'Lo que hace Sharon es contrario al inter¨¦s de Israel'
Discrepa casi tanto de Sim¨®n Peres como de Ariel Sharon. Yossi Beilin encabeza el sector del Partido Laborista que contesta su participaci¨®n en el Gobierno de unidad nacional. 'De extrema derecha' lo califica, y no le duelen prendas en admitir que sus esfuerzos para sacar al partido del Ejecutivo pueden acabar en una escisi¨®n. No quiere que el laborismo sea c¨®mplice de los excesos del ex general. 'Con su presencia en el Gobierno, los laboristas est¨¢n legitimando a Sharon', advierte, tras constatar que los intentos del primer ministro israel¨ª por aislar a Yasir Arafat, han terminado por aislarle a ¨¦l.
Beilin, de 54 a?os, no es carism¨¢tico, y quienes le han visto en m¨ªtines aseguran que no transmite calor. Tampoco cara a cara. Pero su claridad de ideas y su convicci¨®n de que es posible alcanzar la paz con los palestinos dan a su discurso un gran peso moral. 'Existe m¨¢s que nunca en Israel disposici¨®n a pagar el precio por la paz', dice. Y el mapa est¨¢ ya trazado en las conversaciones de Taba, en las que ¨¦l particip¨®. Falta crear el momento. Por eso previene de que 'el mayor error que puede cometer Powell es limitarse a conseguir un alto el fuego'.
'Con su presencia en el Gobierno, los laboristas est¨¢n legitimando a Sharon'
Pregunta. El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, se ha reunido con un Arafat sitiado. ?Aprueba usted la decisi¨®n de Sharon de aislar al l¨ªder palestino?
Respuesta. Me parece una pol¨ªtica infantil. No se le puede decir a la otra parte que su l¨ªder es irrelevante o que debe ser aislado. Lo que le ha sucedido a Sharon es que ha intentado aislar a Arafat y se ha aislado a s¨ª mismo. Ahora est¨¢ en una situaci¨®n muy dif¨ªcil porque, si trata de librarse de Arafat, le va a convertir en un Che Guevara; y si le expulsa, le convierte en un Dalai Lama. Ambas opciones son malas para el propio Sharon, as¨ª que eventualmente tendr¨¢ que retirarse y dejarle ser el l¨ªder de los palestinos de nuevo. Cometi¨® un tremendo error al impedir que Piqu¨¦ y Solana se entrevistaran con ¨¦l. Les humill¨®, porque luego ha permitido que le visiten el ministro egipcio de Exteriores y, por supuesto, Powell. Lo que est¨¢ haciendo es contrario al inter¨¦s nacional de Israel.
P. Sin embargo, los ministros laboristas han respaldado la actual campa?a militar. ?Cu¨¢l es, entonces, la diferencia entre el Partido Laborista y el Likud?
R. El problema no son las bases del Partido Laborista, que aceptan la idea de un Estado palestino y apoyan el plan de Clinton. El problema es que el Partido Laborista forma parte del Gobierno de extrema derecha de Sharon. El hecho de que los laboristas tengan distintas ideas que Sharon no es una buena excusa para que permanezcan en el Gobierno porque no est¨¢n poniendo en pr¨¢ctica sus ideas, sino legitimando la pol¨ªtica de Sharon y, en mi opini¨®n, incluso m¨¢s que eso. Sin el Partido Laborista, Sharon no se hubiera atrevido a dar algunos de los pasos que ha dado. Pero con el escudo de un laureado con el Nobel y la hija de Rabin, entre otros, puede decir al mundo: 'esta gente me apoya, no estoy haciendo nada equivocado'.
P. Peres ha dicho que si no hubiera estado en el Gobierno, Sharon hubiera ido m¨¢s lejos...
R. Mis esfuerzos por convencer al partido de que salga del Gobierno son rechazados con la misma excusa. Si no hubi¨¦ramos estado all¨ª, hubiera sido peor. Creo que esa excusa es vergonzosa porque no se puede probar. Cualquier cosa mala que pase dir¨¢n que pod¨ªa haber sido peor. Y yo no lo creo, considero que el resultado podr¨ªa haber sido mejor. Y contin¨²o mis esfuerzos. Ahora estoy recogiendo firmas para reunir al comit¨¦ central de mi partido y convencerle de salir del Gobierno.
P. ?Con qu¨¦ apoyo cuenta? ?No corre el riesgo de provocar una divisi¨®n del partido?
R. No lo excluyo. El asunto se est¨¢ volviendo m¨¢s y m¨¢s dif¨ªcil, y puede llevar a una divisi¨®n en el partido en los pr¨®ximos meses. Tengo el apoyo de m¨¢s o menos un 30% de los miembros del partido, seg¨²n distintas encuestas. En el Parlamento, la mayor¨ªa del grupo laborista me respalda. Casi todos los diputados que no tienen cargos ministeriales me apoyan, pero no son los que toman las decisiones. Es el comit¨¦ central, y ah¨ª he fracasado en dos ocasiones, cuando entramos en el Gobierno, en febrero de 2001, y el pasado enero.
P. ?Va a lograr Sharon con su campa?a militar acabar con el terrorismo?
R. Temo que pueda incrementarlo. Lo que est¨¢ ocurriendo es que los palestinos van a tener un nuevo mito, Yen¨ªn, Nabl¨²s o el que sea. Y no tiene nada que ver con lo que haya pasado en la realidad. Los mitos no tienen por qu¨¦ estar basados en realidades. Les hemos regalado un mito. Hemos aumentado el odio, su necesidad de venganza y de demostrarnos que, a pesar de esta operaci¨®n, pueden seguir luchando. Ha sido absolutamente contraproducente. Tal vez hayan prevenido algunos ataques suicidas concretos, pero s¨®lo a corto plazo, porque a largo, me temo que el n¨²mero de estos incidentes va a aumentar.
P. Con los laboristas en el Gobierno, ?qui¨¦n ejerce la oposici¨®n?
R. La coalici¨®n por la paz que fue creada hace un a?o por diputados laboristas, de Meretz, del Nuevo Partido Ruso y un grupo de ¨¢rabes. En total, unos 20 diputados y algunas figuras p¨²blicas. Este grupo form¨® el pasado enero una organizaci¨®n conjunta con los palestinos, el ministro Abed Rabbo y algunos parlamentarios. Juntos estamos publicando anuncios, escribiendo art¨ªculos en la prensa internacional y participando en reuniones en el extranjero. ?sa es hoy la verdadera oposici¨®n. Por supuesto, no es muy fuerte. Lo sabemos. Los laboristas tendr¨ªan que haber sido la oposici¨®n natural, pero est¨¢n con Sharon.
P. Da la impresi¨®n de que la oposici¨®n a Sharon est¨¢ a la derecha de Sharon. ?Se est¨¢ radicalizando la sociedad israel¨ª?
R. Las encuestas dicen que el mapa israel¨ª est¨¢ cambiando. En general, los israel¨ªes han ido hacia la izquierda en lo que se refiere a las soluciones: est¨¢n dispuestos a volver a las fronteras de 1967, a dividir Jerusal¨¦n, etc¨¦tera. Sin embargo, han ido hacia la derecha en cuanto a afiliaci¨®n pol¨ªtica y su autodefinici¨®n: si se les pregunta si son de derechas, responden que s¨ª; qu¨¦ quieren, dicen que matar a los ¨¢rabes; cu¨¢l es la soluci¨®n, dos estados con las fronteras de 1967. Es una disonancia, pero es [fruto de] la situaci¨®n actual. Estoy convencido de que una vez que se acabe la guerra y los soldados vuelvan a casa, la actitud cambiar¨¢. La izquierda se har¨¢ m¨¢s fuerte, aunque no s¨¦ si lo suficiente para llevarle a ganar unas elecciones, pero la gente entiende que la soluci¨®n es la soluci¨®n de la izquierda. Y tambi¨¦n considero que si hoy hubiera habido una soluci¨®n pac¨ªfica hubiera obtenido el respaldo de la poblaci¨®n israel¨ª mucho m¨¢s que anteriormente. Existe m¨¢s que nunca disposici¨®n a pagar el precio por la paz.
P. ?Qu¨¦ espera de la visita de Powell?
R. Que encuentre una f¨®rmula para rehabilitar a la Autoridad Palestina. El mayor error que podr¨ªa cometer ser¨ªa limitarse a conseguir un alto fuego porque no aguantar¨ªa una semana. En este momento no hay Autoridad Palestina, no hay fuerzas palestinas. Lo que se necesita, en mi opini¨®n, es una metodolog¨ªa clara para ayudar a los palestinos, con una presencia internacional que permanezca ah¨ª para vigilar el alto el fuego y asistir a las dos partes en la soluci¨®n permanente. Entonces, una vez que los palestinos hayan podido reconstruir su fuerza, decidir una fecha para un Madrid II, en especial ahora que el Gobierno espa?ol preside la Uni¨®n Europea. Creo que es algo que le gustar¨ªa a Bush, Sharon ya ha apoyado la idea de una conferencia internacional. Y el objetivo ser¨ªa el plan saud¨ª, que ya han aprobado los ¨¢rabes, Sharon, Estados Unidos, la UE; tal vez no al 100%, pero podr¨ªa ser la base.
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