La familia, el cargo y la patria
'?Somos un oasis o empezamos a ser una fosa s¨¦ptica?', se preguntaba no hace mucho un periodista catal¨¢n. Reitero aqu¨ª la cuesti¨®n por su actualidad y tambi¨¦n por su calado. Ciertamente el concepto de consenso, alma mater del oasis, ha connotado la pol¨ªtica catalana hasta el punto de que se ha convertido en una bandera publicitaria. Los grandes acontecimientos han tenido grandes consensos y ello ha vendido Catalu?a en el exterior como si fuera un para¨ªso de la sensatez. Tambi¨¦n el consenso, nacido del obligado contra Franco, fue el lenguaje com¨²n del catalanismo pol¨ªtico en aquellos aspectos del bien colectivo. Pero esta cultura del respeto, que visto a vuelo de ¨¢guila puede ser tan virtuosa, y que tuvo su funci¨®n hist¨®rica al principio del principio, se ha ido convirtiendo, con el tiempo y el desgaste, en una cultura del compadreo puro y duro, en un paraguas de tela tan impermeable que no serv¨ªa para andar juntos bajo la lluvia, sino para tapar el granizo que la parte trasera de la pol¨ªtica generaba. As¨ª hemos llegado al d¨ªa de hoy, con la boca llena de nuestra magn¨ªfica placidez pol¨ªtica, y sin embargo con una extra?a contradicci¨®n: el consenso no existe en casi nada que tenga que ver con la pol¨ªtica real -miren ustedes el ¨²ltimo barullo sobre autogobierno-, pero en cambio es mentado cada vez que la patita m¨¢s peluda de lo feo (de lo feo que habita fosa adentro) sale a la superficie. Es decir, a nadie le importa una pu?eta el consenso real en pol¨ªtica real, pero todos corren a besar a la virgen cuando lo que surge es la pura porquer¨ªa.
Lo de estos d¨ªas es de manual. Primero nos sale el bueno de Duran Lleida, chico prometedor donde los haya, y asegura que acepta ser el n¨²mero dos de su notable chiringuito pol¨ªtico porque es un patriota: 'Estoy siempre dispuesto a servir a la patria', nos dice sacrificado, mientras suena la sinfon¨ªa opus 34 de Pallerols... D¨ªas despu¨¦s, y hablando de su transparente familia, el mism¨ªsimo Jordi Pujol asegura que denunciar los negocios de sus hijos 'es un da?o al pa¨ªs'. Y a vueltas con la misma, en pleno esc¨¢ndalo de interferencia familiar, Mas tambi¨¦n apela a la patria. No es la primera vez que oso decir en este espacio que la pobre patria se ha convertido en un aut¨¦ntico papel higi¨¦nico, pero haberlo dicho no me impide reiterar la denuncia. Primero, aceptar un cargo pol¨ªtico relevante porque a uno le da la gana y porque tiene una leg¨ªtima ambici¨®n personal para ser el ocupante del trono, no tiene nada que ver con las necesidades de un pa¨ªs. S¨®lo un planteamiento mesi¨¢nico, heredero notable del franquismo sociol¨®gico, puede amagar tal afirmaci¨®n. Si encima ello se formula cuando los indicios de corrupci¨®n est¨¢n sobre la mesa y la persona en cuesti¨®n es mentada en los papeles, el rizo se riza: ambici¨®n personal, negocios y cargos se confunden con una pobre patria intangible e inventada. Como m¨ªnimo, a m¨ª nunca me han presentado esa extra?a esencia catalana que va por los rincones pidiendo al salvador Duran.
?Qu¨¦ decir cuando, en plena ebullici¨®n de las burbujas m¨¢s negruzcas de la fosa, sale el propio Pujol y habla de 'da?o al pa¨ªs'? Me gustar¨ªa saber exactamente a qu¨¦ colectivos humanos hace da?o saber los entresijos de la relaci¨®n entre familia y poder. ?A los trabajadores de Lear, a los damnificados por el PHN, a los ciudadanos de las zonas contaminadas por purines de Osona, a mi tieta socialista, al cu?ado pepero, a mis familiares convergentes? ?Desde cu¨¢ndo la transparencia se ha convertido en un peligro ciudadano? ?Y qui¨¦n hace da?o al pa¨ªs: qui¨¦n intenta saber, o qui¨¦n tiene paralizadas seis (?seis!) comisiones de investigaci¨®n parlamentaria sobre seis esc¨¢ndalos con fuertes indicios de financiaci¨®n irregular y nepotismo? Si la familia y ¨¦l tienen la conciencia tan tranquila y duermen tan bien que ni roncan, ?por qu¨¦ torpedean cualquier atisbo de control parlamentario?
Claro que los hijos de su padre pueden trabajar en cualquier empresa, pero cuando un hijo es responsable pol¨ªtico del Departamento de Industria y se cierra una empresa que deja ¨¢rida a toda una comarca y otro hijo est¨¢ vinculado a la empresa que la cierra, como m¨ªnimo cabe preguntarse de qu¨¦ hablan algunos en la comida de Navidad. Pujol no s¨®lo ha sido pol¨ªtica, tambi¨¦n ha sido empresa durante estos 22 a?os. Y no me refiero a empresa en el sentido de la pol¨ªtica econ¨®mica, que tambi¨¦n, sino en un sentido m¨¢s sutil, m¨¢s opaco. Dec¨ªa F¨¦lix Mart¨ªnez que la obsesi¨®n de Pujol fue crear un Gotha catal¨¢n nuevo ajeno al Gotha real, quiz¨¢ como venganza por la falta de cari?o que las grandes familias de Barcelona le han dispensado. El pacto con el PP de 1996, que le permiti¨® situar a los suyos en grandes consejos de administraci¨®n p¨²blicos, consejos que lo fueron pronto de empresas privatizadas, le permitieron tambi¨¦n consolidar una ¨¦lite econ¨®mica de poder alternativa. Ah¨ª est¨¢ Carles Vilarrub¨ª multiplicando su cuenta de explotaci¨®n despu¨¦s de entrar en Telef¨®nica. Ah¨ª est¨¢ Rafael Espa?ol, bien situado en Endesa, o nuestro querido Josep Llu¨ªs Vilaseca, miembro de Fecsa-Endesa y presidente del consejo de la Agrupaci¨® M¨²tua, una de las aseguradoras privadas m¨¢s importantes. Casualmente, Vilaseca nombr¨® a Josep Pujol consejero de la entidad. ?M¨¦ritos propios? 'El problema', dice F¨¦lix, 'es que para controlar a esa ¨¦lite alternativa dispuesta a sustituir al verdadero Gotha catal¨¢n, [Pujol] ha permitido que sus hijos Jordi, Josep y Oriol se situaran a la cabeza de esa nueva clase social'. ?Ilegal? ?Il¨ªcito? ?Falto de ¨¦tica? ?Correcto? Lo malo no est¨¢ en formular las preguntas, sino en considerar su formulaci¨®n un delito de lesa patria. Ni Pujol puede llegar a ese nivel de apropiaci¨®n del concepto Catalu?a. Si no es de recibo usar un territorio -cuya definici¨®n posible es su complejidad humana- como una excusa esencial para excusar la ideolog¨ªa, mucho menos en convertirlo en un trapo para limpiar fregados.
Quiz¨¢ Pujol, Duran y todos esos santos varones duermen muy tranquilos. Felicidades. Pero al resto del personal nos encantar¨ªa poder formular algunas preguntas. No para dormir tranquilos, que ya..., sino para volver a creer en la par¨¢bola b¨ªblica del sue?o de los justos.
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