La reforma bancaria rusa

La brusca dimisi¨®n del gobernador del Banco Central de Rusia, V¨ªktor Guer¨¢shchenko, y su inmediata aceptaci¨®n por el presidente Vlad¨ªmir Putin no sorprendi¨® a los financieros. Los medios econ¨®micos rusos interpretan el reemplazo del conservador Guer¨¢shchenko por el liberal Sergu¨¦i Ign¨¢tiev como una se?al de que el Kremlin ha decidido, por fin, agilizar la reforma bancaria, para la que el ex gobernador era un serio obst¨¢culo.

Los reformistas quieren fusionar las peque?as entidades actuales para crear grandes bancos solventes siguiendo el modelo occidental

Guer¨¢shchenko estuvo a la cabeza del Banco Central en los ¨²ltimos a?os de la URSS y en los primeros de la nueva Rusia, hasta que cay¨® en 1994 despu¨¦s del desplome del rublo, pero volvi¨® a ra¨ªz de la crisis de 1998. Aplaudido por su gesti¨®n para salir de esa crisis y evitar la hiperinflaci¨®n que amenaza al pa¨ªs, los ¨²ltimos dos a?os ha irritado a los inversores por oponerse a la reforma bancaria, incluida la del propio Banco Central.

El d¨ªa de su dimisi¨®n apareci¨® en el Parlamento para criticar el proyecto de ley sobre la entidad emisora rusa, que pretende aumentar la transparencia del Banco Central. Guer¨¢shchenko calific¨® de 'tonto' el sistema propuesto en el documento, uno de cuyos autores era precisamente Ign¨¢tiev, entonces viceministro primero de Finanzas.

Uno de los puntos clave de la reforma bancaria que quisieran ver liberales e inversores consiste en que el Central deje de tener capital en otros bancos. En primer lugar, en el Banco de Ahorros, donde tiene el paquete de control: el 67% de las acciones. Guer¨¢shchenko tambi¨¦n se opon¨ªa a exigir que los bancos tuvieran un m¨ªnimo de capital para poder funcionar. El magnate y banquero Alexandr Mamut propuso el a?o pasado que el m¨ªnimo fuera de 30 millones de d¨®lares y que para poder conservar la licencia tuvieran que elevar el capital social en los pr¨®ximos dos a?os a 100 millones. Esas cifras fueron consideradas desorbitadas para Rusia, y German Greff, el ministro de Econom¨ªa, propuso un m¨ªnimo de 10 millones de euros, mientras que Alex¨¦i Kudrin, el titular de Finanzas, consideraba que ser¨ªa suficiente con cinco millones de euros, opini¨®n que finalmente se impuso en el Gobierno. Sin embargo, el Banco Central se opon¨ªa incluso a esta ¨²ltima cifra.

El problema es que el establecimiento de un capital m¨ªnimo llevar¨ªa a la desaparici¨®n de much¨ªsimos bancos rusos, que quebrar¨ªan o tendr¨ªan que fusionarse con otros bancos para sobrevivir.

'La inmensa mayor¨ªa de los bancos rusos est¨¢n descapitalizados. Aqu¨ª hay unos 1.400 bancos, de los cuales m¨¢s de 1.250 son enanos equivalentes a un quiosco de prensa, una droguer¨ªa o una salchicher¨ªa', comentaba a este peri¨®dico un banquero europeo.

Nadie discute que el 90% de los bancos tiene un capital irrisorio. De ah¨ª que se necesite un programa de fusi¨®n, que los liberales del Gobierno pretenden incentivar con la reforma bancaria. Pero el Banco Central, bajo Guer¨¢shchenko, sosten¨ªa que no hab¨ªa que establecer ning¨²n m¨ªnimo de capital a los bancos para que pudieran funcionar, sino que lo importante es el equilibrio, la suficiencia de capital, que consideraba normal al nivel del 10%. Es decir, Guer¨¢shchenko estaba a favor de tener muchos bancos peque?os manejables, mientras que los reformistas piensan que el equilibrio de capital es necesario pero no suficiente, y lo que se requiere son grandes bancos solventes, como ocurre en Europa.

Otro problema de la reforma bancaria es la apertura del sistema bancario ruso a los extranjeros. La posici¨®n del Banco Central al respecto ha sido de suma cautela, porque teme que llegue 'un banco extranjero con enorme capital y ocupe la posici¨®n dominante' en Rusia, seg¨²n explicaba Tatiana Param¨®nova, vicegobernadora de la entidad emisora.

Con la llegada de Ign¨¢tiev a la cabeza del Banco Central, la reforma deber¨¢ agilizarse, seg¨²n los observadores. Alexandr Shojin, presidente del comit¨¦ parlamentario de Organizaciones Crediticias y Mercados Financieros, opina que el nuevo gobernador debe pasar a 'acciones concretas'. Se trata, ante todo, de hacer p¨²blico el programa de salida del Estado de los bancos donde tiene participaci¨®n. Ya se ha anunciado un plan para abandonar los bancos donde posee menos del 25% de las acciones, pero los reformistas sostienen que el Gobierno no debe participar en los bancos comerciales, salvo en casos muy espec¨ªficos.

Garant¨ªas y contabilidad

En segundo lugar, se trata de enviar al Parlamento en los pr¨®ximos meses la ley de garant¨ªas de los dep¨®sitos bancarios de la poblaci¨®n; y, en tercero, de presentar un claro programa de paso a los est¨¢ndares internacionales de contabilidad. Este ¨²ltimo es uno de los problemas m¨¢s agudos; baste decir que s¨®lo 130 bancos rusos observan actualmente dichos est¨¢ndares. Despu¨¦s de su introducci¨®n -prevista te¨®ricamente para el 2004- se podr¨ªa realizar un evaluaci¨®n objetiva del estado financiero de los bancos, que ser¨ªa mortal para muchos, seg¨²n Param¨®nova.

'La estrategia est¨¢ clara; ahora lo que se necesita es pasar a la acci¨®n. Muchas de las cr¨ªticas que el FMI y otras instituciones internacionales hac¨ªan a Guer¨¢shchenko estaban relacionadas con el hecho de que opinaban que mostraba pasividad en la reforma bancaria, y ¨¦sta era considerada como uno de los principales indicadores de la voluntad de las autoridades rusas de continuar las reformas econ¨®micas. Tambi¨¦n yo pienso que ella es un importante indicador de la vocaci¨®n reformista del Gobierno', explicaba Shojin a EL PA?S.

El parlamentario no duda que Ign¨¢tiev impulsar¨¢ la reforma bancaria, pero no har¨¢ movimientos bruscos. 'Es un conservador entre los liberales. Es una persona prudente. Por supuesto, pertenece al ala liberal del Gobierno, pero si lo comparamos, por ejemplo, con German Greff, es m¨¢s conservador, m¨¢s cauteloso, m¨¢s dado a los compromisos, pero indudablemente es un partidario de los valores liberales. Actuar¨¢ m¨¢s r¨¢pido que Guer¨¢shchenko, pero m¨¢s lento de lo que lo har¨ªa Greff'.