Ham¨¢s libera a cuatro mujeres militares israel¨ªes en una ceremonia triunfalista en Gaza
Israel pone en libertad a 200 prisioneros palestinos en un proceso de alto el fuego que se mantiene en pie a pesar de las acusaciones mutuas de incumplimiento
Israel y Ham¨¢s han completado este s¨¢bado el segundo canje del acuerdo de alto el fuego en Gaza. El movimiento islamista ha liberado primero a cuatro mujeres militares israel¨ªes en aparente buen estado de salud que manten¨ªa como rehenes desde el 7 de octubre de 2023. Lo ha hecho en una efectista ceremonia celebrada en Gaza y retransmitida en directo a todo el mundo. Con esa escenograf¨ªa triunfalista tambi¨¦n ha lanzado el mensaje de que, al menos en apariencia, mantiene las riendas de la Franja, una imagen que el Gobierno de Benjam¨ªn Netanyahu buscaba evitar.
Inmediatamente despu¨¦s, Israel ha cumplido, excarcelando a 200 presos palestinos, de los que ha enviado 16 a Gaza y 70 a Egipto, desde donde ser¨¢n trasladados a T¨²nez, Argelia y Turqu¨ªa, pa¨ªses que se han ofrecido a acogerlos. El resto de reclusos ha sido recibido con entusiasmo en la ciudad cisjordana de Ramala por una multitud que los ha llevado en volandas mientras entonaba c¨¢nticos de alegr¨ªa y de apoyo a Ham¨¢s y a la lucha armada. El intercambio ha ido acompa?ado desde primera hora de reproches y acusaciones mutuas de incumplimiento, que muestran la desconfianza entre las partes y la fragilidad de los hilos que sostienen un proceso dise?ado para durar meses y desembocar en un alto el fuego definitivo.
El canje ha comenzado por la ma?ana. Las cuatro j¨®venes israel¨ªes han aterrizado a bordo de un helic¨®ptero en un hospital a las afueras de Tel Aviv. Antes hab¨ªan sido entregadas por los milicianos palestinos a miembros del Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja (CICR), que las han transferido a las autoridades israel¨ªes ya fuera de la Franja.
Por cada una de estas militares, 50 reclusos palestinos han abandonado las c¨¢rceles israel¨ªes. A diferencia del primer canje, en el que eran sobre todo mujeres y menores con sentencias menores, el de este s¨¢bado es m¨¢s dif¨ªcil de digerir para los israel¨ªes. 121 estaban condenados a perpetuidad por delitos de sangre y 79, a penas largas.
La mayor¨ªa de los que cumpl¨ªan cadenas perpetuas han sido deportados y no se les ha permitido reencontrarse con sus familias, ni retornar a sus lugares de residencia. La Sociedad de Prisioneros Palestinos ha anunciado que entre ellos se encuentra el considerado decano, Mohamed Al Tous, de 69 a?os y encarcelado por Israel desde 1985.
Los otros 114 han sido recibidos como h¨¦roes en Ramala, la ciudad de Cisjordania en la que tiene su sede la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Ataviados con los ch¨¢ndales grises del servicio de prisiones han ido saliendo uno a uno, pero con relativa rapidez. Algunos aparentaban tan mala salud (el ministro ultraderechista de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, ha convertido las c¨¢rceles en centros de maltrato sistem¨¢tico) que la multitud abr¨ªa un pasillo y se limitaba a decirles ¡°Que te cures¡±.
Los m¨¢s j¨®venes o en aparente mejor forma se abrazaban a sus seres queridos, antes iniciar discursos que iban desde la alegr¨ªa al agradecimiento a Ham¨¢s o al pueblo de Gaza. Algunos salieron directamente con una bandera o una cinta de Ham¨¢s en la frente mientras la gente entonaba lemas como: ¡°El pueblo quiere a las Brigadas Al Kasam¡± (en referencia al brazo armado de Ham¨¢s) y ¡°Una bala por otra bala, fuego por fuego, por la libertad de nuestros prisioneros¡±.
Hamza Matuk, recluso de Ham¨¢s, contaba con salir de prisi¨®n con 50 a?os. Lo ha hecho con 32, tras cumplir diez de pena. ¡°No hay palabras para describir mis sentimientos ni mi felicidad¡±, dec¨ªa entre abrazo y abrazo. ¡°Solo supe que saldr¨ªa de la prisi¨®n cuando nos sacaban a rastras. No tengo idea de qu¨¦ voy a hacer conmigo mismo. Me siento perdido, pero s¨ª, me voy a casa¡±.
¡°Juro por Dios que durante los ¨²ltimos cuatro d¨ªas ni siquiera recuerdo haber bebido un vaso de agua¡±, aseguraba otro preso liberado, Eyad Yaradat, de Yen¨ªn, tras 20 a?os entre rejas. Se encontraba en r¨¦gimen de aislamiento, con cadena perpetua y 34 a?os adicionales.
En una primera reacci¨®n, el portavoz del ej¨¦rcito israel¨ª, Daniel Hagari, ha acusado a Ham¨¢s de incumplir el pacto por no priorizar el regreso de mujeres civiles. El primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu ha anunciado que no va a permitir el regreso de los gazat¨ªes desplazados por la guerra al norte del enclave ¡ªcomo estaba previsto con la llegada de la segunda semana de tregua¡ª hasta que no se aclare la puesta en libertad de Arbel Yehud, una civil secuestrada en el kibutz Nir Oz que deber¨ªa haber sido entregada ya. La Yihad Isl¨¢mica ha respondido que no la considera civil. Ham¨¢s, que advierte de posibles problemas para la tregua si ese bloqueo de los ciudadanos se produce, ha adelantado que est¨¢ viva y que ser¨¢ entregada en el pr¨®ximo canje. La parte israel¨ª reclama pruebas. Pese a la tensi¨®n y los reproches, ninguna de las partes ha dado por roto el proceso.
¡°El sionismo no vencer¨¢¡±
Ham¨¢s ha organizado la escenograf¨ªa de la entrega de las cuatro rehenes sobre un escenario, en una plaza de la Ciudad de Gaza. Un cartel rezaba: ¡°El sionismo no vencer¨¢¡±. Otro: ¡°Palestina, la victoria del pueblo oprimido contra el sionismo nazi¡±. Ah¨ª se procedi¨® a la firma de la entrega de Karina Ariev, Daniella Gilboa y Naama Levy, todas de 20 a?os, y Liri Albag, de 19, entre un empleado de Cruz Roja y un miliciano enmascarado.
Instantes despu¨¦s, tras llegar a bordo de coches civiles sin distintivos, las cuatro cautivas, vestidas de uniforme verde, han sido presentadas sobre esa misma plataforma. Se las ha visto de la mano, entre sonrisas y haciendo gestos de celebraci¨®n a los presentes. Seguidamente, han sido introducidas en uno de los todoterreno de Cruz Roja. Cada una llevaba una bolsa con el distintivo del brazo armado de Ham¨¢s, como las tres primeras liberadas, el fin de semana pasado.
Los m¨¢s allegados a las rehenes han seguido y celebrado las liberaciones a trav¨¦s de pantallas desde unas instalaciones, antes de poder abrazarse a ellas, seg¨²n im¨¢genes que han difundido las autoridades. Mientras, cientos de presentes en la conocida como plaza de los rehenes de Tel Aviv, principal lugar de las reivindicaciones de las familias de los secuestrados por Ham¨¢s, han expresado su felicidad mientras segu¨ªan la liberaci¨®n en pantallas. ¡°Su regreso hoy representa un momento de luz en la oscuridad, un momento de esperanza¡± al tiempo que ¡°sirve como un doloroso recordatorio de la urgencia de traer de vuelta a los 90 rehenes que a¨²n est¨¢n en Gaza¡±, se?ala en un comunicado el principal foro que agrupa a sus familias.
En la batalla por el relato y de la propaganda, las autoridades israel¨ªes tratan de evitar las escenas de j¨²bilo entre los palestinos. A algunas familias, sobre todo en la parte ocupada de Jerusal¨¦n, se les proh¨ªbe incluso expresamente las ceremonias de bienvenida cuando los suyos quedan en libertad. No es as¨ª en las ciudades de Cisjordania, donde la ANP tiene el control administrativo y de seguridad y decenas de presos se reencuentran con sus allegados con fuegos de artificio en el cielo.
Los responsables y milicianos de Ham¨¢s han preparado al detalle la entrega de los cautivos dentro de la Franja para multiplicar el impacto en una audiencia multitudinaria impulsada por las redes sociales y los medios de comunicaci¨®n. As¨ª ha ocurrido en las liberaciones de tres mujeres civiles, el domingo, y de las cuatro soldados este s¨¢bado. El Movimiento de Resistencia Isl¨¢mico plantea su particular ¨®rdago tras m¨¢s de 15 meses de una guerra en la que el principal objetivo de Netanyahu era erradicarlo pol¨ªtica y militarmente, tras liderar el ataque del 7 de octubre de 2023 en Israel, en el que cerca de 1.200 personas fueron asesinadas y m¨¢s de 250, secuestradas.
La pol¨¦mica no escapa a los entresijos del secuestro de estas cuatro militares, pertenecientes a un grupo de soldados dedicadas a vigilar Gaza desde la cercana base de Nahal Oz, uno de los lugares atacados por Ham¨¢s. Las autoridades israel¨ªes, seg¨²n los testimonios recogidos de algunas de ellas y sus familias, hicieron o¨ªdos sordos a las alertas lanzadas en torno a la preparaci¨®n del gran ataque. Las cuatro eran adem¨¢s compa?eras de la hispanoisrael¨ª Maya Villalobo, de 19 a?os, que muri¨® aquel d¨ªa. Era hija de Eduardo Villalobo, profesor de Microbiolog¨ªa de la Universidad de Sevilla, y de Galit Sinvany, una investigadora israel¨ª.
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