M¨¢s sobre la ense?anza concertada

Los trabajadores, maestros y profesores del sector de Ense?anza Concertada en Andaluc¨ªa seguimos en un callej¨®n de muy dif¨ªcil salida, por la cerraz¨®n de la administraci¨®n educativa de la Junta y la inhibici¨®n de nuestros valedores legales, los sindicatos.

El posicionamiento de la primera qued¨® bien claro con los espantarrucos extempor¨¢neos del anterior consejero Pezzi y contin¨²a ahora con el mutismo resistente de la actual consejera, C¨¢ndida Mart¨ªnez. De la ineptitud de los segundos dan fe las firmas del ruinoso acuerdo del 21 de diciembre de 1999 y del regresivo convenio vigente, que han hipotecado las justas reivindicaciones mandatadas en la LODE, por tiempo indefinido.

Valgan como ejemplos del suma y sigue dos datos puntuales y significativos. Por un lado, la consejera ha enviado a los centros concertados una carta a la que adjunta el acuerdo alcanzado entre la Consejer¨ªa y los sindicatos CC OO, FETE-UGT, CSI-CSIF, ANPE y USTEA sobre la gratificaci¨®n de jubilaci¨®n de los profesores de la Ense?anza P¨²blica. Nos congratulamos de los logros de nuestros compa?eros, pero no podemos evitar que se nos pongan los dientes largos. Por lo visto nosotros no entramos en el cacareado Plan de Reconocimiento de la Funci¨®n Docente y Apoyo al Profesorado.

Por otro lado, las organizaciones sindicales, patronales y titulares de la Ense?anza Concertada en Andaluc¨ªa (FETE-UGT, FSIE, USO, CC OO, E y G, CECE, ACES, SAFA y FERE) sacan un comunicado pidiendo negociar una serie de puntos y denuncian el silencio y la desconsideraci¨®n de la Consejer¨ªa. A buenas horas, mangas verdes. No obstante, siguen aferrados a su pol¨ªtica parcelista o ambigua.

Todas las reivindicaciones son loables, pero lo cierto es que subyace en el ambiente una palabra tab¨² y fantasma que nadie se atreve a pronunciar: homologaci¨®n; cuando es precisamente en esta palabra donde reside el meollo de la cuesti¨®n, ya que encierra y contiene todas las reivindicaciones. Nadie la pronuncia, excepto un colectivo que la pide abiertamente.

Me refiero a la Plataforma por la Homologaci¨®n en Andaluc¨ªa. Ya va siendo hora de hacerle caso a la LODE y afrontarla con valent¨ªa y decisi¨®n, sin tapujos ni rodeos. No nos valen monsergas ponderadas ni parches parcelarios ni silencios hirientes. Poquito a poco, pasito a paso, pero con firme voluntad, con contundencia y claridad meridiana, exigimos la homologaci¨®n con la Ense?anza P¨²blica, por derecho, que es el camino m¨¢s corto, y por el derecho que la Ley nos otorga.