'Gilandia'

La justicia es lenta, pero llega. La pena es que durante tantos a?os Jes¨²s Gil hiciera de Marbella su huerto particular, tal y como he escrito en numerosas ocasiones. Gil puso a Marbella a sus pies y la ha dejado con m¨¢s agujeros que un queso gruyere. Sin miedo alguno, con el desparpajo de quien parec¨ªa tener controlada a la justicia, Gil utiliz¨® dineros p¨²blicos a su antojo. Compr¨®, manipul¨®, call¨® bocas, orquest¨® silencios y amenaz¨® a quienes no se rend¨ªan a sus pies. Ayer mismo, Pedro Rodr¨ªguez, presidente de los empresarios, daba algunas claves de lo sucedido estos a?os.

Gil lav¨® la cara de Marbella con palmeras, jardines, m¨¢rmol; impuso su ley, pero bajo esa fachada la podredumbre iba minando el futuro de una ciudad en la que se ha vendido a la especulaci¨®n hasta los naranjos de la plaza del Ayuntamiento. ?D¨®nde est¨¢ el dinero del Ayuntamiento y en qu¨¦ se ha gastado? Puede que haya sorpresas en breve. La omert¨¢, el silencio mafioso, puede saltar hecho a?icos una vez que se desmorona la monol¨ªtica estructura gilista. Los que fueron capos del virrey de Marbella e hicieron negocios multimillonarios, antes que ir o volver a la c¨¢rcel, pueden abrir el pico. Ya no vale el pacto de silencio que se sellaba en el confesionario de Gil (Club Financiero). Gil est¨¢ solo, aunque se haya creado un senado de notables, hecho a su imagen y semejanza, con Manuel Santana dando la cara. Hay que esperar, sin embargo, los coletazos de este mastodonte del pelotazo y ya dio los primeros: seguir¨¦ haciendo en Marbella lo que me de la gana.

Todo apunta, sin embargo, a que Jes¨²s Gil tiene los d¨ªas pol¨ªticos contados y es el momento de recordar a los miles de ciudadanos an¨®nimos que en Marbella mantuvieron el tipo, jug¨¢ndose mucho, oponi¨¦ndose a su forma de desgobernar. Pero tambi¨¦n a pol¨ªticos como Isabel Garc¨ªa Marcos, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento. Sufri¨® insultos, vejaciones, humillaciones, feroces y soeces ataques no ya pol¨ªticos, sino personales. Garc¨ªa Marcos, junto con el abogado Jos¨¦ Carlos Aguilera, profesional de reconocido prestigio, han sido y son los principales actores de que Jes¨²s Gil tenga que dejar la poltrona municipal en los pr¨®ximos meses y haya quedado inhabilitado. Pero que nadie eche las campanas al vuelo. El entierro pol¨ªtico de Gil s¨®lo lo podr¨¢ decidir el pueblo.