Patrimonio con fecha de caducidad

?Puede la ley destinada a proteger el patrimonio hist¨®rico valenciano volverse en contra y dejar una pieza sin amparo? Esta contradicci¨®n afecta a la alquer¨ªa de la Serena o Sirena, una casa se?orial, con aspiraci¨®n de palacio, construida a finales del siglo XVI en el t¨¦rmino de Alfara del Patriarca, lindante a la pedan¨ªa valenciana de Benifaraig. Su expediente de catalogaci¨®n como bien de inter¨¦s cultural (BIC) ha vencido tras quinces meses de tr¨¢mites.

El tiempo es oro. La ley de Patrimonio Cultural Valenciano, de 4/1998 de 11 de junio, a diferencia de la estatal y la de otras comunidades, marca plazos de tiempo para aprobar los expedientes de calificaci¨®n como BIC. Eso quiere decir que si las fechas se rebasan, paga el pato el inmueble, que queda autom¨¢ticamente relegado del inventario durante los tres a?os siguientes, a no ser que el propietario solicite a la Consejer¨ªa de Cultura la protecci¨®n especial.

Miguel del Rey, responsable del grupo de investigaci¨®n sobre Paisajismo y Arquitectura Rural (Paisar) de la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia es tajante y advierte del riesgo: 'No estamos hablando de una alquer¨ªa cualquiera, es la primera pieza de la arquitectura oficial de los Austrias en el mundo rural valenciano y, si desapareciera, no sabr¨ªamos el porqu¨¦ de muchas construcciones renacentistas de la ciudad'. Sus torres y dise?os, seg¨²n el profesor, han inspirado otras alquer¨ªas, adem¨¢s de ser un hito para 'entender' arquitecturas de ese momento como el Colegio del Patriarca o el Ayuntamiento de Ll¨ªria.

El alcalde de Alfara del Patriarca, el socialista Enric M. Cu?at dice que la caducidad del expediente no significa la desprotecci¨®n de la alquer¨ªa y desarrolla soluciones locales: 'Este edificio por sus caracter¨ªsticas y su ubicaci¨®n, con un antiguo jard¨ªn lateral, deber¨ªa de tener una protecci¨®n mayor, pero ante esta carencia lo incluiremos en el inventario local como Bien de Protecci¨®n Local', lamenta recordando otros edificios del municipio, como el caser¨®n se?orial de los Cru?lles, que gozan de la declaraci¨®n de BIC.

Sin bajar la guardia, plantea la presentaci¨®n de un recurso de alzada por parte del Consistorio ante la decisi¨®n tomada por el director general de Patrimonio, apelando a la Ley de Patrimonio Nacional Espa?ol, de 16 de junio de 1985. 'Con independencia de que exista o no una declaraci¨®n expresa por la ley valenciana, la Casa de la Serena dispone de protecci¨®n por la espa?ola, m¨¢s gen¨¦rica. Y como este expediente no est¨¢ cerrado, lo ¨²nico que habr¨ªa que hacer es otro para proteger el entorno de la alquer¨ªa'. A juicio del alcalde, que fue director de Patrimonio de la Generalitat, 'es complicado' hacer acopio de todos los informes de la declaraci¨®n e insta a la Administraci¨®n valenciana a modificar la ley porque 'si se les acumulan los expedientes, pueden encontrarse con muchos casos similares'.

Para evitar que se derrumbara la torre, la Consejer¨ªa de Cultura invirti¨® a finales de los ochenta m¨¢s de veinte millones de pesetas. Con la suspensi¨®n de la declaraci¨®n BIC, el edificio queda exento de beneficios fiscales y otras medidas que garanticen su protecci¨®n.

Y mientras se formulan interrogantes sobre la espl¨¦ndida finca, el propietario, Salvador Alfonso Sales desconoce la decisi¨®n: 'Extraoficialmente, me acabo de enterar por ustedes, no puedo opinar sobre lo que no conozco. Tengo que consultar a mi abogado, pero por lo menos ya sabemos algo'. Desde que se incoa el expediente para la declaraci¨®n de BIC en 1983, el edificio disfruta de protecci¨®n y 'la alquer¨ªa no era ni carne, ni pescado. Durante casi veinte a?os todo han sido gastos de contribuci¨®n y no pod¨ªamos ni actuar', se?ala el amo de una alquer¨ªa heredada de su abuelo.

Lo deseable para todas las fuentes consultadas es que una de las alquer¨ªas m¨¢s emblem¨¢ticas de l'Horta disponga de la protecci¨®n suficiente. No obstante, la ¨²nica alquer¨ªa valenciana declarada BIC, la del Moro sufre la peligrosa erosi¨®n del abandono, porque la Administraci¨®n valenciana, tras a?os de negociaciones, no ha llegado a expropiar los terrenos. Para determinados expertos el quid de la cuesti¨®n reside en arbitrar pol¨ªticas, como la permuta de terrenos y otros beneficios para los propietarios de Bienes de Inter¨¦s Cultural.