El Ej¨¦rcito israel¨ª acaba con los archivos de la Administraci¨®n palestina
Destruidos los documentos de propiedad de la tierra y los historiales de los estudiantes
La ciudad de Ramala empez¨® ayer a hacer balance de tres semanas de ocupaci¨®n israel¨ª. El Ej¨¦rcito ha destruido todos los archivos de la Administraci¨®n p¨²blica y privada; el registro de la propiedad de las tierras y las casas, los historiales de m¨¢s de un mill¨®n de estudiantes y escolares, las fichas de los seguros y propiedad de los veh¨ªculos, las bases de datos de la polic¨ªa y la informaci¨®n almacenada en cada uno de los ministerios.
No hay documentos que garanticen y permitan la administraci¨®n de los territorios palestinos aut¨®nomos. 'Tres semanas de ocupaci¨®n del Ej¨¦rcito israel¨ª sobre la ciudad de Ramala han permitido a los soldados destruir de manera cient¨ªfica y sistem¨¢tica todos los archivos y registros de la administraci¨®n p¨²blica', asegur¨® ayer el ministro de Informaci¨®n palestino, Yasir Abed Rabo, pocas horas despu¨¦s de que los ¨²ltimos carros de combate del Ej¨¦rcito abandonaran parcialmente la ciudad, poniendo punto y aparte a una ocupaci¨®n que comenz¨® el pasado 29 de marzo.
Los soldados han dejado tras de s¨ª una estela de destrucci¨®n y de fuego, insisten los portavoces de otros ministerios palestinos, mientras destacan que los estragos m¨¢s importantes se han producido en las oficinas del registro de la C¨¢mara Urbana y de la Propiedad, donde se almacenaban las fichas que certificaban la propiedad de cada una de las casas y fincas de Ramala.
'El archivo empez¨® a organizarse hace 140 a?os, en el periodo del Imperio Otomano, y conten¨ªa documentos imprescindibles para el funcionamiento normal de nuestra sociedad', afirm¨® Rabo, mientras recalcaba que ser¨¢ muy dif¨ªcil, pr¨¢cticamente imposible, reconstruir los datos que constaban en esos archivos, gracias a los cuales se reg¨ªa el control de la tierra en la zona, se certificaba la propiedad y se establec¨ªan los impuestos.
La destrucci¨®n de estos archivos deja abierta la puerta a los litigios y a las demandas, incluidas las reivindicaciones de los ciudadanos israel¨ªes y de la comunidad jud¨ªa, que en las ultimas cuatro d¨¦cadas han venido demostrando una voracidad insaciable en la lucha por la conquista de los territorios palestinos.
Pero tan grave como la destrucci¨®n de estos archivos ha sido la desaparici¨®n de m¨¢s de un mill¨®n de fichas de los estudiantes de primaria, ense?anza media y universitaria, o las c¨¦dulas de identificaci¨®n de todos los veh¨ªculos y los que ten¨ªan en las compa?¨ªas de seguros.
Tres semanas de ocupaci¨®n
'Es imposible administrar la poblaci¨®n sin esos datos', se lamentaba inconsolable el ministro Yasir Abed Rabo, mientras cada uno de los ministerios trataban de hacer una evaluaci¨®n de los da?os sufridos durante las tres semanas de ocupaci¨®n y trataban de volver a ponerse en marcha y dar asistencia a cerca de dos millones de habitantes en Cisjordania.
Ayer por la ma?ana, mientras se empezaban a acumular sobre la mesa del ministro los primeros datos de la destrucci¨®n de la administraci¨®n palestina, se abr¨ªa una carpeta en la que se intenta establecer el n¨²mero de v¨ªctimas. Fuentes sanitarias aseguran que durante la ocupaci¨®n murieron en Ramala, tiroteados por las tropas israel¨ªes, 37 ciudadanos, en su mayor¨ªa civiles, y entre los que se encontraban dos mujeres, dos ni?os y un n¨²mero indeterminado de adolescentes. La contabilidad no ha hecho m¨¢s que empezar.
Arafat sigue aislado
Tres cinturones de carros de combate Merkava aseguran el aislamiento y el asedio del presidente palestino, Yasir Arafat, encerrado desde el pasado 3 de diciembre en sus oficinas de Al Mokata. El asedio se complementa con el cierre con barricadas de numerosas calles del centro de la ciudad que desembocan en el complejo de la presidencia, lo que a su vez comporta la divisi¨®n de Ramala en dos: norte y sur. Ayer por la ma?ana, mientras los habitantes de Ramala abr¨ªan con temor sus comercios, al tiempo que hac¨ªan un balance de haberes y destrucciones, una decena de militantes pacifistas propalestinos internacionales (brit¨¢nicos, belgas, daneses, franceses y norteamericanos) lograban infiltrarse en el cintur¨®n de hierro, entrar en el cuartel general de Arafat y sumarse a los m¨¢s de 200 asediados. El jefe de la Seguridad Preventiva en Cisjordania, el todopoderoso coronel Jibril Rajub, recuperaba a esa hora su cuartel general del barrio de Betunia, en Ramala. Volv¨ªa a entrar por primera vez en tres semanas en la sede de sus fuerzas, para encontrarse unas instalaciones pr¨¢cticamente en ruinas, saqueadas, sin mobiliario ni veh¨ªculos, de las que hab¨ªan incluso desaparecido los discos duros de los ordenadores, donde se almacenaban todos los datos. M¨¢s de 11 millones de euros en p¨¦rdidas. 'Todo esto es muy doloroso. No por el edificio, sino porque significa la destrucci¨®n de todos mis sue?os de libertad e independencia. Pero hay que ser optimista, conseguiremos nuestros objetivos', se lamentaba Rajub.
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