El d¨ªa que Londres quiso dejar el Pe?¨®n

Aunque ahora se rasgan las vestiduras, hace 30 a?os los conservadores brit¨¢nicos pasaban de Gibraltar tanto como ahora los laboristas. Un documento secreto desclasificado la semana pasada, y difundido ayer por The Sunday Telegraph, revela que el Gobierno del primer ministro Edward Heath manej¨® una propuesta para devolver la colonia a Espa?a, aunque fuera cedi¨¦ndola primero a la Orden de Malta o alquilando su uso durante 999 a?os. Pero el Gobierno de Heath, acosado por problemas internos, cay¨® en febrero de 1974, antes de tomar una decisi¨®n.

Los tories llegaron hace 30 a?os a la conclusi¨®n de que Gibraltar es 'un volc¨¢n extinguido' habitado por gente 'arrogante y nada realista', que ya no ten¨ªa ning¨²n valor estrat¨¦gico ni desde el punto de vista de la defensa nacional ni de los intereses comerciales. Casi punto por punto lo que ahora piensan los laboristas.

El Gobierno de Heath consideraba que la colonia era 'un volc¨¢n extinguido' habitado por 'gente arrogante'

El principal defensor de desembarazarse de Gibraltar era el entonces ministro de Asuntos Exteriores, Alec Douglas-Home, que contaba con el apoyo del embajador de Londres en Madrid, John Russell. ?ste consideraba 'razonable' la posici¨®n espa?ola sobre el Pe?¨®n y cre¨ªa que los brit¨¢nicos pensar¨ªan lo mismo si la Armada Invencible hubiera hecho honor a su nombre en 1588 derrotando a Francis Drake y convirtiendo en espa?olas las guarniciones de Lands End o de Portland Bill.

El ministro principal de Gibraltar de la ¨¦poca, Robert Peliza, no se ha visto sorprendido por las revelaciones, explica The Sunday Telegraph. 'Es la confirmaci¨®n de lo que ya advert¨ª al pueblo gibraltare?o hace treinta a?os. Yo sospechaba que Gran Breta?a ten¨ªa planes para decidir el destino de Gibraltar', ha declarado.

Entonces se viv¨ªa un clima pol¨ªtico semejante al actual, con los gibraltare?os revueltos para evitar a toda costa que Espa?a recuperase la soberan¨ªa perdida a principios del siglo XVIII. La gran diferencia es que los conservadores ahora ponen el grito en el cielo ante la sola idea de que Londres y Madrid puedan compartir la soberan¨ªa.

Los planes del Gobierno de Edward Heath se fraguaron s¨®lo dos a?os despu¨¦s de que casi el 100% de los gibraltare?os votaran en refer¨¦ndum a favor de mantener el v¨ªnculo con Gran Breta?a, rechazando la posibilidad de integrarse en Espa?a. Pese a ese fervor por su Graciosa Majestad, Alec Douglas-Home evalu¨® la posibilidad de aplicar a Gibraltar el estatuto legal que entonces ten¨ªa Hong Kong, un territorio arrendado largo tiempo por China al Reino Unido.

La f¨®rmula barajada por los tories hace tres decenios consist¨ªa en que el Reino Unido ceder¨ªa la soberan¨ªa de Gibraltar a Espa?a, pero Madrid ceder¨ªa su uso en arriendo a Londres mediante un contrato de 999 a?os. Un largo periodo transitorio, m¨¢s de tres veces superior al tiempo que los brit¨¢nicos llevan ocupando el Pe?¨®n desde que lo tomaran por las armas antes de que Espa?a les cediera la soberan¨ªa a perpetuidad.

En previsi¨®n de que incluso casi un milenio de transici¨®n pudiera ser rechazado por los arrogantes gibraltare?os, el Gobierno brit¨¢nico se planteaba la rocambolesca f¨®rmula de arrendar Gibraltar a la muy cat¨®lica Orden de Malta para que hiciera de puente entre los gibraltare?os y los espa?oles. 'La Orden podr¨ªa permitir a los ciudadanos ser brit¨¢nicos o ser espa?oles, seg¨²n sus deseos', explica en uno de los documentos desclasificados el entonces embajador John Russell.

'Podr¨ªamos acordar un largo arrendamiento de acuerdo con nuestras necesidades. Y se podr¨ªa incluir una provisi¨®n para una eventual reversi¨®n a Espa?a', razonaba el embajador.

Gibraltar se salv¨® entonces por la campana. El Gobierno de Edward Heath estaba demasiado absorbido por los problemas internos como para lanzarse a la retrocesi¨®n del Pe?¨®n. El pa¨ªs sufr¨ªa constantes cortes de electricidad, los mineros fueron a la huelga y el Gobierno conservador, cada vez m¨¢s desacreditado, acab¨® perdiendo las elecciones en febrero de 1974. Y Gibraltar se cay¨® de la agenda pol¨ªtica. Hasta este a?o.