Asturias, patria querida
Un t¨ªtulo desafiantemente ir¨®nico y un sugerente envoltorio editorial atraen la atenci¨®n sobre este libro, que se ofrece en testimonio y se?a de existencia de una literatura, la asturiana, que se expresa en lengua propia, y que como tal reclama con todo derecho un particular espacio en el cada vez m¨¢s abigarrado mosaico de las literaturas peninsulares.
Historia universal de Paniceiros re¨²ne, en memoria fervorosa y nost¨¢lgica de esta localidad -el caser¨ªo asturiano, actualmente semidespoblado, del que es natural Xuan Bello (1964)-, un pu?ado de 'relatos orales, recuerdos de infancia, lecturas, poemas, cuentos y retratos' que, juntos, configuran un ameno repertorio de melod¨ªas campestres y mitograf¨ªas populares.
HISTORIA UNIVERSAL DE PANICEIROS
Xuan Bello Versi¨®n en castellano del autor Debate. Madrid, 2002 192 p¨¢ginas. 14,50 euros
Quien, atra¨ªdo por la emergente reputaci¨®n de su autor, o por el prurito de husmear aires distintos, se asome con curiosidad a las p¨¢ginas de este libro, se encontrar¨¢ con un nuevo concierto de bel letrismo -otro m¨¢s- en el que se entonan esta vez pac¨ªficas y amables variaciones de un g¨¦nero arcaizante: la pastoral. En esto se resuelve, literariamente hablando, el altisonante prop¨®sito de 'levantar con aquellas palabras que perduran una b¨®veda donde resuene el eco de tanta historia, de tanta poes¨ªa', seg¨²n se llega a decir aqu¨ª por alg¨²n lado.
Con todo y adoptar a ratos, conforme indican los editores, 'un tono fundacional', la operaci¨®n literaria de Xuan Bello adquiere, en ¨²ltima instancia, un car¨¢cter abiertamente reaccionario (dicho sea con las m¨¢s dulces connotaciones), que al 'bombardeo imp¨ªo y analfabeto de los dise?adores contempor¨¢neos' opone el ideal est¨¦tico y moral de una Arcadia perdida, la eleg¨ªa por las formas culturales de un campesinado emocionadamente idealizado.
'Yo nunca escribo de algo que no pasara por lo menos hace quince a?os', declara Xuan Bello con convicci¨®n, poco despu¨¦s de dibujarse a s¨ª mismo 'sentado en el Caf¨¦ Oriental, leyendo unas cr¨®nicas de Wenceslao Fern¨¢ndez Fl¨®rez'. Y cabe suponer que, ligada a esta convicci¨®n, est¨¢ esa otra de que la patria misma es algo que 'sucede, m¨¢s que en ning¨²n otro sitio, en el pasado'.
Ahora bien, es esta identificaci¨®n entre patria y pasado la que neutraliza y, hasta cierto punto, pervierte y trivializa cuanto la literatura de Xuan Bello pudiera tener de program¨¢tico.
Por fortuna, son pocas aqu¨ª
las invocaciones a 'los astures, nuestros antepasados', a los 'hermanos celtas del sur', a las lenguas ga¨¦licas y otras efervescencias de esta laya; pero todas tienen, cuando comparecen, un herrumbroso soniquete de hoces y cencerros de anticuario. Como el 'extempor¨¢neo y valleinclanesco' don Jes¨²s Evaristo Casariego, m¨¢xima autoridad que fue en asuntos relativos al bable, Xuan Bello parece demasiado ocupado en tender puentes hacia el pasado, persuadido como est¨¢ de que ¨¦sa es 'la ¨²nica manera de soportar el futuro'. Para ¨¦l, escribir consiste en ir tirando de ese hilo del que extrae sin cesar 'aquellos recuerdos m¨ªos, que primero fueron de otros'. Y no hay mejor forma de caracterizar lo que cabe entender por literatura epigonal. Tal es, a la postre, el calificativo que mejor cumple a este libro, en el que 'a las sombras venerables de Camilo Castelo Branco, ?lvaro Cunqueiro, Miguel Torga, V. S. Naipaul y Jorge Luis Borges', entre tantas otras (como las de Papini, o Perucho, o Berger), cultiva Xuan Bello su particular 'jard¨ªn de flores raras y curiosas', rindi¨¦ndose con su prosa sensual y bienhumorada a lo 'maravilloso real' (ya saben: nieblas, fantasmas, hadas, tesoros o esa variante asturiana de la santa compa?a que es la g¨¹estia) y al exotismo de la provincia.
'Uno va teniendo sus a?os, no muchos, todav¨ªa', escribe Xuan Bello, 'pero lo que s¨ª tiene es suficiente experiencia como para saber que el pasado es un pa¨ªs extranjero, de costumbres b¨¢rbaras, que escasamente entendemos; un lugar inc¨®modo'. Esto ¨²ltimo -lo de 'inc¨®modo'- no cuenta mucho para Bello, que parece encontrarse muy confortablemente all¨ª. Pero la frase ilustra muy bien el talante tur¨ªstico y algo condescendiente con que Xuan Bello visita una y otra vez ese pa¨ªs del que habla, tray¨¦ndose, junto a otros souvenirs, las fotos simp¨¢ticamente envejecidas con que se completa este agradable ¨¢lbum familiar.
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