Pol¨ªtica cient¨ªfica
El Gobierno de don Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar quiere fomentar la ciencia en nuestro pa¨ªs, considera que es de vital importancia para nuestro desarrollo. O, al menos, eso es lo que dice en cuanto tiene oportunidad. Pero ya se sabe que una cosa es decir y otra, parece que bastante distinta, hacer. En carta fechada el 14 de noviembre de 2001, el Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa se 'complac¨ªa en comunicarme' que nuestro proyecto de investigaci¨®n (presentado para la correspondiente evaluaci¨®n por expertos en el mes de marzo anterior y del que soy responsable) hab¨ªa sido informado favorablemente. A mediados de diciembre, a trav¨¦s de un correo electr¨®nico, la Direcci¨®n General de Investigaci¨®n, del mismo ministerio, me dec¨ªa que le resultaba 'grato comunicarme que la financiaci¨®n del proyecto estaba ya en tramitaci¨®n econ¨®mica' . A d¨ªa de hoy, seg¨²n me dicen en la misma Direcci¨®n General, sigue la tramitaci¨®n econ¨®mica y no tienen 'ni idea de cu¨¢ndo terminar¨¢' (palabras textuales), y nosotros, por supuesto, no hemos recibido ni un euro. Yo pensaba que el retraso podr¨ªa ser debido a la poca importancia de nuestro proyecto de investigaci¨®n b¨¢sica (al fin y al cabo, 's¨®lo' involucra a 11 investigadores en el ¨¢rea de F¨ªsica), pero me consta que lo mismo sucede con otros muchos proyectos, no s¨®lo reci¨¦n aprobados como el nuestro, sino tambi¨¦n en su segundo o tercer a?o de ejecuci¨®n. Probablemente todo se deba a que el Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa tiene otros asuntos m¨¢s importantes en los que invertir el dinero (de todos), o quiz¨¢s sea el resultado normal y esperable de la magn¨ªfica labor del Gobierno y que nosotros, pobres ciudadanos faltos de la necesaria objetividad, no sabemos apreciar (como recientemente nos ha hecho ver el ministro ?lvarez Cascos a ra¨ªz de la tremenda subida del precio de la vivienda). En otros pa¨ªses, con los que pretendemos compararnos, al responsable, cuando menos, se le caer¨ªa la cara de verg¨¹enza y pedir¨ªa excusas p¨²blicamente; aqu¨ª no, todo va muy bien y, probablemente, nosotros seamos unos pesados o, simplemente, unos desagradecidos con la eficaz pol¨ªtica cient¨ªfica del Gobierno. Pues nada, seguiremos esperando (y aguantando).
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