Fo y el santo de As¨ªs
Lu Santo Jullare Fran?esco, de Dario Fo (San Francisco, juglar de Dios, en la traducci¨®n de Carla Matteini que acaba de estrenar El Brujo), es un mon¨®logo lleno de humor, vitalista y comprometido, en la l¨ªnea de Misterio buffo y de La tigresa y otras historias, que tanta fama han dado a su autor. Desde que lo estren¨® en la 42? edici¨®n del Festival de Spoleto (junio de 1999) hasta hace unos meses, ¨¦l mismo lo ha representado por toda Italia, demostrando que a sus 75 a?os le siguen bastando su palabra y su gesto para imantar durante dos horas la atenci¨®n del p¨²blico.
Entre las fuentes que Fo ha barajado para tejer esta fabulaci¨®n biogr¨¢fica figuran un estudio reciente de Chiara Frugoni, cr¨®nicas del siglo XIII y narraciones populares de Umbr¨ªa. Los testimonios hablan de un san Francisco capaz de hacer llegar su voz al oyente m¨¢s lejano de un auditorio de m¨¢s de cinco mil personas, de un orador extraordinario que 'de todo su cuerpo hac¨ªa palabra'. De un hombre espect¨¢culo, en lenguaje de hoy. '?l mismo se defini¨® como 'juglar de Dios', lo que en aquel tiempo era una provocaci¨®n, pues muchos gobernantes dictaban edictos persiguiendo a los de ese oficio', explica el Nobel italiano. 'Era un grand¨ªsimo poeta, y a menudo cantaba durante sus pr¨¦dicas, cosa que no deber¨ªa extra?arnos, porque toda la poes¨ªa de la ¨¦poca se escribi¨® para ser cantada'.
San Francisco, juglar de Dios recrea la participaci¨®n del santo en la defensa de su ciudad, su encarcelamiento, una entrevista con el papa Inocencio III y la pr¨¦dica a los p¨¢jaros, entre otros episodios. En manos de Fo, el serm¨®n de Bolonia se convierte en un gran mitin antibelicista, en el primer cabaret pol¨ªtico de la historia. 'Francisco sigui¨® una estrategia absolutamente juglaresca: para que los bolo?eses reaccionaran contra las matanzas que produc¨ªan sus luchas fratricidas, hizo gala de iron¨ªa y elogi¨® la guerra. Consigui¨® su objetivo: pronto se produjo una protesta masiva ante la alcald¨ªa, y las autoridades debieron firmar el concilium pacis'.
?Qu¨¦ hay de cierto y qu¨¦ de f¨¢bula en esta obra? 'La mayor parte de los episodios que muestra son reales, y dan una imagen de su protagonista muy diferente de la que intentaron transmitir sus disc¨ªpulos m¨¢s importantes. Francisco es el santo m¨¢s censurado de la historia de la cristiandad.
Cuanto dej¨® escrito, y la ma
yor¨ªa de lo que escribieron sus disc¨ªpulos m¨¢s pr¨®ximos (empezando por la Leyenda que Tommaso da Celano redact¨® por encargo de Gregorio IX), fue destruido por lo que podr¨ªamos llamar la 'facci¨®n ganadora' de sus sucesores. Pero algunos textos escaparon de la quema. Por ejemplo, uno que ten¨ªa un estudiante de la poderosa familia Visconti, de Mil¨¢n, que lleg¨® a ser obispo de Pisa y que, por tanto, era intocable. Estos manuscritos han sido encontrados siglos m¨¢s tarde, en Alemania, Gran Breta?a y en los pa¨ªses n¨®rdicos'.
Fo ha dibujado un san Francisco que poco tiene que ver con el que pinta Bonaventura di Bagnoreggio en su Leyenda mayor. 'Este hombre era el jefe de la censura, el bi¨®grafo oficial que manipul¨® su vida y su pensamiento. El fundador de la orden franciscana llev¨® una vida muy dura, no aceptaba limosnas, ni que sus disc¨ªpulos poseyesen casas, palacios ni poderes de ninguna clase. Hac¨ªa falta dar otra imagen de ¨¦l, transformarlo a fondo, ocultar su humanidad haciendo hincapi¨¦ en sus estigmas, atribuy¨¦ndole milagros, contando cosas elegiacas cuando ¨¦l era, en realidad, alguien que rechazaba que lo llamasen santo'.
Uno de los pasajes m¨¢s po¨¦ticos y divertidos de esta pieza es el encuentro entre Francisco y el lobo de Gubbio, en el que cada r¨¦plica trasluce lo que debe haber gozado su autor escribi¨¦ndolo, represent¨¢ndolo y cantando en una lengua que parece franc¨¦s -pero no lo es- los amores imposibles entre la fiera y una ternerita. Como el celeb¨¦rrimo Misterio buffo, este mon¨®logo exige un int¨¦rprete que se desdoble una y otra vez, y Rafael ?lvarez, El Brujo, es especialista en tal lid. Hoy y ma?ana act¨²a en el teatro Liceo, dentro de Salamanca 2002, que coproduce el estreno, y del 25 al 28 de abril lo hace en el Arriaga de Bilbao. Despu¨¦s, tiene una apretad¨ªsima gira por Espa?a.
'Share' y simpat¨ªa
LA VISI?N QUE Dario Fo ofrece del santo de As¨ªs est¨¢ te?ida de simpat¨ªa: 'Francisco era valiente, alegre, extraordinariamente generoso y le ten¨ªa gran apego a la vida. Como no hab¨ªa sido ordenado sacerdote ni conoc¨ªa el lat¨ªn, requiri¨® del Papa un permiso especial para predicar los evangelios en lengua vulgar. Y puesto que en Italia se hablaban decenas de dialectos, ¨¦l los mezclaba como un aut¨¦ntico juglar'. Para dar idea del potencial de conexi¨®n con el p¨²blico que tiene este espect¨¢culo, baste decir que, meses antes de que Fo lo estrenara en Spoleto, ¨¦l, Franca Rame (su mujer, tambi¨¦n actriz y escritora) y Giorgio Albertazzi (actor, y director del Teatro di Roma) representaron unos fragmentos en televisi¨®n durante la gala de fin de a?o de la RAI y obtuvieron un share del 36%. ?Qui¨¦n hubiera imaginado que el teatro pod¨ªa batir en audiencia a los programas musicales! Bueno, no es tan de extra?ar si tenemos en cuenta que teleconcursos con participantes compinchados con la producci¨®n, reality-shows y programas con llamadas telef¨®nicas trucadas tambi¨¦n son teatro, aunque no se publiciten como tal.
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