Cuidar ancianos a cinco euros la hora
Las trabajadoras familiares reclaman mejoras en la atenci¨®n domiciliaria
Hacen un trabajo sensible, solitario, en condiciones a menudo hostiles, que tiene un alto coste f¨ªsico y emocional. Y adem¨¢s est¨¢n mal pagadas. Las trabajadoras familiares que se ocupan de la atenci¨®n domiciliaria a personas necesitadas est¨¢n hartas y, junto con los sindicatos CC OO y UGT, han convocado para hoy una jornada de huelga. Reivindican un salario mensual fijo de 700 euros (unas 115.000 pesetas) y contratos de jornada continuada. La huelga llega tras el fracaso de las negociaciones con la patronal para mejorar el actual convenio, que establece el pago de 5,05 euros (840 pesetas) por hora.
En Catalu?a hay un millar de trabajadoras familiares que trabajan para empresas contratadas por los ayuntamientos para realizar el servicio de atenci¨®n domiciliaria. Las TF, como se las conoce en el argot de los servicios sociales, entran en acci¨®n cuando los equipos de atenci¨®n primaria municipales advierten la necesidad de atenci¨®n a domicilio de un usuario -personas que viven solas, con cierto grado de dependencia y con ingresos inferiores a 360 euros, unas 60.000 pesetas mensuales- y solicitan una profesional a las empresas que tienen asumido el servicio.
En Barcelona, donde hay unas 600 trabajadoras familiares, el Ayuntamiento sac¨® a concurso el servicio de atenci¨®n domiciliaria hace dos a?os. Lo ganaron las empresas Cooperativa de Trabajadoras Familiares (CTF), Instituto para la Promoci¨®n Social y la Salud (IPPS) y Asociaci¨®n Bienestar y Desarrollo (ABD). Con un presupuesto de nueve millones de euros, el a?o pasado las tres empresas atendieron a 4.483 usuarios y prestaron 640.374 horas de servicio, la mayor¨ªa a personas mayores.
Seg¨²n un portavoz de servicios sociales del Ayuntamiento de Barcelona, el conflicto que enfrenta a las trabajadoras familiares con sus empresas es una cuesti¨®n en la que no puede intervenir. Pero las trabajadoras familiares consideran que las administraciones p¨²blicas tambi¨¦n son responsables de sus precarias condiciones, porque contratan a las empresas que ofrecen las condiciones econ¨®micas m¨¢s bajas.
La gerente de la cooperativa, M¨°nica Reig, reconoce que las reivindicaciones de las trabajadoras familiares son 'comprensibles' y que es necesario regular el sector. Aun as¨ª, arguye que los recursos de las empresas est¨¢n limitados por las condiciones que establecen los concursos p¨²blicos y que las peticiones del colectivo 'har¨ªan cerrar a las empresas en n¨²meros rojos'. Adem¨¢s explica que el sector compite con una 'verdadera econom¨ªa sumergida, formada por personas que atienden por su cuenta a familias que les pagan en negro'.
Montse Rodr¨ªguez, una de las trabajadoras familiares m¨¢s veteranas de Barcelona y delegada de CC OO en la empresa IPSS, explica que desde que se contrata con empresas el servicio de atenci¨®n domiciliaria se ha perdido el contacto con los equipos de atenci¨®n primaria municipales y ha bajado la calidad del servicio.
Como sus compa?eras, Montse lleva la oficina encima (documentaci¨®n y llaves de los usuarios, material sanitario, medicamentos) y se re¨²ne tres horas al mes con los responsables de su empresa para hacer el seguimiento de los casos. El resto del tiempo trabaja sola, en los domicilios de los usuarios. Su trabajo consiste en lavar y cuidar a los enfermos, levantar y asear ancianos, llevar ni?os de familias desestructuradas al colegio o realizar gestiones.
En sus 12 a?os de experiencia, Montse ha visto de todo: domicilios insalubres, usuarios que acumulan basura, cucarachas campando a sus anchas y hasta ratas. Enfrentarse a estas condiciones comporta un gran desgaste y Montse explica que las bajas son corrientes entre el colectivo, algunas veces por depresi¨®n. Incluso se han dado casos de trabajadoras que han contra¨ªdo tuberculosis, hongos o sarna. Sin embargo, asegura que el suyo es un trabajo muy gratificante. 'Te sientes ¨²til y al final te curtes', dice.
Montse cree que las administraciones p¨²blicas deber¨ªan destinar m¨¢s medios a la atenci¨®n domiciliaria: 'Si quieren mantener el m¨¢ximo de tiempo posible a los ancianos en sus casas, que destinen m¨¢s recursos a la atenci¨®n domiciliaria'. El futuro lo pinta negro: 'A la larga, las administraciones privatizar¨¢n totalmente los servicios sociales. Y no hay que olvidar que todos podemos ser usuarios'.
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