'Hasta el encargado dice que entre todos tenemos que intentar que no lo quiten'
San Jos¨¦ del Valle es un pueblo gaditano de algo m¨¢s de 5.000 habitantes, que est¨¢ situado a 28 kil¨®metros de Jerez. Durante los ¨²ltimos a?os muchos de sus vecinos se han acostumbrado a convivir con el PER -casi nadie lo llama por su nombre oficial, Aepsa- y ahora la preocupaci¨®n flota en el ambiente.
En la cuesta de San Antonio, en una peque?a casa de dos plantas, est¨¢n Curro Gerena y su familia. Curro, hombre curtido en mil cultivos, ya pasa de los 40 y dice con orgullo que el campo es su vida. 'De la escuela me quitaron a los 12 a?os y me fui con mi padre de ganadero. Despu¨¦s, a los 16, empec¨¦ a trabajar por mi cuenta', relata. Su familia se dedicaba al cuidado de granjas de cerdos y tanto ¨¦l como su hermano se desentendieron pronto de los libros para arrimar el hombro. '?ramos los dos mayores', explica.
En San Jos¨¦ del Valle son muchos los que se apoyan en el PER para salir adelante cada mes
Curro es un trabajador agrario valorado y solicitado, especialmente para faenar en las vi?as y en la remolacha, pero a pesar de su experiencia y su buen hacer ha tenido que refugiarse alguna vez bajo el cobijo de los jornales del PER. La ¨²ltima vez, en septiembre del a?o pasado, trabaj¨® en la construcci¨®n de un aparcamiento en la piscina municipal de San Jos¨¦ del Valle.
Explica que en el pueblo son muchos los que se apoyan en este plan para salir adelante cada mes. Curro pone un ejemplo reciente: el de su mujer. 'Ella ha ido hoy precisamente a preguntar si hab¨ªa algo porque est¨¢ parada, y le han dicho que es el ¨²ltimo mes que est¨¢n trabajando, y que por lo visto lo quieren quitar', expone el jornalero gaditano. Los rumores sobre la desaparici¨®n del PER sembraron la incertidumbre en la comarca, y las noticias que han llegado sobre su reforma han terminado por crispar muchos ¨¢nimos. 'Hasta el encargado', se?ala, 'le ha dicho a mi mujer que entre todos tenemos que intentar que no lo quiten', comenta Curro. El jornalero dice que ser¨ªa 'un palo gord¨ªsimo'. Muchos de sus vecinos de San Jos¨¦ del Valle, logran la mitad de las peonadas que necesitan el mes que le dan el PER.
La desinformaci¨®n ha calado hondo entre los jornaleros. Es un ingrediente que se a?ade a la receta del desconcierto. 'Para los que vengan nuevos dicen que ya no hay PER, claro ese es el problema. ?Entonces, d¨®nde van a trabajar?', sostienen. El verdadero problema, en su opini¨®n, es que no hay trabajo y cada vez son m¨¢s los que deciden hacer las maletas: 'Es que hay mucha gente que se ha ido ya por ah¨ª, como est¨¢ la situaci¨®n tan mala est¨¢n muchos en Marbella, en Mallorca, y ya no vuelven'.
El trabajo en el campo es siempre una inc¨®gnita. 'El d¨ªa que no vas, no cobras', sentencia este jornalero. El mes de marzo no dio muchas alegr¨ªas a la familia de Curro Gerena, que ni siquiera logr¨® trabajar la mitad de los d¨ªas del mes. La culpa fue de la lluvia, pero el d¨ªa a d¨ªa dom¨¦stico no entiende de partes meteorol¨®gicos. 'El mes pasado fueron 14 jornales a un promedio de 6.000 pesetas (36 euros) son 84.000 pesetas (504 euros) nada m¨¢s y as¨ª no se puede mantener a seis'. 'No hay bastante', lamenta.
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