Al borde del abismo

Coincidiendo con la concesi¨®n del Goya de Honor a su larga carrera de cineasta -o como ¨¦l prefiere decir, de film-maker-, Juan Antonio Bardem descorcha ahora sus esperadas memorias. Se trata de un texto necesario, provocador, fascinante y turbador. Seg¨²n Bardem, la estructura de su relato -que va y viene en el tiempo, cada apartado rubricado con fecha de a?o espec¨ªfico (elijo al azar una secuencia: 1956, 1975, 1951, 1979, 1960, 1958)- es trasunto de la utilizada por Aldous Huxley en su novela Eyeless in Gaza. Trat¨¢ndose de una autobiograf¨ªa y no de una ficci¨®n, tal vez algunos lectores hubieran preferido una narrativa m¨¢s cronol¨®gicamente continua. De todos modos el libro, que tiene un ritmo trepidante, se lee de un tir¨®n. Hay que a?adir que, seg¨²n nos revela el mismo Bardem bien mediada la narraci¨®n, ¨¦sta se basa, a partir del verano de 1965, en un diario.

Nacido en Madrid en 1922 con la sangre del show business en las venas, los padres de Bardem hicieron lo posible porque no fuese, como ellos, de la 'clase trashumante' de los c¨®micos. Pero contra el destino del v¨¢stago no se pudo hacer nada. Pese a sus estudios en distintos establecimientos (la evocaci¨®n del Colegio del Pilar no tiene desperdicio), pese a conseguir luego el t¨ªtulo de ingeniero agr¨®nomo, el sue?o de ser cineasta ya pose¨ªa por entero al joven.

Habr¨ªa m¨²ltiples obst¨¢culos. Sobre todo la eterna falta de medios, que planear¨¢ sobre todo su trayecto profesional. Para levantar la obra que logr¨® levantar Bardem hac¨ªa falta ser un h¨¦roe (y tener una hero¨ªna al lado). El autor se pregunta dos veces si fue 'a born loser' (perdedor nato). Su filmograf¨ªa demuestra que, al contrario, fue un superador, un indomable.

Triunfar como cineasta en la Espa?a de Franco y seguir fiel a su credo comunista, a su empe?o de 'contar historias de hombres y mujeres en t¨¦rminos de luz' y de dar cuenta del 'aqu¨ª y ahora' fue, de verdad, un prop¨®sito de gigantes. Calle Mayor, Muerte de un ciclista, C¨®micos, La venganza (Los segadores)... quedar¨¢n para siempre como testimonio, no s¨®lo de lo que pueden conseguir la voluntad y el tes¨®n, sino de c¨®mo era la Espa?a maltrecha de Franco.

Impregna todo este libro el desconsuelo por la chabacaner¨ªa, incultura, hipocres¨ªa y brutalidad de un pa¨ªs venido a menos. En un momento dado Bardem llama a su relato un 'memorial de agravios'. Y si hay palabras generosas para muchos camaradas o compa?eros, no le tiembla el pulso a la hora de ajustar cuentas con los que a su juicio le han fallado. Aqu¨ª, con nombres y apellidos, est¨¢n los 'dem¨®cratas de toda la vida' que, antes de la muerte del dictador, jam¨¢s se mojaron. Aqu¨ª los que no cumplieron su palabra. Aqu¨ª el nunca claro Ricardo Mu?oz Suay, calificado de 'traidor'. Aqu¨ª Fran?ois Truffaut, el 'encarnizado enemigo'. Aqu¨ª Berlanga, que no firma nada 'desde su c¨®moda posici¨®n de anarquista burgu¨¦s independiente'. Aqu¨ª el PSOE, que, habiendo preconizado su famoso 'de entrada, no' electoral, se hace luego m¨¢s otanista que la OTAN. ?stos y otros muchos juicios son discutibles, y no ser¨ªa sorprendente que el libro diera lugar a la correspondiente pol¨¦mica. Mar de fondo hay.

Juan Antonio Bardem ha escrito una enjundiosa y valiente autobiograf¨ªa que da mucho que pensar y que ser¨¢ util¨ªsima a los futuros estudiosos del hombre y su obra. No creo exagerar al decir que m¨¢s que nunca estamos en deuda con ¨¦l.