Un congreso recorre las 'geograf¨ªas' narrativas de Carlos Fuentes
Expertos de 14 pa¨ªses analizan en Brown la literatura en espa?ol
Hace 40 a?os que Carlos Fuentes public¨® dos novelas clave de su nutrido corpus literario: La muerte de Artemio Cruz y Aura. Con motivo de la efem¨¦ride, la universidad norteamericana de Brown acoge desde hoy y hasta el s¨¢bado un congreso en el que se expondr¨¢ desde el an¨¢lisis de la obra de Fuentes a la literatura en espa?ol en el siglo XXI, las literaturas de diversos pa¨ªses o el fen¨®meno pol¨ªtico-literario del subcomandante Marcos.
La muerte de Artemio Cruz coloc¨® a Carlos Fuentes en primera l¨ªnea del boom, con su retrato de la vida y obra de un revolucionario que patrimonializ¨® corruptamente el alzamiento de 1910; Aura, un relato corto en la l¨ªnea de confusi¨®n on¨ªrica que inici¨® Julio Cort¨¢zar, mantiene su vigencia por razones extraliterarias, despu¨¦s de que el a?o pasado fuera censurada por el secretario de Trabajo mexicano, disgustado porque se convirtiera en objeto de estudio literario en alg¨²n colegio a pesar de su erotismo.
El congreso empieza esta tarde con una mesa redonda en torno a los escritores de la generaci¨®n del crack, el nuevo grupo de creadores de menos de cuarenta a?os que Fuentes siente tan suyos como para calificarlos de nietos literarios. Fuentes elogi¨® sin ambages En busca de Klingsor, la novela de Jorge Volpi que gan¨® el Premio Biblioteca Breve de 1999, y se descubre ante la aportaci¨®n femenina que Cristina Rivera Garza hace a un grupo que naci¨® formado s¨®lo por hombres. Considera que su novela Nadie me ver¨¢ llorar es 'una de las m¨¢s hermosas y perturbadoras que se han escrito en M¨¦xico'.
El ya septuagenario escritor y cuatro de sus nietos van a hablar hoy en Brown sobre literatura y todo lo que surja en la sesi¨®n de apertura de un congreso en el que se presentar¨¢n casi un centenar de ponencias elaboradas por estudiosos de la literatura en espa?ol llegados de 14 pa¨ªses. Fuentes acude peri¨®dicamente a esta universidad de la Ivy League, de la que en la actualidad es profesor visitante, y ma?ana adelantar¨¢ textos de su nuevo libro, En esto creo, un diccionario personal con t¨¦rminos como 'amistad', 'M¨¦xico' y 'yo'. Esa lectura ser¨¢ presentada por Volpi.
Recuerdos
Fuentes recordaba ayer en el diario Reforma c¨®mo Aura naci¨® de una noche de amor parisina sumada al afecto que le produjo a ¨¦l, amante fervoroso de la ¨®pera, escuchar a una Mar¨ªa Callas que transformaba su voz en la de una anciana en La traviata. Escribir Aura le llev¨® s¨®lo diez d¨ªas, pero La muerte de Artemio Cruz fue el fruto de dos a?os de maduraci¨®n sobre una pareja, M¨¦xico y la historia, que son una constante en su obra literaria y ensay¨ªstica.
Julio Ortega, profesor de Literatura Latinoam¨¦rica en Brown y director del Proyecto Trans-Atl¨¢ntico en el que se enmarca este congreso internacional sobre Geografias de Carlos Fuentes, cree que 'La muerte de Artemio Cruz y Aura son la mejor terapia latinoamericana contra la tradici¨®n del pensamiento deficitario, aqu¨¦l que conceb¨ªa Am¨¦rica Latina como carente de identidad propia, porque estaba hecha de fragmentos irreconciliables, era dependiente de las culturas dominantes y padec¨ªa los males de su ag¨®nico origen. Ese gravamen del pasado se exorciza en estas novelas'.
Ortega subraya c¨®mo Fuentes nunca se ha repetido y c¨®mo cada uno de sus textos aporta algo diferente. 'La verdad, nadie ha escrito un responso m¨¢s extenso que La muerte de Artemio Cruz', dice. 'Es la historia de una agon¨ªa que toma 350 p¨¢ginas, y no es para menos trat¨¢ndose de la m¨¢s robusta tradici¨®n hispano-¨¢rabe-azteca-colonial-republicana y mexicana'.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.