦todo extraordinario (sin concurso) precisamente 'en consideraci¨®n expresa a las reducciones de plazos o invoc¨¢ndose razones de urgencia'.

Un ejemplo: el Tribunal de Cuentas critica un contrato, llevado a cabo por la Consejer¨ªa de Educaci¨®n, por el que se quer¨ªa dotar de ascensores a algunos colegios. Se utiliz¨® el m¨¦todo de urgencia, lo que exime a la Administraci¨®n de convocar un concurso. Esta urgencia era achacable a que estos ascensores deb¨ªan estar colocados durante el curso 1999-2000. Al final, la 'urgencia' no fue tal, ya que las obras empezaron a ejecutarse el 18 de agosto, con lo que no se llegaba, seg¨²n el Tribunal de Cuentas, 'al objetivo temporal determinante', esto es, a que los alumnos disfrutaran de los ascensores durante el curso.

'Momento requerido'

La Consejer¨ªa de Educaci¨®n, en sus alegaciones, se?ala que el contrato se tramit¨® con la medida de urgencia 'porque era el m¨¢s adecuado para la finalizaci¨®n de dichas obras en el momento en que se requer¨ªa'. 'El Tribunal de Cuentas debe tener en cuenta las especiales circunstancias del momento de la tramitaci¨®n: la transferencia de competencias [la Administraci¨®n central transfiri¨® las competencias de educaci¨®n a la Comunidad en julio de 1999] era muy problem¨¢tica, el volumen de expedientes a tramitar era muy elevado y los medios personales y materiales eran muy escasos'.

El Tribunal de Cuentas tambi¨¦n critica esta manera de contratar en la Consejer¨ªa de Obras P¨²blicas. Los auditores p¨²blicos se?alan como inadecuados varios contratos de esta consejer¨ªa con los que se preve¨ªa construir determinadas carreteras o edificios p¨²blicos y en los que, invariablemente, los plazos de ejecuci¨®n no correspondieron con los previstos inicialmente. En las alegaciones, esta consejer¨ªa asegura a modo de explicaci¨®n general: 'En las obras p¨²blicas [...], la complejidad t¨¦cnica de su realizaci¨®n y su duraci¨®n, larga en muchos casos, hace que se den, con frecuencia, cambios importantes entre el momento de contratar y en el momento de realizarlas. Los proyectos, por muy definidos que est¨¦n, no pueden preverlo todo'.

Franco Gonz¨¢lez, diputado de IU, critica que las objeciones del Tribunal de Cuentas 'se repitan'. 'Es moneda de cambio habitual por parte de la Administraci¨®n auton¨®mica acelerar el proceso de forma directa, sin concurso. Y esto lo critica el Tribunal de Cuentas a?o tras a?o. Se adjudican contratos por m¨¦todos urgentes para dar la obra a una empresa determinada y luego la urgencia no es tal. No se puede permitir que esto se critique a?o tras a?o y no se haga nunca nada'.

Franco Gonz¨¢lez tambi¨¦n record¨® que el Tribunal de Cuentas, 'como todo los a?os', se queja de que el Ivima (Instituto de Vivienda de Madrid) no haya puesto al d¨ªa su patrimonio. 'No saben ni lo que tienen', dice el diputado.

Juan Bravo, consejero de Hacienda, replica que los auditores p¨²blicos 'no han puesto objeciones graves en ning¨²n momento, no hay ninguna cr¨ªtica a nivel general, y eso que estamos hablando de un volumen de m¨¢s de mil millones de euros en inversiones'. 'Es cierto que hay contratos que, aunque se traten por el m¨¦todo de urgencia, despu¨¦s se retrasan, pero es que muchas obras son imprevisibles. En cuanto al patrimonio del Ivima, estamos hablando de m¨¢s de 100.000 viviendas, algunas de ellas de los a?os cuarenta. Luchamos con un problema heredado del Instituto Nacional de la Vivienda y es inmensa la casu¨ªstica. Tardaremos a¨²n a?os en resolverlo'.