Inteligencia, genio y penumbra final

El aura de Mar¨ªa F¨¦lix explica en parte el hechizo. En el imaginario colectivo de M¨¦xico, su personaje est¨¢ tan ligado a la historia de la Revoluci¨®n que pareciera que intervino en ella (de hecho, naci¨® en 1914, en lo ¨¢lgido de la guerra, y tra¨ªa algo de la indomable energ¨ªa de los indios yaqui en sus venas). Era, como me dijo una vez, "una mujer con coraz¨®n de hombre", una hembra-macha que afirm¨® la condici¨®n de la mujer d¨¦cadas antes del feminismo. Pero la explicaci¨®n final de su atractivo tiene que ver con un valor que Mar¨ªa encarn¨® de modo superior. Ese valor -dec¨ªa el fil¨®sofo Plotino, en el siglo III- "es como la divinidad en los misterios: permanece oculta en el fondo de un santuario y no se muestra al exterior, para no ser percibida por los profanos". Ese valor absoluto tiene que ver con los ojos y con el alma, con la figura y con la inteligencia, con los ademanes y los perfiles, pero excede a todos esos atributos juntos. No es necesario ni posible explicarlo. Hay que contemplarlo y agradecerlo. Es el valor de la belleza. El pueblo mexicano, que sabe querer, la va a llorar, la va a extra?ar.

Enrique Krauze es escritor mexicano y coordinador de la autobiograf¨ªa de Mar¨ªa F¨¦lix Todas mis guerras (editorial Cl¨ªo).