Puja por la natalidad

El Gobierno se ha sumado a la puja por ofrecer ventajas sociales a los ciudadanos despu¨¦s de que el PSOE anunciara semanas atr¨¢s un amplio programa de ayuda familiar dirigido a corregir la baj¨ªsima tasa de natalidad espa?ola. El ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro, anunci¨® el lunes que las madres que trabajen dispondr¨¢n, a partir de la reforma del impuesto sobre la renta de las personas f¨ªsicas (IRPF), de una paga mensual de 100 euros hasta que los ni?os tengan tres a?os y puedan entrar en el circuito de la ense?anza p¨²blica; la ayuda se completa con una deducci¨®n en la base del IRPF para el mismo colectivo de madres -o padres- con hijos menores de tres a?os a su cargo.

La propuesta de Montoro parte de un diagn¨®stico correcto de la situaci¨®n. Espa?a tiene una tasa de fertilidad del 1,07, que est¨¢ entre las m¨¢s bajas del mundo; tasa que constituye un grave problema para la renovaci¨®n de la fuerza profesional y laboral y socava la estabilidad del sistema de pensiones. Adem¨¢s, la tasa de actividad femenina est¨¢ s¨®lo en el 37,3% del n¨²mero total de mujeres. Es evidente que existe un problema en el acceso al empleo y en la demograf¨ªa, y puede ser que ese problema se desbloquee mediante el est¨ªmulo fiscal, econ¨®mico y social adecuado.

El esfuerzo que plantea el ministro de Hacienda no es desde?able. Es una medida que revela que el Ejecutivo empieza a ser consciente no s¨®lo del 'grav¨ªsimo problema demogr¨¢fico', sino tambi¨¦n de las dificultades familiares que subyacen en la disminuci¨®n dr¨¢stica de la tasa de natalidad. Dicho lo anterior, parece evidente que una paga mensual de 100 euros, incluso acompa?ada de otras ventajas fiscales, no resuelve el problema de las familias que, al enfrentarse con el dilema de tener o no tener hijos, tienen que evaluar un compendio de dificultades, muchas de las cuales no son de car¨¢cter econ¨®mico.

Aunque est¨¢ bien que se subvencione con el equivalente al coste mensual aproximado de una guarder¨ªa, no est¨¢ claro que existan plazas suficientes de guarder¨ªa; ni que el transporte p¨²blico necesario para transportar a los ni?os tenga la agilidad y la red suficiente para ser ¨²til y no una fuente de irritaci¨®n como ahora; ni que los padres vayan a encontrar plazas de colegio sin desesperarse; ni que se vayan a encontrar con horarios escolares incompatibles con profesionales que trabajan... ?sas son las cuestiones que, como puede apreciarse, resultan algo m¨¢s complejas que una paga mensual.