La paz, seg¨²n Ben-Ami
Uno siempre ha tenido un cierto prejuicio contra los libros-entrevista. Como si se pretendiera con ellos trabajar lo menos posible; enhebrar discurso y que funcione la grabadora. O, peor a¨²n, el lenguaje hablado, como sabe cualquier estudiante de periodismo, presenta unas caracter¨ªsticas tan diferentes del lenguaje escrito que las transcripciones raramente pueden leer bien. Pero la obra de Shlomo Ben-Ami, contrariamente, desmiente todo parti-pris negativo; m¨¢s a¨²n, es tal la intensidad de un lenguaje, quiz¨¢, hablado, pero corregido mil veces hasta adquirir la ilaci¨®n y el progreso narrativo de una historia m¨¢s convencionalmente concebida, que hace que sea, precisamente, esa textura de la palabra dicha, la que le da un peso at¨®mico que muchos interpretar¨¢n como verdad revelada.
?CU?L ES EL FUTURO DE ISRAEL?
Shlomo Ben-Ami Entrevistado por Yves Charles Zarka, Jeffrey Andrew Barash y Elhanan Yakira Traducci¨®n de Carlos G¨®mez Ediciones B. Barcelona, 2002 288 p¨¢ginas. 18 euros
Ben-Ami, jud¨ªo tangerino, educado en franc¨¦s y rebozado en la calle de espa?ol, ha acabado siendo el sefard¨ª de Espa?a, nuestro sionista de servicio. El antiguo embajador israel¨ª en nuestro pa¨ªs; asiduo visitante de nuestro mundo pol¨ªtico-cultural; historiador, sobre todo, de Primo y la Rep¨²blica; ¨ªntimo del laborismo espa?ol; ministro repetidas veces del laborismo israel¨ª, vale por s¨ª solo lo que todo el esfuerzo propagand¨ªstico del mundo ¨¢rabe y palestino puedan significar en Espa?a. Su voz, en el conflicto de Palestina, es para muchos oyentes oro de ley.
Y su voz est¨¢ hoy con buen motivo terriblemente angustiada. Es la de un hombre y un pol¨ªtico que repasa su propia vida, que recorre la realidad de un pa¨ªs en estrambote con el mundo que le rodea, que trata, sin duda honestamente, de exponer las claves, discutir los remedios, lamentar los errores que han conducido a los dos pueblos, jud¨ªo-israel¨ª y ¨¢rabe-palestino al atolladero en el que hoy se encuentran. Yo creo firmemente en la sinceridad profunda y natural de Shlomo Ben-Ami, pero un poco menos en su informaci¨®n, al menos, tal como ¨¦l la expone.
Como Ben-Ami es un pol¨ªtico no puede aqu¨ª faltar un manifiesto por la paz y mil apuntes de soluci¨®n al problema; y como pertenece a un partido y a una naci¨®n que un d¨ªa quisiera dirigir, una diatriba, moderada en el tono pero acerba en la intenci¨®n, contra el presidente de la Autoridad Palestina, Yasir Arafat, que se titula ?sa es la paz que rechaz¨® Arafat. Y que Jehov¨¢ me perdone, pero no es ¨¦sa.
Ni siquiera alguien tan implicado en la comprensi¨®n del otro, a d¨ªa de hoy el palestino, se escapa a la aritm¨¦tica interesada cuando nos comunica que su jefe Ehud Barak, con el presidente Clinton de guardia de tr¨¢fico en Camp David, ofreci¨® a Arafat el 97% de Cisjordania; ni siquiera ¨¦l llega a interrogarse sobre la gran cuesti¨®n. ?A qu¨¦ viene tanto porcentaje, cuando lo justo ser¨ªa retirarse de todo lo que Israel en la guerra ha conquistado?
Pero, en cierto modo, ¨¦l mismo se da la respuesta cuando en su libro, o en la plaza p¨²blica, se le oye decir lo que amenaza con convertirse en una tremenda verdad, tan tremenda como no se atreve a esbozarla ninguno de sus contempor¨¢neos del Likud al laborismo: que la paz, la paz posible, ser¨¢ injusta con los palestinos. No sabr¨ªa decir yo si la honradez de ese reconocimiento, que s¨®lo concebir¨ªa en boca de Ze'ev Jabotinsky, anula el radical abrazo de la discriminaci¨®n que entra?a.
El libro es devastador porque el entrevistado, aun declar¨¢ndose b¨¢sicamente optimista, expone con un acierto que en ocasiones hasta traiciona la intenci¨®n que a sus palabras quiere darle, la galer¨ªa de razones por las que me parece hoy tristemente impensable la paz en Palestina.
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