Muerte de un locutor
El hijo de Francisco Cano, el director de Radio Torrente fusilado por Franco, reinvindica su memoria hist¨®rica
La defensa de la Rep¨²blica espa?ola llev¨® a miles de personas al pelot¨®n de fusilamiento tras finalizar la Guerra Civil. Franco fue implacable. El historiador Vicent Gabarda contabiliza 4.714 ejecutados en el Pa¨ªs Valenciano entre los a?os 1938 y 1956. Una de estas v¨ªctimas fue Francisco Cano Alcaraz, director y locutor de la emisora republicana Radio Torrente. Fue fusilado en Paterna el 20 de agosto de 1941, tras ser condenado a la pena capital por un consejo de guerra sumar¨ªsimo. No hubo perd¨®n hacia ¨¦l, jam¨¢s le lleg¨® el indulto, a pesar de que no se demostr¨® en el proceso su implicaci¨®n en la muerte de nadie. Muri¨® a los 48 a?os, dejando viuda y dos hijos.
El pecado de Cano fue dirigir una de las emisoras de mayor influencia del bando republicano. A trav¨¦s de las ondas de E.A.5.A.D. Radio Torrente, Cano no s¨®lo mantuvo informada a la poblaci¨®n sobre los avatares de la guerra, sino que ridiculiz¨® y se burl¨® de los generales nacionales en el programa Chusma Fascista, sobre todo de Franco y de Queipo del Llano. Fueron especialmente famosas las mofas de Cano a las alocuciones de Queipo de Llano en Radio Sevilla. Pero el autoritarismo no soport¨® su agudeza y el programa fue utilizado como prueba contra Cano. El fallo de la sentencia no deja duda. Dice que desde Radio Torrente, Cano profiri¨® 'insultos groseros y soeces contra nuestro Caudillo y generales a sus ¨®rdenes'. Fue condenado a muerte por 'adhesi¨®n a la rebeli¨®n'.
Ahora, su hijo Francisco Cano Regolf, de 84 a?os, recuerda aquellos amargos d¨ªas y reivindica la memoria hist¨®rica de su progenitor, cuya trayectoria al frente de Radio Torrente formar¨¢ parte de un estudio en preparaci¨®n. 'Mi padre era un telegrafista radioaficionado de ideolog¨ªa socialista que puso su emisora al servicio de la Rep¨²blica cuando estall¨® la guerra', afirma. Regolf se?ala que Radio Torrente fue tambi¨¦n un medio de propaganda del Gobierno republicano que transmit¨ªa comunicados oficiales, noticiarios para Espa?a y Am¨¦rica Latina y diarios hablados en italiano y alem¨¢n; y prest¨® servicios radiotelegr¨¢ficos, enlazando con T¨¢nger, el Estado Mayor y emisoras republicanas, entre ellas Radio Norte de Madrid. Adem¨¢s, estableci¨® un servicio de radioescucha de radios nacionales cuyos informes aprovech¨® el Ministerio de Guerra. 'Yo colabor¨¦ con mi padre, algunas veces hablaba yo por el micr¨®fono, e incluso hice partes de radioescucha para el Servicio de Investigaci¨®n Militar', se?ala.
Todas estas actividades se le imputaron como cargos. Su hijo tenia 20 a?os cuando se desarroll¨® el proceso entre mayo de 1940 y agosto de 1941. Cano traz¨® desde la c¨¢rcel Modelo de Valencia la estrategia de su defensa recogiendo el testimonio de personas de derechas a los que ¨¦l socorri¨® en la guerra. Al menos tres nacionales salvaron la vida gracias a la mediaci¨®n de Cano con las autoridades republicanas. Su hijo y su esposa, Natalia Regolf, visitaron muchos despachos para conseguir su libertad, aun a sabiendas de que los juicios sumar¨ªsimos ten¨ªan ya el gui¨®n escrito con la pena de muerte como punto final.
Y as¨ª fue, jam¨¢s lleg¨® el indulto. Franco y los militares del Consejo Supremo del Ej¨¦rcito conoc¨ªan la labor de Radio Torrente, y eso fue suficiente para descargar sobre Cano el poder de su venganza. Un escueto certificado de defunci¨®n de 20 de agosto de 1941 sellaba la ignominia. 'Causa de la muerte: heridas penetrantes en cabeza y t¨®rax por arma de fuego'.
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