El esp¨ªritu de la Valldigna
El mundo late en el Mediterr¨¢neo con cadencia arr¨ªtmica. Europa mira hacia el sur con los ojos puestos en el futuro. En este contexto, la capital de la Comunidad Valenciana acoge estos d¨ªas dos acontecimientos de primera magnitud: el Foro Valldigna y la V Conferencia Euromediterr¨¢nea con un mar de fondo real.
En el primero de ellos, m¨¢s de 150 expertos han debatido, desde la experiencia, las necesidades y los problemas que m¨¢s acucian a ambas riberas con la finalidad de establecer un espacio duradero de paz. Una Paz que solo tendr¨¢ sentido a partir del crecimiento sostenido y la convergencia de todos los pueblos. Al contrario de lo que acostumbra a suceder en estos casos, la mayor¨ªa de los intelectuales aqu¨ª reunidos no se han planteado la ausencia de la violencia como el tema prioritario. Ese es otro debate. Su principal apuesta ha sido cuestionarse la actualidad. Y as¨ª se ha llegado a establecer prioridades de actuaci¨®n entre las que destacan por su importancia la creaci¨®n de un Fondo para el Desarrollo Sostenible y Solidario, y el establecimiento de un Observatorio de los Derechos Humanos, espec¨ªficamente mediterr¨¢neo.
Ambas propuestas se han trasladado a la delegaci¨®n espa?ola en la Conferencia Euromediterr¨¢nea para su debate y posterior aprobaci¨®n.
Se trata de dos acciones concretas fundamentales. Por un lado la creaci¨®n de un fondo que permita a los pa¨ªses menos favorecidos disponer de financiaci¨®n para consolidar estructuras de desarrollo, con la coparticipaci¨®n de todos sus miembros. Al contrario de lo ocurrido en otras ocasiones no se trata de transferir migajas del norte hacia el sur, con las que lavar la conciencia nuestra sociedad. Se trata por primera vez, de establecer un fondo, semejante a los fondos de cohesi¨®n europeos, que permita el reequilibrio entre las orillas del Mare Nostrum.
Como dijo el profesor Edgard Morin, dejemos de mirar el ombligo de nuestra civilizaci¨®n, dejemos de 'recordar nuestros mitos'y actuemos. Este ha sido el esp¨ªritu de la Valldigna: Actuar.
Por otro lado, la creaci¨®n de un Observatorio de los Derechos Humanos es un paso decisivo en un momento crucial en el que el Tribunal Penal Internacional llega a su destino. Su concreci¨®n en una micro¨¢rea como es la que nos afecta, nos permitir¨¢ ser ¨¢giles ante cualquier desm¨¢n en este ¨¢mbito. Ello facilitar¨¢ la toma de conciencia y la posibilidad de reconducir situaciones que a d¨ªa de hoy pueden quedar impunes.
Es importante observar c¨®mo Valencia va recuperando el aliento y el inter¨¦s por las cuestiones m¨¢s candentes de la actualidad. El Foro Valldigna y la Conferencia Euromediterr¨¢nea son s¨®lo dos ejemplos de la pujanza de nuestra Comunidad. Durante varias d¨¦cadas del siglo que acabamos de cerrar, Valencia ha vivido a la sombra del Madrid institucional o de la Barcelona que ten¨ªa sus ojos puestos en el norte -m¨¢s culto y racional-. Valencia sin embargo ha gozado de protagonismo en momentos concretos de su historia que ahora trata de consolidar. Siempre con una mirada dirigida al mar de Ulises.
Durante el siglo XV fue sede e impulsora de cambios importantes en la escena cultural y comercial. La expansi¨®n hacia el este nos permiti¨® un avance sustancial en las relaciones con el Mediterr¨¢neo. Ya en el pasado siglo, otro acontecimiento marc¨® un antes y un despu¨¦s en el asentamiento de la solidaridad y el rechazo de cualquier intento de soslayarla, como fue, en 1937, el Congreso Internacional de Escritores Antifascistas.
Valencia ha abandonado sus posiciones resignadas a la sombra de los acontecimientos, para alzar su voz en un espacio que nos es com¨²n. La capacidad de interlocuci¨®n con nuestros vecinos, unida al liderazgo que se est¨¢ ejerciendo sobre todo cuanto afecta a las relaciones entre Gibraltar y el B¨®sforo coloca a la Comunidad Valenciana en una posici¨®n de futuro. Si el centro irradia en direcci¨®n oeste, y Catalu?a tiene los ojos puestos en el norte, Valencia se ha convertido en referente mediterr¨¢neo de cara a crear una micro¨¢rea de intercambio y estabilidad para el futuro.
Pero, adem¨¢s, disponemos de nuevo elemento decisivo para consolidar dicha aspiraci¨®n. El Comit¨¦ de las Regiones es el referente que sirve de puente para encajar las pol¨ªticas del sur en el seno de la Uni¨®n Europea. El presidente Zaplana se convierte de facto en pieza clave de las aspiraciones mediterr¨¢neas. En ese sentido, cada vez m¨¢s, la presencia en ¨¢mbitos y foros internacionales predisponen a los valencianos a ejercer el papel que por su historia y relaciones nunca debimos abandonar.
Valencia, junto a Madrid y Barcelona, configura una red triangular de colaboraci¨®n para afrontar con pie firme los desaf¨ªos de un futuro cada vez m¨¢s presente. Hemos asumido una posici¨®n de puente entre el sur y el norte. Una posici¨®n que concilie aspiraciones singulares con la necesidad de valores comunes que desemboquen en el civismo y la reducci¨®n de las discriminaciones tanto sociales como econ¨®micas.
Son valores inalienables para el ser humano solo recuperables desde la decisi¨®n pol¨ªtica. La apat¨ªa pol¨ªtica, por el contrario, nos conducir¨ªa irremediablemente a una zona de inestabilidad continua de perdedores. Reducir las posiciones de dominaci¨®n en todos los ¨¢mbitos y crear redes de solidaridad desde la sociedad civil han sido los objetivos que han planeado estos d¨ªas por Valencia.
Podemos estar satisfechos, porque se ha abierto uno de los caminos que conducir¨¢n a la paz y a la estabilidad. Nuestra posici¨®n, como afirmaba Montesquieu, se asienta sobre la capacidad de las posiciones intermedias. Solo desde ellas se puede asegurar una defensa de los valores como la solidaridad, la justicia, la cultura o la calidad de vida.
Actuemos, pues, para irradiar el esp¨ªritu de la Valldigna. La dignidad pol¨ªtica representada en este caso en el monasterio cisterciense es un s¨ªmbolo para la ilusi¨®n.
Rafael Blasco Castany es consejero de Bienestar Social de la Generalitat.
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