El machismo de las mujeres
M¨¢s del 60% de los varones espa?oles tiene por compa?era o madre a una mujer perteneciente a esa generaci¨®n que ha librado la batalla de la igualdad, en casa y en el trabajo. ?Qu¨¦ ha quedado de la revoluci¨®n de las madres en los hombres de hoy?
Tetas, culos y f¨²tbol, y entre partido y anuncio, violencia. A juzgar por la publicidad y los programas de televisi¨®n, se dir¨ªa que ha quedado laminado de los intereses masculinos todo lo que no sean los apetitos m¨¢s elementales del macho: sexo y competici¨®n. En familias donde el padre ha 'aprendido casi a pedir perd¨®n por querer ver el f¨²tbol por televisi¨®n', como la de Pedro M¨¢rquez, de 53 a?os, se encuentran con hijos convertidos en hinchas de su club favorito, 'de los que salen en manada a celebrar los triunfos con banderas y litronas en la Cibeles'.
Amelia Valc¨¢rcel: 'El machismo no ha muerto, pero est¨¢ en retirada. Puede verse en las actitudes de la ¨²nica clase creativa de nuevos valores: la clase media y culta'
Rosario Casta?o: 'Es cosa de hombres y mujeres. Es m¨¢s f¨¢cil que se manifieste en los hombres, pero la mujer lo ha sostenido con su silencio o con su apoyo'
La falta de pudor con la que en programas como Gran Hermano hemos visto a algunos de sus participantes tratar a sus novias o compa?eras, con calificativos como 'mi perrita' o 'mi cosita'; el crecimiento de la violencia en las aulas, junto con un aumento de las violaciones y delitos sexuales protagonizadas por hombres j¨®venes, marcan un regreso a actitudes que expresan la identificaci¨®n del var¨®n con la competici¨®n, el dominio, la autosuficiencia y el derecho sobre las mujeres, dejando para la mujer el cuidado er¨®tico y maternal.
Las palabras que hemos escuchado en diferentes representantes del PP de que las mujeres deber¨ªan ganar menos o trabajar fuera de casa s¨®lo 'si pueden encargarse a la vez de las tareas del hogar' son suscritas por uno de cada cuatro j¨®venes universitarios, seg¨²n un reciente estudio de la Universidad Complutense. Algo que parece reforzado por un ansia renovada de casarse de blanco, incluso por la Iglesia, y el ensalzamiento de los valores de la familia por encima de los profesionales en mujeres j¨®venes de buena familia, que, como Cristina Albi¨¢n, universitaria de 19 a?os, han tenido 'una madre triunfadora en el terreno profesional, pero con una familia rota'.
Un regreso a actitudes que hacen preguntarse a muchos padres, como Pedro M¨¢rquez: '?Qu¨¦ hemos hecho para tener hijos as¨ª?'.
Pol¨ªticamente incorrecto
?Estamos asistiendo a una oleada de conservadurismo o, directamente, a un renacer del machismo?. 'Asistimos a un fin de la censura impuesta por el feminismo, con lo que desaparecen las inhibiciones para exhibir las actitudes machistas, lo que no quiere decir que hayan aumentado. Lo que hoy se lleva es ser pol¨ªticamente incorrecto, con lo que se exhibe un comportamiento en p¨²blico m¨¢s brutal. Las chicas se disfrazan de put¨®n y ¨¦l juega a ser el m¨¢s macho, pero creo que tiene mucho de teatro. En cuanto a la violencia, dudo de que haya aumentado, hay que ver en ella una actitud reactiva del hombre que se siente acosado', sostiene Enrique Gil Calvo, autor de El nuevo sexo d¨¦bil.
'La imagen tan potente que transmite la mujer ha hecho que lo femenino se tema y se reaccione a veces con violencia contra ¨¦l', dice la sex¨®loga Rosario Casta?o.
'El machismo no ha muerto, pero est¨¢ en retirada. Puede verse en las actitudes de la ¨²nica clase creativa de nuevos valores: la clase media y culta', asegura Amelia Valc¨¢rcel, figura de referencia del feminismo actual, quien en Rebeldes cuenta la batalla librada por toda una generaci¨®n de mujeres que fueron criadas en la discriminaci¨®n.
'Mi familia era la t¨ªpica en la que se dice al chico: 'T¨², si¨¦ntate, que tu hermana servir¨¢ la mesa'. Somos dos hermanos. Recuerdo una tarde en que despu¨¦s de haber recogido los deberes y haber tirado los papelitos a la papelera, mi hermano la volc¨® y desparram¨® todos los papelitos por el suelo. Lleg¨® mi madre y me dijo: 'Rec¨®gelos'. Cuando yo protest¨¦ diciendo que hab¨ªa sido mi hermano, me contest¨®: 'Da igual'. Es algo que se me qued¨® grabado. Pero esto ya no es as¨ª, la mayor¨ªa de madres de hoy educan de forma mucho m¨¢s igualitaria a sus hijos. El machismo residual que hoy nos sorprende por su ordinariez pertenece a los sectores m¨¢s inmovilistas de la sociedad, aquellos que nunca han salido de ¨¦l, como son las clases m¨¢s altas y las m¨¢s bajas, y que son los que estamos viendo por televisi¨®n. Pero tiene m¨¢s que ver con el periodo de Gobierno de derechas que vivimos que con los cambios reales de la sociedad. Se trata de bajar el list¨®n todo lo que se pueda con f¨²tbol, programas de cotilleo, chicas de veinte a?os que sirven para anunciar cualquier cosa, con el objetivo de aborregar a la sociedad, una aspiraci¨®n permanente de la derecha'.
'El machismo est¨¢ siendo vencido. Las actitudes de prepotencia masculina son hoy vistas como algo vergonzante entre las clases medias ilustradas', sostiene tambi¨¦n el psiquiatra Carlos Castilla del Pino. 'Otra cosa es que la mujer haya sabido encontrar su lugar. El papel que ha encontrado se asemeja mucho al que ten¨ªa el hombre. La diferenciaci¨®n que deb¨ªa haber introducido con su incorporaci¨®n al mundo sociolaboral no la veo'.
'Las expectativas de ¨¦xito que la madre proyectaba en el hijo var¨®n ahora se esperan de la hija, lo que crea mucho desconcierto en los chicos de hoy. Si ellas ya pueden opinar, tomar la iniciativa, para qu¨¦ sirvo yo. Al sentirse desvalorizados se disfrazan de nuevo con los viejos atributos machistas', explica la psicoanalista Regina Bayo, hija de otra feminista, Lidia Falc¨®n. Si a ello unimos 'el lugar preponderante que ha adquirido la madre frente al padre en la familia, entenderemos que ¨¦ste se pueda sentir ninguneado, lo que puede crear mucha rabia y resentimiento'.
Imitar al var¨®n
Es lo que hace decir al fil¨®sofo Jos¨¦ Antonio Marina que 'contrariamente a lo que se cree, el machismo no s¨®lo no ha desaparecido, sino que los valores femeninos est¨¢n en baja, ya que las j¨®venes est¨¢n copiando los valores competitivos y modelos sexuales del var¨®n'.
Tambi¨¦n Gil Calvo cree que la competitividad introducida por las mujeres ha exacerbado una nueva forma de machismo, m¨¢s implacable, aunque menos visible: 'El nuevo machismo tiene forma de paternalismo. Los hombres ceden el paso a las mujeres en los puestos representativos de la pol¨ªtica o la sociedad porque saben que en el fondo no importa. Se han retirado a reductos m¨¢s inaccesibles, all¨ª donde se toman las ¨²ltimas decisiones y se controla el poder oculto e informal. ?ste no se comparte, gracias a la complicidad masculina basada en el encubrimiento mutuo de las trampas que se aprende en pandilla'.
Unos valores a los que no ser¨ªan ajenos las mujeres. 'Las madres son m¨¢s tolerantes e incluso alientan las trampas en los ni?os, enga?ar sin que te pillen es considerado de chico listo, mientras a las ni?as se las anima a plegarse a la norma', sostiene Gil Calvo.
'El machismo es cosa de hombres y mujeres. La actitud es m¨¢s f¨¢cil que se manifieste en los hombres, pero la mujer ha sostenido ese machismo ya sea con su silencio, porque no sabe responder, o con su apoyo', seg¨²n Rosario Casta?o. 'Las madres siempre transmiten inconscientemente aquello que mejor ayuda a sus hijos a sobrevivir y a ser aceptados por el grupo, y eso hace que aunque aparentemente el trato sea igual, los mensajes que reciben el hijo y la hija siguen siendo diferentes. Los chicos se sienten a¨²n con m¨¢s libertad para salir y actuar; si la hija llega tarde, se preocupan m¨¢s, sobre todo por la posibilidad de quedar embarazada. Cuando un hijo se pone rebelde y no se hace la habitaci¨®n, hacen la vista gorda. Al tiempo que transmiten a las hijas de forma obsesiva una preocupaci¨®n por hacer r¨¦gimen y gustar que tiene mucho que ver con el regreso a la mujer objeto'.
Si a ello unimos lo poco que han cambiado las leyes del deseo entre sexos -'el hombre sigue sienti¨¦ndose atra¨ªdo por el f¨ªsico de la mujer, y ¨¦sta, por el poder y la inteligencia del hombre', se?ala Casta?o-, entenderemos por qu¨¦ la relaci¨®n entre sexos sigue desprendiendo chispas.
Las cifras de la diferencia
SEG?N UN ESTUDIO de la Universidad Complutense de Madrid, uno de cada cinco varones universitarios cree que 'la mujer que parece d¨¦bil es m¨¢s atractiva' y uno de cada 10, que 'el hombre que parece agresivo es m¨¢s atractivo'. El 18% sostiene adem¨¢s que para tener una buena relaci¨®n de pareja es deseable que la mujer sea sumisa. Los atributos m¨¢s valorados en la mujer por los j¨®venes son el atractivo f¨ªsico, la simpat¨ªa y la inteligencia, por este orden. Los m¨¢s valorados por la mujer en el hombre son la simpat¨ªa, sinceridad y, muy por detr¨¢s -s¨®lo el 11%-, el atractivo f¨ªsico. Unas diferencias de valores que se ven refrendadas por la ¨²ltima encuesta del CIS. La buena imagen y atractivo personal son considerados por el 54,4% de las mujeres como unas de las caracter¨ªsticas m¨¢s importantes para triunfar en el trabajo, frente al 22% de los hombres. Lo que s¨ª se ha registrado es un aumento de la responsabilidad masculina frente al sexo y el embarazo. El 35% por ciento de los espa?oles sexualmente activos usa el preservativo, al tiempo que la vasectom¨ªa (a la que se ha sometido el 20%) ocupa ya el mismo lugar que la p¨ªldora como m¨¦todo anticonceptivo.
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