Los hitos de Abandoibarra

El resultado de la urbanizaci¨®n de Abandoibarra ya es visible desde el puente de Deusto y desde el paseo que recorre la otra orilla de la r¨ªa del Nervi¨®n, con las farolas instaladas y plantadas las palmeras. El esqueleto del edificio que albergar¨¢ un hotel Sheraton marca la referencia entre el Museo Guggenheim y el Palacio de Congresos Euskalduna, que ser¨¢n los l¨ªmites del nuevo paseo del parque de Ribera, una avenida peatonal al borde de la R¨ªa. El paseo estar¨¢ salpicado por esculturas de seis autores con las que Bilbao R¨ªa 2000 quiere conseguir un 'jard¨ªn de la memoria' que rememore el pasado de la zona y dibuje su futuro.

Las obras de Eduardo Chillida, Markus L¨¹pertz, William Tucker, Ulrich R¨¹ckriem, ?ngel Garraza y Jos¨¦ Zugasti se colocar¨¢n a lo largo del paseo que bordea el parque de Ribera, dise?ado por el arquitecto Javier L¨®pez Chollet. Concebido como zona de esparcimiento, Bilbao R¨ªa 2000 quiso que el lugar, ocupado hasta hace menos de 20 a?os por los astilleros, recoja simb¨®licamente 'la memoria del dinamismo y el esplendor que supuso para la ciudad la industria naval'. Y quiso hacerlo marcando un itinerario de esculturas, que sirviera tambi¨¦n para establecer una referencia cultural en la comunicaci¨®n entre el Guggenheim y el Euskalduna.

Bilbao R¨ªa 2000 ha destinado un total de 1,2 millones de euros a comprar las obras

'La sinergia es total', se?alan fuentes de Bilbao R¨ªa 2000. 'La configuraci¨®n del parque se ha adaptado a las caracter¨ªsticas de las esculturas, y las esculturas al parque'. El pr¨®ximo oto?o, la zona se abrir¨¢ al p¨²blico con todas las esculturas se?alando el recorrido.

Desde el primer momento se concibi¨® un paseo que combinara obra de artistas de proyecci¨®n internacional junto al trabajo de escultores vascos. A los nombres de los primeros, Chillida, L¨¹pertz, Tucker y R¨¹ckriem, se unieron Garraza y Zugasti tras ser seleccionados en un concurso restringido.

'Nace un recorrido escult¨®rico marcado por el juego de materiales, formas y espacios', anuncia Bilbao R¨ªa 2000. Comenzando por el extremo del paseo m¨¢s cercano al Museo Guggenheim, la primera pieza ser¨¢ una escultura del bronce de William Tucker (El Cairo, 1935), un artista brit¨¢nico que desde mediados de los 70 reside en Estados Unidos, que ocupar¨¢ un lugar a¨²n por determinar. A continuaci¨®n se colocar¨¢, en el arranque de la pasarela peatonal que unir¨¢ Abandoibarra con la Universidad de Deusto, la obra de Chillida El vigilante, un menhir en hierro forjado.

Una escultura de bronce del alem¨¢n L¨¹pertz, de 61 a?os, ir¨¢ a continuaci¨®n. Sus promotores quieren que entre L¨¹pertz y Tucker sugieran 'cierta vuelta a la figuraci¨®n'.

Ulrich R¨¹ckriem (D¨¹sseldorf, 1938) repartir¨¢ a ambos lados del puente de Deusto las 11 piezas de pavimento que constituyen su propuesta, de las que s¨®lo una emerge desde el suelo con uno de sus caracter¨ªsticos vol¨²menes trabajados en piedra.

Directamente sobre el suelo, en el centro de una plazuela, ya est¨¢ colocada la estructura de hormig¨®n de la escultura de Garraza (Allo, 1950), titulada Sitios y lugares. Son dos kaikus, de monumentales proporciones, unidos por el asa, que ser¨¢n recubiertas por una piel de piezas de cer¨¢mica. Uno de ellos sera rojo y el otro negro, colores que surgen del distinto tratamiento que recibe el barro durante el proceso de cocci¨®n.

El recorrido por las esculturas del 'jard¨ªn de la memoria' acaba en el estanque del Palacio Euskalduna. Jos¨¦ Zugasti (Eibar, 1950) tom¨® de un poema de Walt Whitman el nombre para su pieza. A la deriva, formada por 42 aros de acero de tres metros de di¨¢metro, parece ir descolg¨¢ndose sin rumbo hacia las aguas de la R¨ªa.

Poner Abandoibarra a punto para convertirse en el nuevo centro neur¨¢lgico de Bilbao ha requerido una inversi¨®n cercana a los 22 millones de euros en las 35 hect¨¢reas de superficie reurbanizada en casi tres a?os de obras. Bilbao R¨ªa 2000 reserv¨® una partida total de 1,2 millones de euros para la compra de las seis esculturas que marcar¨¢n el recorrido del paseo de Ribera.

Las seis esculturas convertir¨¢n Abaindoibarra en una zona urbana con alt¨ªsima densidad de obras de arte. Las previstas en el paseo de Ribera se unir¨¢n las ya existentes en su entorno m¨¢s cercano, integradas en el paisaje de la ciudad. Es dif¨ªcil imaginar el acceso al Museo Guggenheim sin el Puppy, el perro cubierto de flores de Jeff Koons. A esta obra se sum¨® el pasado oto?o Mam¨¢, la ara?a gigante de la artista franco-norteamericana Louise Bourgeois, ubicada en la parte trasera del edificio, justo al borde de la R¨ªa. En el otro extremo del paseo, el Dodecathlos, del escultor Vicente Larrea, una pieza de hierro de 70 toneladas de peso, preside la entrada al Palacio Euskalduna.