Bosques para respirar
La Conferencia de la Tierra, celebrada en R¨ªo de Janeiro en 1992, gener¨® iniciativas que a¨²n hoy se encuentran en pleno desarrollo. Una de ellas se ha ido concretando en las convenciones sobre el cambio clim¨¢tico, mientras que otra se refiere a la defensa de la biodiversidad en el planeta. El viernes concluy¨® en La Haya la Convenci¨®n de Biodiversidad, con algunos acuerdos que merece la pena destacar. El m¨¢s significativo es un programa de trabajo con medidas que se espera sean aplicadas antes de 2010 para proteger los bosques tropicales de su progresiva destrucci¨®n.
Se trata de un acuerdo 'de m¨ªnimos' que ha dejado insatisfechos a muchos expertos, pero no deben menospreciarse los pasos, por peque?os que puedan parecer, en el sentido de crear instancias internacionales de protecci¨®n medioambiental, compromisos de los Estados en acciones coordinadas y la difusi¨®n de ideas que contribuyen poderosamente al cambio de las mentalidades. Ha sido preciso tomar en consideraci¨®n las posiciones de pa¨ªses como Brasil, Canad¨¢ o Malaisia, grandes exportadores de madera que no aceptan de buen grado lo que consideran una intromisi¨®n en sus pol¨ªticas forestales. Pero este tipo de 'intromisiones' resulta del todo natural atendiendo a la escala global de las consecuencias de la desaparici¨®n de selvas que son hoy el pulm¨®n del planeta.
No debemos olvidar, de todas formas, que muchos pa¨ªses pobres obtienen ingresos importantes de la explotaci¨®n de sus bosques y que las simples prohibiciones pueden agravar, en lugar de resolver, sus problemas. As¨ª, es obligado que los pa¨ªses ricos transfieran recursos que permitan a los m¨¢s pobres afrontar las medidas de protecci¨®n de la biodiversidad sin quebranto para sus ya maltrechas econom¨ªas. Y en este cap¨ªtulo la cumbre, aunque ha reconocido el principio de esta ayuda financiera, no ha llegado a plasmar compromisos concretos. Pero no se trata s¨®lo de ayudas financieras. Lo que los pa¨ªses pobres necesitan es que cese el proteccionismo ventajista de los m¨¢s ricos en productos como los agr¨ªcolas o los textiles, lo que aliviar¨ªa su situaci¨®n sin necesidad de sobreexplotar recursos forestales que son los ¨²nicos para los que no tienen competencia.
Uno de los aspectos positivos de la globalizaci¨®n es la posibilidad de tomar medidas de alcance planetario para problemas relacionados con el medio ambiente, pero otro deber¨ªa ser la renuncia de los m¨¢s ricos a obstaculizar el comercio de productos provenientes de los m¨¢s pobres.
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