Pataleo gratis

Hace poco tuve que ir a hacerme una ecograf¨ªa al ambulatorio Dr. Areilza. En el intervalo de tiempo prescrito, inmediatamente antes de acudir al centro, beb¨ª el litro y medio de agua correspondiente. La consulta se retras¨® algo de manera que cuando me lleg¨® el turno y seg¨²n me tumb¨¦ en la camilla para que el facultativo me extendiera el fr¨ªo gel que permite al aparato con el que se oprime el vientre resbalar adecuadamente, salt¨¦ como un resorte transida de un agudo dolor debido a la imperiosa y ya impostergable necesidad de orinar.

Hasta aqu¨ª, todo normal. Pero cuando imploro por un cuarto de ba?o que supongo, se encontrar¨¢ en alguna de las puertas que veo a mi alrededor en la misma consulta, me indican que no, que all¨ª no hay cuarto de ba?o, que tengo que salir al pasillo, atravesarlo entero y aliviarme en los servicios comunes a toda la planta. As¨ª que la se?ora (de cierta edad) que me precedi¨® sali¨® como alma que lleva el diablo, la pobre, con la falda medio ca¨ªda, corriendo como una loca en busca del urinario.

Espero media hora para poner una reclamaci¨®n que en realidad quer¨ªa ser una sugerencia ?tan descabellado ser¨ªa considerar la posibilidad de instalar un urinario adjunto a la sala en que se hacen las ecograf¨ªas?

El 8 de marzo recibo una carta en la que el sr. Antonio Torres, responsable de 'atenci¨®n al cliente' (sic), me informa, como quien se lima las u?as, de que los servicios del centro 'guardan la normativa vigente'. Sin comentarios. Yo tambi¨¦n le saludo a ¨¦l atentamente y le sugiero que su departamento pase a llamarse de 'pataleo gratis'.